Billie, el Zombie ©

4. Ángel en Vida

Sirio cuida de tres niños de 4 y 7 años, un par de gemelos y su hermanita, sus padres están de fiesta y como son jóvenes no les importa mucho que sus hijos estén solos en casa mientras ellos se divierten fuera. El ángel de la guarda sigue sin poder creer todo lo que Billie le ha contado, los desastres de ese tipo solo están en los libros y por eso es que nadie pensó en zombies sino en contaminación alimenticia.

Mientras se sumerge en sus pensamientos, Tony, un ángel de la guarda rubio y algo mayor, le toca el hombro de repente haciéndolo saltar del susto por el tacto tan inesperado.

— ¡Tony! Me asustaste...— exclama Sirio tocando su pecho.

—Lo siento Sirio, no quería espantarte. ¿Cómo estás esta noche? —dice cabizbajo el rubio.

—Bien, gracias, solo pensaba... —dice mirando a la abertura en el suelo por la cual mira a los niños dormidos.

—Y ¿En qué piensas? —su curiosidad hace aparición.

—En Billie, el zombie, me ha estado contando cómo es que se convirtió en lo que hoy es —habla entre suspiros cortos como asimilando la información en su mente.

—Yo lo conocí cuando aún era humano, era un buen chico, excelentes calificaciones, humilde, y de buen corazón... —su rostro refleja ternura.

— ¿Enserio? No lo hubiera imaginado —Sirio desea saber aún más de su vida como humano, pero teme ser indiscreto al preguntarle directamente— ¿Qué más sabes de él? Cuéntame por favor, Tony.

—Veras, yo trabajaba para su padre, un empresario muy exitoso, él siempre interactuaba con los empleados y siempre fue muy amable. A diferencia de lo que piensan las personas de la gente con dinero, él era muy humilde en cuanto a su estatus económico, le daba dinero a los pobres y refugios de animales a costas de su padre y nos daba bonos extra a todos en la fábrica. Era un buen muchacho... —la expresión de tristeza en su rostro de pronto se torna seria y guarda silencio por unos largos segundos.

Ningunos de los dos puede pronunciar palabra alguna, Tony suspira y se retira sin decir nada, dejando a Sirio más curioso que nunca.

'¿Tanto le afecta a Tony recordar? Si el chico era bueno, entonces ¿porque Tony estaba triste al decir que lo era? Tony es viejo, a lo mejor solo fue sentimentalismo de la edad' piensa Sirio tratando de explicar el comportamiento de Tony, aunque no queda muy satisfecho con eso.