Prólogo

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Correr. Es en lo único que estaba pensando en ese instante, pero era imposible librarme de ellos, cuatro templarios a caballo y yo con la hoja oculta rota, al igual que la espada y ninguna daga ni cuchillo arrojadizo.
Giré la cabeza y ví al tercer templario preparando el arco, empecé a correr más rápido, esquivando piedras e intentando darles esquinazo entre los árboles pero de repente sentí un fuerte dolor en mi pantorrilla izquierda y caí directamente al suelo, golpeándome la nariz y el labio con una roca, me acorralaron, me intente levantar pero me dolía muchísimo, baje la mirada y me di cuenta de que una flecha me había atravesado la pantorrilla y que de esta salia la sangre a borbotones, al igual que mi labio y mi nariz, solté un gruñido y me deje caer en el suelo. Este era mi fin. Ambos sonrieron, el más alto se acerco, tensó su arco y apuntó a mi cabeza.
—Pronto te volverás a reunir con tu asquerosa familia. —Dijo el que se encontraba al lado del que iba acabar con mi vida.
Todos se rieron, excepto el que me estaba apuntando, que me miraba fijamente.
—¡Callaos! Quiero disfrutar este momento. —Tensó aún más el arco y me preparé mentalmente para mi fin...

No quiero tu ayuda | Assassin's creed [SIN TERMINAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora