Capítulo 25: Más secretos

422 25 12
                                    

Connor
—He... He leído tu diario.

—¿¡Qué!?

—Yo...lo siento.

—¡Eso es algo íntimo!

—Lo siento de verdad, yo sólo...

—¡Cállate!

Me miró furiosa, iba a gritarme pero en vez de eso cogió aire.

—Sabías... Sabías que eso es algo privado, algo íntimo y aún así lo leíste.

—Sólo leí dos hojas...

—¡Me da igual, lo leíste sin mi consentimiento!

—Lo siento, entre a tu habitación y vi que el cajón...

—Cállate —me interrumpió llevándose los dedos al puente de la nariz—, no tienes nada a tu favor, no sirve de nada pedir perdón cuando ya has lanzado la piedra.

Salió de la habitación y se encerró en la suya, dando un portazo, cosa que me esperaba.
Intenté abrir pero la puerta no cedió.

«Pero si esta puerta no tiene cerrojo»

—Miriam.

—Vete.

La voz sonó apartada de la puerta, lo que quiere decir que ella no la estaba bloqueando.

«¿Entonces qué

—Abre la puerta por favor, sólo quiero hablar contigo.

—Hoy no Connor, vete, ya.

—Pero podrías de...

—¡Márchate! —me interrumpió.

No, no podía marcharme, sabía que aunque ella me estuviese obligando a irme en realidad quería que me quedase con ella, la conozco muy bien.
Reculé, cogí aire y fui, directo a la puerta.

—¡Connor!

La puerta se abrió, dando un golpe seco a la pared y una silla salió disparada.

—Con que era eso, tenías colocada una silla.

—Vete.

Cerré la puerta y comprobé que no le había pasado nada.

Cogí la silla y me senté en frente de su cama, justo donde estaba ella sentada, mirándome con mala cara.

—Perdón, no volveré a coger tu diario, nunca.

—Ya me da igual.

—Lo que leí, yo... No me lo esperaba, pensaba que ya me lo habías contado todo.

—No Connor, la gente guarda secretos, estoy segura de que tu tampoco me has contado "todo". Vete, ya.

—Sí.
«No Connor, no le has contado todo...»

—¿Y por qué no me hablas de tus misiones?

—Eso lo hago por tu seguridad, no quiero involucrarte en nada de esto, algún día, cuando todo esto termine, cuando logre matar a Charles Lee, te contaré absolutamente todo... Y, ahora, ¿podrías hacerme tu el favor de contarme todo lo que me ocultas? Quiero ayudarte.

—Que te largues.

—No, quiero hacerte preguntas.

Miriam me miró furiosa, parecía que le salían llamas de los ojos, estaba agotando la poca paciencia que tenía.

No quiero tu ayuda | Assassin's creed [SIN TERMINAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora