Capítulo 35: Cosas buenas

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2 meses después...

—¿Te ayudo en algo?

Connor me miró y me dedicó un leve movimiento de cabeza.

—¿Vas a algún lado?

—Sí, estaré con Faulkner.

—Hmm, con que estarás en el Aquila, ¿no?

—Sí.

—Vale, yo me voy a ver a Keira, supongo que nos veremos por la noche, ¿no?

—Volveré por la tarde.

—Ah vale, genial.

Le di un sonoro beso en la mejilla y subí a mi caballo.

Hacía ya un mes que Keira se había mudado a una pequeña casa en la hacienda Davenport, ella trabaja en la posada de Corrine y Oliver. Ethan también ayuda en la posada trayendo cajas de alcohol y barriles de cerveza del puerto a la posada.

Llamé a la puerta, Keira no tardó en abrir.
En sus brazos sostenía a su pequeño, Noah, un precioso niño rubio de ojos azules. Llevaba solo dos semanas y algunos días sin ver a Noah y no veas cuanto había crecido en tan poco tiempo.

—Pasa Miriam.

Entré y fui directa a sentarme en el sofá del salón.

—¿Quieres té? —dijo mientras dejaba a Noah sentado al lado mío.

—Uy, ¿qué haces? —dije mirando a Noah.

—Dejar a Noah contigo mientras hago tu té.

—Vamos a ver, yo he venido aquí a hablar contigo y no a cuidar mocosos, ya te lo estás llevando.

Keira se rió, obviamente sabía que estaba bromeando.

—Pues te aguantas.

Dicho esto desapareció de la sala.

La verdad es que Noah no me molestaba para nada, era un niño muy bueno y tranquilo. En eso se parecía a su padre, que por cierto, ¿dónde estaba Ethan?

Cogí a Noah y comencé a hacerle cosquillas en el estómago.

Keira no tardó en aparecer con dos tazas de té.

—Gracias. —dije dejando a Noah en el sofá y dando un sorbo a la taza.

Keira se sentó en el sillón de en frente.

Ethan apareció en el salón con una cara de dormido que no podía con ella.

—¿Qué tal has dormido? —dijo Keira sonriendo.

—Bien, bueno.

Ethan se acercó a mí y me dio dos besos.

Cogió a Noah en brazos y le dio un beso en la mejilla.

—Dile adiós a mamá, nos vamos a dar un paseo.

—¿Cómo tienes ganas de pasear si te acabas de levantar? —dijo riéndose Keira.

—Ts, porque soy un buen padre que se preocupa de que su hijo se lo pase bien.

—Ah bueno.

Ethan le sacó la lengua y a continuación se rió.

—Anda Ethan, si estás más muerto que vivo, siéntate. —dije mientras me reía.

Ethan se rió y se sentó al lado mía junto con Noah.

—Bueno Miriam, cuéntame, ¿qué tal?

—Bien, muy bien.

—¿Y Connor? —dijo Keira cogiendo su taza y sentándose al lado mía.

No quiero tu ayuda | Assassin's creed [SIN TERMINAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora