Michelle:
Me senté en el filo de la cama sin saber que hacer más perdida que de costumbre acompañada de un largo suspiro me tumbé bruscamente.
-¿Qué mierda me pasa?-pensé llevándome las manos a la cabeza.
Justo en ese segundo recordé que mi móvil,el que tanto andaba buscando,todavía estaba en manos de un desconocido que tenía acceso a mi vida entera literalmente. Guardo todo en ese maldito chisme además de no poner la más mínima seguridad... Rápidamente me dispuse a llamarle saqué el post-it que había encontrado en mi disco en el cual se podía observar un número de teléfono y una posdata:
No te demores.
Me dispuse a llamar. Teclee el número. Respondieron al segundo intento.
-Por fin, esperaba con ansias tu llamada.
El silencio se apoderó de mí, no pude formular palabra ni siquiera asentir, en vano, porque sabría que no podría verme...
Exagerando mil alrededor se congeló. Como si de una película se tratase el teléfono cayó al suelo dejando a si mi mano libre, libre para llevármela a la boca. Maldije, me dispuse a coger el teléfono viendo si este ultimo seguía con vida, un suspiro de alivio me devolvió a la realidad.
-Eres tú-pude decir.
-Claro que soy yo-contestó confuso.
-No, no me refiero a eso...Sino que eres-intenté decir.
-¡Lo descubriste! creí que tardarías más, me equivoqué-exclamó burlón.
-Pe pe pero...
-Pero nada, tranquila no muerdo supongo que ya lo sabes-rió-nos vemos en La Mallorquina a las 9.30 ¿te parece?
-Amo ese lugar, si cla claro, a allí es estaré-dije tartamudeando.
-Entonces brutal a mí también me gusta soy muy fan de la respostería-exclamó entre risas.-Te espero no tardes.
No me dio tiempo a despedirme porque ya había colgado.
Miré el reloj, las ocho y media. Tenía tiempo de sobra.
Cuando ya estaba lista faltaban 15 minutos, cogí el paraguas y me encaminé a la cafetería. Nunca me gusta llegar tarde y lo peor es que siempre lo hago, como de costumbre, ya me estaban esperando. Pude verle de lejos parecía nervioso o eso creo, cuando yo lo estoy no puedo dejar de mover los pies y tampoco los dedos de las manos en este caso él seguramente estaría haciendo algún que otro compás dando pequeños golpecitos en la mesa, normal, es músico.
-¿Puedo sentarme?
-Sí ¿claro no, tu eres Michelle verdad?-preguntó torpe.
-Exacto-reí.
Esbozó una pequeña sonrisa.
Muero cada vez que veo esa sonrisa-pensé.
-¿Cómo te puedo llamar?
-No sé, como te parezca mejor. Mis amigos me llaman Michy o Mich pero la verdad me gusta más Michelle a secas.
-Pues Michelle se quedará.
Sonreí nerviosa.
-Casi se me olvida, toma seguro lo extrañaste-dijo mientras rebuscaba entre sus bolsillos.
Estiró la mano con mi móvil lo cogí, su mano rozó con la mía. Él agacho la cabeza.
Fin del cap de hoy. 💘💘(Lo prometido es deuda,
un capítulo diario a partir de hoy)
Gracias por estar ahí ;)
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¿Los sueños se cumplen? | Juan Pablo Villamil.
FanfictionHoy tengo canciones que me hacen quererlos.«Morat»