Capítulo 21

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Michelle:
–¿Vienes o no?–dije mientras caminaba por el aparcamiento.–¿Villo estás ahí?–él seguía caminando sin responder nada–¡PLANETA TIERRA LLAMANDO A VILLAMIL!
–Eh. Si, ¿qué decías?
–Pensando en las musarañas estabas, dije que si vienes o no.–abrí la puerta de mi coche.
–Claro–abrió su puerta y se sentó en el lado del copiloto–¿y a dónde vamos?
–Eso es secreto Villito.

Solo asintió, encendí el coche, salí del parking y cambié de marcha pero la mano de Juan Pablo estaba ahí y rozó la mía, otra vez esa sensación recorrió mi cuerpo, él retiró su mano.

–Ten, elige la música–le pasé mi móvil–, con este tráfico estaremos donde quiero en unos 50 minutos.

–¡50 minutos! Eso es mucho, anda dime dónde vamos–hizo pucheros, no puedo resistirme a sus encantos, me encantan todas tus facetas Villa.😍

–No voy a decírtelo es una sorpresa.

–Bueno, al menos dime si iremos a comer, estoy hambriento.

—Pararemos en algún autoservicio.

–¿Dónde me llevas Mich?

–Ya dije que es secreto.

Sonaron los primeros acordes de Gravity de Mayer. Villa sonrío al escucharla, miraba por la ventanilla, estaba concentrado en ver pasar los coches y aunque no cantaba se podía notar como vocalizaba la letra con sus labios, sus perfectos labios, él es demasiado perfecto.

Ya faltaba poco para llegar, estuvo bien que Villa se concentrará en las canciones así no estaría atento a donde lo llevaba.
A 500 m tome la salida a Móstoles dijo el oportuno GPS.

–No, dime que no vamos a conocer a tus padres–dijo pareciendo preocupado.

–Claro–mentí–no, es mentira, ellos no estarán solo quería pasar viendo a mis hermanos, les encantará conocerte.

–Quién no quiere conocer al mejor banjista del altiplano cundiboyacense.

Ambos reímos.

–¿Tienes una hermana?

–Sí,¿por?

–Quiero estar preparado para cuando se abalance una niña loca a por este bombón. ¿Cuántos años tiene?

–Lo siento pero su favorito es Isaza. Y tiene 9 años.

–Todos tienen un favorito y no soy yo esto me está empezando a molestar.

–No seas dramático hay miles de niñas que se están muriendo por ti en este preciso momento, además es una niña de 9 años de verdad te importa tanto lo que piense.

–Es una niña de 9 años que es tu hermana, no es cualquiera, tengo que agradarle a tu familia–sonrió–empezaré por caerles bien a esos dos pequeños.

–Bueno casi llegamos, y con que te guste el fútbol ya estás metido en el corazón de mi hermano.

–Será fácil.

Sabía perfectamente dónde iba a estar mi hermano así que entré a la ciudad y me dirigí a mi barrio, aparqué en el parque que había enfrente de mi casa.
Eché un vistazo a las pistas de fútbol y ahí estaba mi hermano, como siempre pateando un balón, a quien más amo en esta vida es a ese chiquito, tiene 11 años ama más que a su vida el fútbol y es raro no encontrarlo allí jugando con chicos mayores.

–JOOOORGEEEEE–grité mientras me acercaba a él.

–Mi mi Michelle, de de detrásm tu tu tuya está VILLA.

Me giré y empezamos a reír.

–Creo que debería explicarte unas cuántas cosas–no podía parar de reír–Juan Pablo, mi hermano Jorge; Jorge, Juan Pablo.

–¿Qué está pasando aquí?

Villa se acercó y le estrechó la mano, Jorge seguía sin comprender nada.

–Pues Jorge, tu hermana y yo somos...

–Amigos–le interrumpí rápidamente–somos buenos amigos, aunque no lo creas.

Ni se te ocurra decir nada le susurré, ya le diré yo.

–Bueno, me voy a jugar, papá y mamá no vienen hasta dentro de unas horas y Valeria está jugando allí–señaló hacia los columpios, la pequeña de la casa estaba bailando con unas cuantas niñas más–tenemos que irnos a casa en una hora y no quiero perder tiempo así que, adiós me voy a jugar.–me dio un pequeño abrazo y le chocó los 5 a Villa
Le lancé una mirada antes de que se fuera, entendió lo que quería decir perfectamente.

–¿Juegas?–dijo mirando a Villa.

–No digas más.

Jorge se llevó a Villa a la pista dónde estaban jugando, empezaron a hacer equipos y los dos cayeron en el mismo , no pude evitar sonreír al ver al más bajito del barrio mandando a Villa para que corriese y ahí estaban los dos niños que más quiero haciendo lo que más les gusta, jugar fútbol.

Me dirigí hacia la zona de juegos, Valeria se abalanzó sobre mí, habían pasado unas semanas de no verla y ya me extrañaba, empecé a darle vueltas como a ella le gusta y su risa me contagió y no pude evitar reír, es linda y no lo digo porque sea mi hermana, siempre está llena de alegría, como todos decimos "Valeria la capsulita de energía". Empezó a hablar de sus clases de danza y todo acerca de la escuela, también de que su mejor amigo le había pedido que fuese su novia, se sorprenderían si les contase todos los romanticismos que pueden llegar a tener niños de 8 años, me habló sobre sus clases de guitarra y que había aprendido a tocar "En Un Solo Día".

–Valeria ven, siéntate, quiero que sepas  algo.

–No me digas que estás embarazada, mamá te matará.

–Estás loca, ¿de dónde sacas eso? Dios santo, los niños de hoy en día.

–Déjate de charlas, ya soy una niña grande.

–Gigante–reí–bueno pues, un chico muy lindo y cuando digo que es lindo es que está hermoso, me pidió que fuese su novia y no pude decirle que no, me hace muy feliz y aunque no llevo mucho tiempo conociéndole lo quiero muchísimo.

–Ajá, si te lastima le pegaré–remangó su jersey y empuñó sus diminutas manos–soy pequeña pero estos huesos pueden hacer mucho daño.

–Niña loca, ya le pego yo si me hace sentir mal, además no creo que lo haga parece ser que me quiere mucho.

–Michelle está enamorada Michelle está enamorada, ¿y cuándo podré conocerle? Me comprará dulces verdad, sino no lo quiero.

–Creo que te agradará mucho verlo, está allí–apunté al lugar dónde estaban los chicos.

–¿Quién? Creo que necesito unos lentes.

–Ven chiquita–la cogí en brazos y me dirigí hacia Villa–él, Juan Pablo. Se soltó de mí, me echó una mirada cómplice y salió corriendo hacia él, lo abrazo muy muy fuerte a lo que Villito respondió con caricias en su cabello y muchos abrazos, la cogio en brazos y empezaron hablar como si se conocieran de años, me acerqué y entonces empezó a gritar.

–Oigan, este es el novio de mi hermana, mis papás dicen que lo suyo también es mío, así que no se acercan a Juan Pablo o se verán con mis puños, si a ustedes les estoy hablando, vi como lo miraban–decía mientras veía con cierta rivalidad a unos niñas de  su colegio, sé que odia a esas niñas y yo no podía parar de reír.

Sí, tengo una hermana que está loca, solo digo que la compramos por internet.

¿Los sueños se cumplen? | Juan Pablo Villamil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora