Luego de estar listas, maquilladas y cómodas, pasan a buscar a los chicos a su camarote. La habitación de ellos desde fuera parece tranquila, Crystal reza a Dios que por dentro esté igual, ruega por no encontrarse a todos tratando de matarse entre todos. Amy toca la puerta de los chicos. Para su sorpresa es Dagobert el que abre, quién viste unos jeans azules, y una camiseta simple blanca con cuello negro.
—Ya estamos listos—dice con una sonrisa adornando su pálido rostro.
Cuando Crystal divisa hacia adentro de la habitación, se percata de que todos están vistiendo jeans azules, tanto hombres como mujeres. Las gotas de lluvia están comenzando a golpear las delicadas tablas del barco, y unos pequeños y cortos sonidos se hacen presentes golpeando la ventana.
—Será mejor que nos vayamos ya, o nos quedaremos aquí—suelta Miguel.
Los siete chicos se dirigen a la sala de control, donde estaría el capitán, probablemente enseñando a su hijo como manipular un barco tan grande como lo es este. Todos siguen a Amber, ella es la única que sabe verdaderamente donde está el hijo del capitán. La cubierta del barco poco a poco se moja con las gotas de agua, y los rayos, truenos y relámpagos que a la distancia se ven y escuchan exaltan a Crystal, ella recuerda que cuando era pequeña su abuela solía prepararle galletas con chispas de chocolate blanco en días tormentosos, era la única forma en que se distrajera del miedo que le tenía a las tormentas.
—¿Podemos apresurarnos? Está comenzando a llover más fuerte—grita Crystal, tratando de disimular su temor por las tormentas. No sabe a ciencia exacta porque les teme, pero ha sido así siempre.
—¡Papá! —se escucha a la distancia, y con las gotas de lluvia golpeando las tablas era casi imperceptible—¡Por favor, abre! —es una voz masculina, de un adolescente de unos dieciocho años, su voz está algo desgastada, como si hubiese estado gritando por horas.
—¡Greg! —exclama Amber al ver a un chico alto y de espeso cabello negro mojado frente a la puerta de la sala de comandos.
—¡Amber! —exclama de vuelta—¿Qué haces aquí?
—Te dije que vendría con amigos—dice Amber.
—Oh... sí—dice Greg mirando detrás de Amber a los cinco chicos— Hola, cómo están—dice con una indiferencia casi imperceptible hacia lo jóvenes.
—¿Qué es lo que pasa? —indaga Amber.
—Mi padre tomó mis llaves del camarote—dice secándose la cara con su camiseta—. Según lo que me dijeron está aquí dentro, pero no me abre, y las ventanas están empañadas por dentro y no logro ver nada.
—Chicos hay que encontrar la forma de entrar—ordena Amber dirigiéndose a sus amigos.
Las puertas parecen cerradas. Crystal cree que Greg exageró cuando dijo que el vidrio empañado no dejaba ver nada hacia adentro, pero no lo hacía, lo que es exagerado era la cantidad de vapor que cubre el vidrio.
ESTÁS LEYENDO
Misterios Profundos [Completa]
Mystery / ThrillerTenía la mejor suerte de todas, amigos que me querían, una familia perfecta, me amaban, no era malo ser yo. Estuve más contenta de ser yo cuando gané un premio para ir a un viaje en crucero con mis cinco mejores amigos. Las que parecían hermosas e i...