Capítulo 4

356 21 1
                                    



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Anonadada, Crystal arrastra a su amigo hacia un pasillo que se encuentra desolado, poca gente que entra y sale de habitaciones, donde el silencio reina y sólo se escucha el mar golpear el barco.

—¿Cómo ocurrió todo? —indaga exaltada, emocionada y algo preocupada.

Landon toma aire y se prepara para contar la historia.

—Estábamos los tres en la habitación, yo me cepillaba los dientes con la puerta abierta mientras Dían y Miguel elegían su ropa para la fiesta en la que estamos, la cosa es que, cuando Dían estaba probándose uno de los tantos Jeans que trajo, se le cayó una foto tuya.

— ¿Una foto mía?

—Shhht...Déjame terminar—dice Landon poniéndose un dedo verticalmente en la boca— Miguel se acercó a la foto, y le preguntó que qué demonios hacia tu foto en su pantalón, y Dían le contestó que no podía olvidarte y le dijo que eras hermosa—la cara de Crystal se transformaba en una mueca de ternura— , y Miguel entre el rencor le contesto de muy mala gana: "Tendrás que quitármela de la cabeza primero" y luego todo fueron miradas de odio entre los dos.

—De verdad que no termino de creérmelo.

—Pero no estoy bromeando, lo digo de verdad.

Durante la noche Crystal no puede sacárselos a ambos de la cabeza, los tiene presentes a cada momento, a veces los ve en la barra, o cerca de la piscina con algunas nuevas amistades que han entablado, pero cuando Crystal se voltea a mirarlos nuevamente ellos están mirándola muy serios. En cierta parte Crystal se siente usada materialmente, se siente como un trofeo que uno de ellos quiere ganar para luego frotárselo al otro por la cara. No recuerda cuando llegó de la fiesta, creyó que llegaría de las primeras, pero al entrar se encuentra con Amy que está acostada y con la cabeza apoyada en las cómodas almohadas.

—Llegaste antes—murmura Amy volteándose para ver la entrada de la habitación.

—La fiesta me aburrió—contesta Crystal dejando sus zapatos altos en una orilla de la habitación— ¿Y Amber?

—La última vez que la vi, estaba conversando con un chico muy apuesto.

—Vaya, sí que es rápida— Crystal entra al baño con su pijama en las manos—¿Y tú, porque te viniste tan temprano? —grita desde el baño.

—¿Recuerdas al chico con el que estaba?

—Ajá—afirma Crystal aún desde el baño.

—Pues me besó.

—¡¿Qué?!— Exclama Crystal asomando su cabeza por el marco de la puerta, se apresura en ponerse lo que le falta de su pijama, y corre hasta la cama de Amy—¿Y entonces por qué estás tan triste?

Misterios Profundos [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora