Misterios Profundos [Completa]

Capítulo 19

Último capítulo.

Poco a poco reacciona. Primero cree que todo fue una pesadilla, pero al tratar de mover sus extremidades, se da cuenta de que todo ha sido real, el dolor es real, sus amigos se fueron de verdad. Levanta la cabeza lentamente, y siente un agudo dolor en su hombro. Abre sus ojos lentamente. La isla ya no es una isla, es sólo un pedazo de tierra quemada que se encuentra en medio del océano. Apoya su brazo derecho en la tierra y luego el izquierdo, pero al poner su mano izquierda contra el suelo, y al cargar su peso en este, siente un agudo dolor. Es su hombro. Cuando lo mira se percata que tiene una barra de metal fina clavada en su hombro. Pero le preocupa el paradero de su amiga. Feith está desaparecida y no da indicios de querer aparecer. Una mirada fugaz hasta las instalaciones secretas, y Crystal se da cuenta que el portal está totalmente destruido, y que ya no queda nada del volcán, todo está dentro de la otra dimensión.

Dían se viene a su cabeza. "Se feliz".

Sus ojos botan lágrimas desesperadamente, sin siquiera pensarlo. Sin permiso sus cuerdas vocales comienzan a gritar, alza su voz hasta tonos que no sabía que podía llegar. Ya casi no piensa en la barra de metal en su hombro, sólo piensa en el agujero que Dían y sus amigos dejaron en su corazón.

Se pone de pie dificultosamente, mientras observa como la isla fue barrida de manera exagerada. Ni un árbol quedó en pie, y el único verde que queda es el de algunas plantas que pronto se marchitarán.

Se toma el brazo herido mientras intenta sacar la barra de metal clavada en su hombro. Al sólo contacto de sus dedos con la barra suelta un grito de dolor desgarrador. Con cada movimiento que hace siente un dolor punzante en su hombro, aunque el dolor del vacío es más grande aún.

—¡FEITH! —grita a todo pulmón esperando una respuesta de su amiga.

—¡CRYSTAL! —escucha como respuesta. Está viva, tiene que encontrarla.

Tras dar unos cuantos pasos, pasando una colina quemada, aparece una figura humana. Es Feith, cojea y tiene la cara llena de sangre. Seguramente ella está igual de malherida que ella.

Feith apresura su paso, mientras Crystal toma la barra y la arranca con brutalidad. Cuando la barra de metal sale completamente, tocando músculos, tendones y huesos, Crystal deja escapar un grito desgarrador que se escucha por toda la isla. Feith se arrodilla junto a ella en el suelo.

—Lo hicimos—susurra Feith mientras la abraza para sostenerla y darle su apoyo.

—Se fue—susurra Crystal en el hombro de Feith.

—Lo sé—susurra de vuelta, mientras en la distancia se escuchan las hélices de un helicóptero que viene en su búsqueda—. Mason también se fue, pero podemos salir adelante—toma la cara de Crystal y seca las lágrimas que corren por sus mejillas—. Somos supervivientes, sobrevivimos y podremos decir con orgullo que lo superaremos, veremos a nuestras familias otra vez.