Capítulo 18

173 12 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los segundos bajo tensión pasan y nada ocurre. Nada fuera de lo común. Aunque los ruidos de uñas contra el metal ya pasaron, aún cabe la posibilidad de que el Thirios vagué por los ductos de ventilación, y ese pensamiento no deja tranquila a Crystal.

—No vuelvas a gritar de esa manera—susurra Crystal apuntando sus dedos aún rojos por la bofetada a Greg—. Si lo haces nos pones en peligro a todos y no correremos riesgos.

—¿Es que no te das cuenta? —dice Greg con tono burlesco—. Todos vamos a morir en esta maldita isla. No hay forma de entrar a ese lugar y presionar el maldito botón.

—Siempre hay una solución—Crystal no muestra su miedo, mantiene su tono de mujer fuerte, el que su madre le enseñó a usar—. Mis padres nunca me dejaron darme por vencida, y si moriré salvando a alguno de ustedes, pues entonces que así sea.

—Crystal, por favor—Greg la toma de los hombros dejando caer el hacha de sus manos. Ésta, al caer, suelta un gran y estruendoso ruido metálico—, abre los ojos, no podremos salir vivos de esta isla, ya lo perdimos todo, nadie nos está buscando, por una vez en tu vida date por vencida, ya deja de tratar de...

Las uñas de Greg rasgan un poco de piel de los hombros de Crystal. Ella se centra en el dolor, y en las leves gotas de sangre de color carmesí que se asoman por la piel abierta. No cae en la cuenta de que Greg está siendo atacado. Tal vez su subconsciente la preparó para no sentir el impacto de la situación, que ya no oyera nada, que sus sentidos se adormecieran para dejar de sufrir. Greg está en el suelo, rogando por ayuda, una fugaz mirada de Crystal al techo le deja en evidencia que las rendijas de ventilación están abiertas, que cuelgan de un solo tornillito que amenaza con soltarse y caer violentamente al suelo. Mira la espalda de Greg, mientras todo pasa en cámara lenta frente a sus ojos, y observa como un Thirios rasga la espalda del chico y muerde los músculos que envuelven la columna vertebral. Observa los ojos de Greg, de ellos salen lágrimas de una forma exagerada. De alguna forma siente el mismo dolor en su espalda. Greg estira sus brazos para que lo ayuden, pero nadie además de Crystal recurre en su ayuda. Toma el hacha y la clava en la espalda de la criatura, esta se retuerce con violencia, pero no da indicios de querer morir. Como advertencia de que se aleje le manda un manotazo a Crystal en el brazo, dejándole un rasguño que pronto se llena de sangre. Es el mismo brazo que tiene el rasguño de la vez anterior, de cuando perdieron a Walter. Al observar su brazo lo ve cubierto de una manta carmesí que recorre con lentitud su antebrazo. Crystal se levanta de nuevo, y aunque Greg ya no está luchando, le clava el hacha en la cabeza al Thirios. No le hace gran daño, pero comienza a gritar de forma descontrolada, y Greg también que aun grita por ayuda. El agujero en la espalda de Greg es profundo, y no hay manera de que se salve. De la nada siente unas tibias manos tomándole el antebrazo cubierto en sangre. Es la mano de Dían que la fuerza a dejar a Greg. Al salir de la oficina, los gritos de Greg aún persisten en el aire, y los de la bestia también. Su cabeza retumba, como si su corazón estuviera en sus sienes. Mientras sale y corre con el corazón en la mano y las lágrimas corriendo por sus mejillas, Feith la empuja dentro de una habitación, dónde todos se meten y esperan a que pasen los Thirios. Le toma un minuto en volver en sí, le es difícil, pero debe hacerlo.

Misterios Profundos [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora