Capítulo 6

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Como pueden, los diez sobrevivientes del crucero, reman a las orillas de aquella isla. El agua salada empapa las manos de Crystal que lucha por impulsar el bote a las orillas, donde se aprecia una cálida arena blanca de corales, playas paradisíacas, árboles frutales, que podrían mantenerlos vivos durante el tiempo que debiesen quedarse ahí.

Los brazos de Crystal no pueden más, sus músculos le duelen y siente como si su antebrazo se fuera a despegar del resto de su codo. Afortunadamente, están a un nivel del mar en donde las olas les proporcionan ayuda para llevarlos a tierra firme. Para Crystal las grandes olas de alguna forma le hacen recordar lo vivido la noche anterior.

¿Qué eran esas cosas? Nunca sabrá si eran animales mutados, o humanos mutados o usados en alguna clase de experimento clínico, o si algún tipo de radiación le hizo eso a alguna población. Pero nada la convence, todo parece ridículo, incluso aún cree estar soñando, pero los dolores que siente la hacen recordar que es real, todo lo que le sucede es real, y que de ella depende quedar viva y volver a ver a su familia. Sus esperanzas crecen al tocar la tibia arena. Estando en el bote había comenzado a preocuparse, pues no tienen con que taparse o dónde dormir. La noche está por caer pronto, no tienen un reloj, pero por la iluminación del sol ella deduce que pueden ser alrededor de las tres de la tarde.

—Estoy agotada—musita Amy mientras baja a gatas del bote hasta la arena.

—No podemos tirar la toalla ahora, hay que levantar una tienda o algo para poder pasar la noche—dice Greg lanzando su cabello hacia atrás.

—Tenemos esa gran funda que cubría las provisiones—apunta Amber. Tiene razón, es lo suficientemente grande y gruesa como para que todos caigan dentro, y estando juntos quizás no pasen frío en la noche. Además, el bote lleva unas cuerdas por fuera que no tienen utilidad, y si eran útiles para algo dejaron de serlo, las olas de la noche anterior parece que arrancaron algo, como salvavidas pareciese ser, y la cuerda ahora está sola y es bastante larga, lo cual es bueno, tiene múltiples usos en la situación en la que los jóvenes se encuentran.

—Crystal ¿Qué hacemos? —consulta Dían, mirando con súplica a la chica. Crystal no se siente bajo presión, cuando debía ir a los campeonatos de montañismo debía acampar al aire libre, y su hermano y su madre se encargaban de buscar palos para el fuego, mientras ella y su padre levantaban la tienda de campaña junto a los demás participantes.

Crystal toma una gran bocanada de aire.

—Amber, Walter, Feith, Mason—manda Crystal—. Vayan los cuatro a buscar leña seca para poder hacer fuego, no piensen siquiera en separarse, pues nadie irá a buscarlos—miente, ella sería la primera buscando a alguno de los sobrevivientes perdidos—. Landon, Miguel, Dagobert—su voz es cada vez más firme, e inspira ese aire de ser una persona que merece respeto—, saquen todo lo que puedan del bote, pero no lo rompan, puede servir más adelante, todo lo que encuentren, las provisiones déjenlas dentro del bote clasificando que es comestible y que es líquido, aprovechen la luz del sol.

Misterios Profundos [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora