Los días pasaron, la graduación paso tan rápido que no nos dimos cuenta cuando se acabó todo.
Hoy era mi último día como estudiante, nos habían entregado toda la papelería, así que la hora que nadie quería hacer.
La hora de desocupar los casilleros.
Esos casilleros que habían sido nuestros por años, ahora serían de los de nuevo ingreso, alguien más los ocuparía y eso me deprimía.
Abrí el casillero, vi todas las cosas, como lo había adornado y me dieron unas inmensas ganas de llorar.
No quería irme, quería quedarme por siempre en este lugar, siendo una estudiante de bachillerato, no de universidad.
Quería estar con mis amigos, no con nuevas personas.
Pero la vida es así, está en constante cambio, nada es para siempre, tenemos que aceptar las cosas que vengan, porque pueden ser que sean mejores.
Primero saqué todos los libros y cuadernos, los eche con cuidado en una caja, después tire toda la basura que había dejado, quité todas las estampas que había puesto sobre mis bandas favoritas.
Al final solo quedaron mis fotos, solo había tres, una era de mi primer día de clases, me veía sumamente feliz, además no tenía la cicatriz.
Me veía confiada, no era la misma persona que era en ese momento, ahora tenía más confianza sobre mi misma, además me amaba y eso era lo importante, además de tener los mejores amigos del mundo.
La segunda foto era una donde salíamos los cuatro sonriendo, Jessie y yo estábamos sacando la lengua mientras que Dylan y Riley estaban serios.
Habíamos decidido que las chicas sacaríamos la lengua mientras que los chicos posarían serios, habíamos tardado tanto en tomarnos la foto porque los chicos no paraban de reírse.
Ese día fue uno de los buenos.
La última foto era una de Riley y yo abrazándonos en el aeropuerto, Jessie no la habíamos tomado y días después me la regaló.
Riley había pensado en todo, logró que los maestros le aplicaran el examen final antes de irse, así que él no estuvo con nosotros, mientras nos matábamos estudiando.
No me había hablado desde que se había ido, platicábamos como una hora por día, él decía que sus papás querían que él pasará más tiempo con ellos, ya que en algunos meses se iría a la universidad.
Comprendía eso, mi madre también pasaba más tiempo conmigo, aprovechando cada minuto.
Deje las fotos en la caja, después le puse la tapa a la caja para que no se mancharan o les pasara algo malo.
Observé el casillero, para verificar que no me faltará nada. Estaba en blanco como cuando me lo dieron por primera vez.
Solté una sonrisa y después lo cerré por última vez.
Caminé por el pasillo para irme a casa, Jessie y yo nos quedamos de ver afuera en mi auto, caminé viendo todos los pasillos, de alguna manera este lugar me había dejado tantas buenas experiencias y decir adiós era sumamente doloroso.
—Lo único bueno de irse de este lugar es que ya no voy a ver a ciertas personas.
Al escuchar esto mi instinto decía que fuera y le partiera su mandarina, pero no quería que mi último día fuera arruinado por personas huecas.
Así que seguí caminando, mientras miraba todo como si tratara de recordarlo tal y como era para algunos años más.
—Que tengas un muy hermoso verano, bestia.
Ignórala, a esas personas no puedes discutir, es mejor quedarse callada y seguir con tu camino, además es la última vez que la verás.
Sonreí ante tal pensamiento.
Pero mi sonrisa se borró al recordar que siempre habrá personas como ella. Trate de sacar esos pensamientos de mi cabeza y seguí caminando.
—Vez, te dije que Riley huiría de ti cuando tuviera la oportunidad.
Cuando dijo esto me di vuelta y caminé hasta en frente de Mandy.
— ¿Qué has dicho?
—Dije, que Riley huiría de ti cuando tuviera la oportunidad.
—No sabes nada. —Dije.
—No, al contrario, de seguro se hartó de ti y se fue a buscar chicas más lindas.
Me dieron tantas ganas de golpearla, entonces voltee a mi alrededor y vi que las personas se detenían para vernos, querían una pelea, querían que la golpeara.
Entonces me di cuenta que si reaccionaba de forma agresiva sería lo que ellos me habían dicho por años... Una bestia.
Me relajé y solo le sonreí.
—Sabes Mandy, de la persona que él estaba harta era de ti, de personas huecas y superficiales que lo único que saben hacer es atacar a las otras personas, ¿Por qué me molestas?
—Porque eres fea y las personas feas no deben de estar entre los bonitos.
—Eso es lo más estúpido que he oído en toda mi vida, lo más ridículo de todo esto, es que si no hubiera conocido a Riley, te hubiera creído, pero él me quitó la venda de los ojos, abriéndome la puerta a la realidad....
Sentía como sonreía, porque por primera vez estaba haciendo algo que no me atreví a hacer.
—Donde la belleza exterior no importa, porque lo que en realidad importa es lo que llevas a dentro y aunque tenga esta horrible cicatriz —Dije recogiéndome el pelo y dejando ver la cicatriz. — soy hermosa, porque me siento bien conmigo misma, porque me encanta como soy y no quiero cambiarme nada, mientras que tú nunca estarás satisfecha contigo misma, era tu amiga y sé que te has operado más de 3 veces, en algunos años ¿Cuántas cirugías no te habrás hecho?
Ella solo me hizo una mueca mientras todos me miraban asombrados, muchos aprobaban mis comentarios, mientras otros me insultaban y decían que yo comentaba todo eso porque era fea.
—Además la belleza exterior tarde o temprano se irá, porque si logramos seguir vivos dentro de unos 60 o 70 más, seremos viejos y arrugados.... Y lo único que quedará es la belleza interior, pero además de eso las personas que en realidad te amaron por como eras, personas reales que te conocieron y no te dejaran solo cuando seas fea o tengas una cicatriz.
Jessie estaba observando en primera fila, ella estaba llorando, supongo que por todo lo que estaba diciendo.
—Porque la cicatriz me salvó, gracias a ella conocí a increíbles personas como Jessie, mi mejor amiga, alguien que no me juzga o se burla de mi cicatriz, si no que en todo lo que hemos sido amigas, nunca me ha mirado de manera despectiva por culpa de la cicatriz, Dylan un chico que al principio no hacía más que insultarme pero al final se convirtió en un buen amigo y por último Riley, él chico que me dijo que era hermosa, alguien que me abrió un nuevo mundo, alguien con quien siempre estaré agradecida. Porque prefiero ser una persona fea o bestia que ser una hueca y superficial como tú.
Cuando dije esto último solté un gran suspiro.
—Así que espero que recapacites y que tengas un bonito verano.
Caminé, mientras ella se quedó callada
Jessie me alcanzó y me dio un fuerte abrazo.
—Alexandra estoy tan orgullosa de ti, eres increíble.
Yo solo sonreí.
—Sabes hayas dicho eso, para mí siempre serás una bestia. —Dijo Mandy.
Iba a caminar, cuando Jessie me detuvo.
—Ya que tú no la golpearas, yo lo haré.
Iba a decirle algo, cuando Jessie caminí hasta Mandy, después le dio un puñetazo en la nariz, ella se cayó y después vi cómo le salía sangre.
La verdad se lo merecía.
—Listo, vámonos.
Solté una risita y salimos del instituto.:.k
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Broken Hope #1 (Saga Broken)
Teen FictionElla era fría como la nieve. Él era cálido como el fuego. Ella escondía secretos. Él amaba los secretos. Ella era solitaria. Él era social. Ella odiaba la vida. Él era vida Ella era una bestia. Él era hermoso.