Riley.
En todas las siguientes clases, todos se me quedaban viendo, algunos decían que yo era el novio de Alexandra, muchos parecían sorprendidos al ver que "Alguien guapo" salía con ella, sinceramente decidí ignorar todos esos malos comentarios.
El profesor de matemáticas había faltado, así que tenía hora libre y me sentía sumamente feliz, las matemáticas nunca había sido lo mío.
Me senté en el pasto, saqué mi laptop, la encendí y me conecté al internet.
Entré a internet y vi que tenía un correo, lo abrí y comencé a leer.
Hola Riley:
Por si no sabes quién soy, soy tu madre, lamentó no haberte podido llamarte, aquí las cosas se han vuelto más tensas y locas.
El divorcio está siendo demasiado pesado, pero ahora hemos progresado, logramos estar 10 minutos sin pelear.
Espero que te guste Los Ángeles y que te lleves bien con Alejandra o como esa joven se llamé, escríbeme pronto.
Con cariño, tu madre.
Reí al leer el mensaje, le di click en responder, inmediatamente se abrió una nueva ventana, donde estaba blanco.
Comencé a escribir.
Hola, madre:
Me alegro que ahora duren 10 minutos sin que se traten de matar, yo estoy bien, así que no tienen nada de qué preocuparse.
La hija de tu amiga se llama Alexandra y es una joven encantadora, ella tiene una cicatriz en el rostro, pero eso la hace más hermosa.
Tengo dos nuevos amigos, Dylan y Jessie.
Los Ángeles es una ciudad enorme, además de ser hermosa y muy calurosa.
Salúdame a mi padre y espero verlos pronto.
Los quiere, su hijo.
Lo envié, mientras que Mandy se sentaba a un lado mío.
Cerré rápidamente la laptop y la guardé en mi mochila, me iba a ir lejos de ella, pero Mandy habló.
—Riley, solo escúchame.
—No quiero escucharte Mandy, ya no tenemos nada de qué hablar.
—Riley, por favor.... Tú me gustas mucho.
—Pero a mí no, escucha eres muy lida y sé que podrás conseguir a cualquier chico que quieras, pero por favor, déjame en paz.
Caminé lejos de ella, sinceramente no quería hablar con ella, se había portado muy mal con Alexandra.
Sonó la campana anunciado el receso, guardé mis cosas en el casillero.
Caminé a la cafetería donde Alexandra ya estaba sentada con Jessie y Dylan.
Al principio me sorprendí ya que nunca pensé que Dylan se sentará con ellas.
Me senté junto a Alexandra.
—Hola, ¿Qué hay?
—Hola. —Dijeron los tres al mismo tiempo.
Ellos siguieron comiendo y platicando.
—Riley, recomiéndale un libro a Alexandra, ya que a ella no le gusta leer, creo que nunca ha leído un libro. —Dijo Jessie.
Alexandra me miró y sinceramente yo la miré con un poco de asombro, sinceramente yo desde que era pequeño había leído, no sé de donde he sacado esta fascinación, pero desde pequeño había estado rodeado de papel y letras, haciendo que cada palabra me hacía volar.
— ¿Es real?
—Sí. —Dijo ella.
—Bueno te recomiendo empezar con libros con sencillos, como El principito, La metamorfosis o El diario de Greg.
Ella asintió con la cabeza.
Al terminar de comer me fui a la biblioteca donde estaba tranquilamente, cuando llegó Mandy.
—Hola, Riley.
—Mandy....
—Shhh. —Ella puso el dedo en mi boca y se acercó peligrosamente. —No digas nada.
— ¿Qué?
Antes de terminar esa frase ella me besó yo trate de empujarla para que se alejará de mí, cuando escuché una voz.
— ¿Riley?
Voltee y vi a Alexandra en la puerta.
—Ale....
—No digas nada, ya vi suficiente.
Ella se fue dando grandes pasos.
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Broken Hope #1 (Saga Broken)
Teen FictionElla era fría como la nieve. Él era cálido como el fuego. Ella escondía secretos. Él amaba los secretos. Ella era solitaria. Él era social. Ella odiaba la vida. Él era vida Ella era una bestia. Él era hermoso.