Broken Hope #1 (Saga Broken)

Capítulo 3

HOLA, bueno como habrán visto cambié de nombre al libro, eso es todo, espero que les gusté la portada, el nuevo titulo y el capítulo.

Riley.

Después de eso el día fue demasiado normal, salí de clase y corrí prácticamente al estacionamiento porque ya era muy tarde y de seguro Alexandra me había dejado.

Me sentí aliviado cuando vi el carro, disminuí el paso, llegué y abrió la puerta, entré y ella estaba escuchando "Like That de Jack Jack"

— No sabía que te gustaba esa clase de música.

— Tú no me conoces. — Dijo ella.

— Lo sé, creo que deberíamos de conocernos, ya sabes viviremos juntos por tiempo indefinido y sería asombroso que fuéramos amigos.

— Yo no creo en la "Amistad", todo el mundo es egoísta y solo piensa en sí mismo.

— Pero todos debemos de tener por lo menos un amigo. —Contraataque.

Ella sólo encendió el carro dejando nuestra discusión y sumergiéndose a la canción, además de cantarla.

Llegamos a la casa, ella puso el freno, se quitó el cinturón y se fue. Yo agarre mi mochila y la seguí hasta adentro.

Entré a mi cuarto y me acosté, sinceramente no me gustaba estar aquí, quería volver a mi casa, con mis amigos y con mis padres, aunque pelearán todo el día.

Saqué mis cuadernos y comencé a hacer mi tarea.

Paso más de una hora y mi estomagó exigía comida, baje al comedor y estaba solo, así que decidí entrar a la cocina, estaba vacía, me acerqué al refrigerador, después de buscar, no había nada.

—Buscas comida.

Salté tirando la lata de frijoles.

Voltee y vi a Alexandra parada.

— Me has asustado.

— Lo siento, no fue mi intención.

— No te preocupes.

Ella se acercó.

— No hay comida.

— Nop — Dije remarcando la "P"

— Que tal si pedimos pizza.

— O que tal si vamos.

Ella negó con la cabeza.

— No, si gustas puedes ir, escuché que hay una pizza a unas cuadras.

— Iré pero tu irás conmigo.

— No... No iré. —Dijo ella.

  — Vamos, ¿Qué puede salir mal?

Después de mucho discutir ella accedió, bajó con un short y una blusa de tirantes, su pelo rizado caía sobre su la mitad de su cara.

Moría de ganas de preguntarle porque se cubría la cara con el pelo, pero creo que es un tema delicado para ella, así que mejor me quedé callado.

Ahora el viaje de la casa a la pizzeria fue mejor, yo no paraba de hablarle, mientras ella sólo me veía con asombro y en muchas veces se reía.

Llegamos y había muchos de la escuela, ella estacionó el carro y bajamos, nos sentamos en una mesa alejados de todos y pedimos una pizza de pepperoni, yo seguía hablando y Alexandra solo escuchaba, nos trajeron la pizza y comimos, hasta que Mandy se acercó a mí.

  — Hola Riley.

— Hola Mandy.

Ella no saludó a Alexandra y se me hizo un gesto descortés.