CONFECIONES EN MEXICO

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El agua caliente caia sobre sus hombros y resbalaba a chorros por su espalda hasta caer al suelo de la ducha. Habia sido un viaje demasiado largo de sorlportar y apenas habia podido salir airoso de el. Como si Taiki y Yaten ubiesen querido castigarlo, le habian dejado el lugar junto a Serena. La tuvo a escasos centimetros, sintio su respiracion apagada mientras dormia, vio sus labios entre abiertos gritandole un beso... y no habia pasado absolutamente nada. Ni una palabra siquiera.
- ¡Eres un imbecil! - se grito a si mismo mientras golpeaba la pared mojada.
El regresar a su apariencia masculina habia intensificado el sentimiento de amor por Serena. Era peligroso, lo sabia, solo se puede tener poderes si eres una Sailor, y eso solo podia ser si eras mujer. Si alimentaba su lado masculino, perderia todo.
- Todo bien? - pregunto Yaten al verlo salir de la habitacion secandose el cabello.
- Si. Mejor que nunca. - y se dejo caer sobre el sofa.
- Recuerdas lo que hablamos...verdad? - intervino Taiki.
- Vaya! Ultimamente a todos les importa mucho mi vida. - respondio ironico.
- Es por tu bien - recalco Taiki - eres importante para nosotros. No queremos que se repita lo de la ultima vez. No queremos que sufras.
- Pues que crees? - y lo miro ironico a los ojos - ya estoy sufriendo.
- Ella esta casada... es una reyna... y tu eres una Sailor. No es pocible...
- Lo se...lo se... pero que puedo hacer? Si ubiese una forma de estar con ella...
- Y crees que el rey Darién te deje el camino libre?
Seiya se cubrio el rostro. Estaba desesperado. Tenia que obligarse a limitar sus impulsos.
- Les prometere algo... - dijo finalmente - no intentare nada. Me concentrare en la busqueda del Ko - Jutsu... pero si en este tiempo, el destino me da una oportunidad... no pienso desaprovecharla...asi tenga que renuncia a todo. Escucharon?
- Todo? - Taiki cuestiono para estar seguro.
- Me incomoda tus sentimentalismos - bostezo Yaten. - ire a dar una vuelta por el hotel.
- Ten cuidado con las fans... - recordo Taiki, pues si llegada al aeropuerto de mexico habia sido caotica. Aunque habian intentado pasar desapersividos, la ola de jovencitas se avalanzaron a ellos entre gritos, besos y cartulinas con frases de amor.

Con las manos en los bolsillos del pantalon de mezclilla, Yaten recorria los lugares de aquel lugar. Pero no encontro nada de su interes. Un enpleado le informo de la alberca exclusiva para los huespedes de las suites que se hayaba en el techo, y la idea de estar solo no le disgusto en absoluto.
La alberca estava levemente iluminada por diminutos focos al rededor, que hacian lucir la estancia sumamente intima. Entre palmeras, arbustos y enredaderas, aquello parecia un autentico rincon paradisiaco.
Sonrio contento. Pero apenas habia dado un primer paso, cuandi la silueta de una joven lo alerto.
Dudo por instantes si acercarse o no... pero al final algo lo impulso y pronto estuvo de pie junto a ella.
- Va a resfriarse - le dijo secamente. Ella levanto la mirada y sonrio ingenuamente.
- Soy fuerte. No pasara nada. Quieres sentarte? - Yaten dudo pero aun asi lo hizo - Mete tus pies al agua... te relajara...
- Asi estoy bien, gracias.
- Como gustes...pero... no me trates con propiedad... tu y yo hemos pasado muchas cosas antes, los formalismos sobran. No crees?
Yaten miro la miro. Aquellas palabras le sorprendieron. Realmente era Serena Tsukino? La que el habia conocido tiempo atras? Podria ser... tenia las mismas coletas rubias, la misma complexion, los mismo ojos azules....pero habia algo mas... sus ropas eran mas reveladoras, como ese short y ese top de hombros descubiertos, sus palabras eran mas cuidadas, su voz tenia la seguridad de una mujer... habia madurado.
- No creo adecuado tutear a una reyna...
- Antes no era una reyna...era solo Serena. Y aveces desearia seguir siendolo.
- No deberia tener nostalgia por el pasado. Tiene un precente esplendoroso...y cuando recuperemos el Ko - Jutsu, el futuro sera perfecto.
- Hay Yaten! - suspiro ella con la voz quebrada y una lagrima escurriendosele. - Como quisiera que lo que dices fuese cierto. - y no pudo mas. Dejo salir las lagrimas que llevaba guardando desde hacia tiempo.
- Serena...
- Soy tan infeliz! - Yaten se paralizo al verle los ojos - soy un fracaso. No pude consolidar el Nuevo Milenio de Plata, mi matrimonio con Darién es una farza, estoy mas sola que nunca... pense que podia ser fuerte...pero no lo soy... nunca lo he sido...
- Eres una excelente reyna - le dijo el con determinacion - y no lo digo por hacerte sentir bien. Es lo que he visto. Has hecho un buen trabajo. En cuanto a tu matrimonio, una pelea no significa nada...seguramente...
- Darién y yo nos hemos separado definitivamente. - lo interrumpio ella. Yaten se quedo pasmado. No lo ubiese imaginado - Desde hace mucho tiempo nuestra relacion ha estado mal. No se que paso...solo... ya no eramos los mismos. Por eso me envio connistedes, lejos de él. En el aeropuerto... nos henos dicho adios. Si salimos de esto, cada cual hara su vida por separado, y si no... viviremos el poco tiempo que nos quede al maximo. Eso fue lo que nos prometimos. Aunque claro, preferimos mantenerlo en secreto, no queremos inestabilizar algo en los demas.
- No se... no se que decir. Todos teniamos otra imprecion...creiamos...
- Nada es tan perfecto como parece Yaten...nada. - sonrio levemente. Se limpio las lagrimas poco a poco y miro el cielo. - es una hermosa noche. Aunque no haya luna...
- Lo amas? - pregunto Yaten. Esa pregunta salio de su boca disparada sin pensar. Queria estar seguro de algo. - sigues amando a Darién Chiba?
- Viniendo de ti esa curiosidad me parece extraña. Pero... la verdad es... que lloro el fracaso y la perdida del tiempo... mas no porque mi corazon se haya roto. Me duele, si, Darién significa para mi muchas cosas...pero... creo que nada volvio a ser igual desde que....
- Desde que? - pregunto el sin aliento. Queria escucharlo. Pero Serena solo le sonrio tiernamente.
- Eso es otro secreto que me guardo... - susurro divertida y rio como una niña que ha hecho una travesura.

Yaten se puso en pie. Ninguno de los dos dijo algo mas. Mientras regresaba a ala habitacion, pensaba en lo que ella le habia dicho. Porque le habia confiado a èl sus intimidades? Podia ser porque no habia tenido oportunidad de desahogarse, o porque estaba segura que el no diria nada. Conocia su hermetismo y eso le ubiese dado confianza... si...eso debia ser.
- A donde te habias metido? - la voz de Seiya lo asusto. - jaja que distraido vienes...todo bien?
- Si. Todo bien.
- Donde fuiste? Te busque, queria salir a pasear contigo... pero no te encontre asi que estuve en el bar solo...
- Con alguna fan?
- Con muchas fans... - dijo egolatramente. Parecia mas tranquilo y el mismo de siempre. - y tu? No me has dicho en que rincon te has ocultado...
- Estuve... estuve en la alberca de la azotea... aunque no ha sido algo que yo disfrutase del todo...
- Porque? Que ocurrio que te puso tan de malas?
- Sabes bien que odio las cursilerias, y a la reyna Serena se le dio por hablarme de lo maravillosa que es su vida al lado del rey Darién. - Seiya miro a los ojos de Yaten, que pronunciaba cada plabra con indiferencia y aburrimiento - no ha pasado ni dos dias y ya lo extraña... nunca terminare de entender ese lado humano que tienen...
- Ya veo... - murmuro Seiya bajando la mirada. Respiro hondo unos momentos e intentando mostrarse alegre continuo - me ha dado por escribir una cancion nueva. Creo que si henoa de regresar a nuestras apariencias de cantantes, debemos pensar en retornar con algun material nuevo...
- Recuersa a que venimos... esto eata de mas...
- No seas agua fiestas! - rio Seiya. - ire a escribirla ahora mismo. Con suerte y la tendre para antes del concierto de mañana.... te veo luego!

Yaten lo vio desaparecer tras la puerta de la habitacion con la sonrisa fingida.
- Lo siento. .. - dijo al aire. - pero esto no puede ser...
E inconcientemente miro hacia el pasillo que conducia a la alberca de la azotea en donde habia dejado a Serena.

Por su parte. Seiya se encerro en su habitacion y escribio cada palabra de la cancion que rondaba en su mente.
Esa seria su forma de reconfortarse a si mismo. Sin ebargo, habia trabajo tan arduamente que se quedo dormido por instantes y ahi estaba nuevamente ese sueño que de toda la vida le habia perseguido:
La figura de un hombre sentado en el centro de una constelacion, vestido de armadura y portando una espada bastante peculiar... pues tenia en el mango, incrustada, una enorme piedra redonda en color turquesa.
La imagen era borrosa... no se distinguia nada...

Y desperto, sintiendo un judo en su garganta y la piel siendo recorrida por un escalofrio.
Nunca le habia contado a nadie de esos sueños, pero quiza era tiempo de hacerlo... quiza era tiempo de saber que significaban...

Sailor Moon: Antes Del Ultimo PúlsarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora