Sailor Moon: Antes Del Ultimo Púlsar

¿ES ELLA?

El pulsar número siete había aparecido aun con Sores arrodillado ante el cuerpo de Zyper.

Esta vez la tierra no se sacudió, ni el aire se volvió más denso. Todo continuaba en completa calma, salvo por el cielo que se había arremolinado en nubes negras y un ligero esplendor de aquel pulsar, que se confundía con el de la luna.

Mientras ayudaba a sus amigos a recuperarse de aquel enfrentamiento, Serena no pudo evitar ver como Fireball abrazaba con ternura a Sores. Tampoco pudo evitar sentir una punzada de envidia. ¿Porque ella no pudo ser así de feliz con Darien? ¡Darien!... era la primera vez en días que pensaba en él. Incluso, lo había olvidado por completo. Se dedicó en cuerpo y pensamiento a cuidar de Seiya. ¡Seiya!

Dejo a Mina, Lita y Rei juntas y recuperando el aplomo, mientras ella corría hacia la casi destruida casa y se dirigía a la habitación en donde él se encontraba.

Abrió la puerta abruptamente. La estancia estaba en silencio y en completa oscuridad. Avanzo a pasos lentos para no despertarlo. Apenas podía ver su silueta descansando. No había despertado en aquel tiempo, salvo por algunos breves instantes que parecía abrir los ojos y luego de inmediato volver a desmayarse. La des transformación estaba durado más de lo que había pensado.

Encendió la luz de la lámpara que estaba junto a la cama y de inmediato, el reflejo de luz dejo visible la silueta de Diamante.

- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? – le pregunto ella dándole la espalda, con voz tranquila, mientras limpiaba el rostro de Seiya con un pañuelo.

- Desde que se inició la pelea. ¿Quién cree que ha traidor a Zyper hasta aquí? – una sonrisita se escuchó – Veo que hay una estrella que se ha apagado... ¿Qué se siente ser la culpable de ello?

- ¿A eso se reducen tus ataques? ¿A simples palabras?... esperaba más de ti.

- Yo sigo esperando más de ti... - y Serena pudo sentir la respiración de Diamante en el cuello. – Yo aún espero todo de ti... - y sintió un beso apasionado que se deslizaba hasta el lóbulo de su oreja. El rostro de Seiya seguía inexpresivo. ¿Cuándo despertaría? Mejor aún... ¿Lo haría? ¿despertaría?

Movida por un impulso se giró y sus labios encontraron los de Diamante. Él pareció sorprendido, pero correspondió ágilmente, y cando más apasionado estaba, ella lo abandono.

- Toma eso como una muestra de lo que jamás vas a tener... - le murmuro. Antes que reaccionara con furia, Serena ya lo había lanzado con un ataque severo por la ventana.

Diamante impacto contra el suelo ante la mirada de todos.

- Desgraciada... - gruño entre dientes. Al instante, ya se encontraba rodeado por las Sailor Scout, Haruka, Michiru, las Starlights y Sores. Un segundo de silencio, y la pelea inicio.

- ¡Tienes que despertar Seiya! – gritaba Serena intentando hacer reaccionar al joven. – Tenemos que movernos. El pulsar ocho no debe tardar en aparecer... ¡Seiya! – pero él no respondía.

- ¡Deberias rendirte! – le Grito Haruka a Diamante

- No podrás con todas –reafirmo Michiru.

- ¿Así lo creen? – y en el momento en que Diamante ataco, haciendo que de la tierra surgiera una explosión que lo removió todo, Neherenia apareció e hizo lo suyo, atacando por la espalda.

- No puedo dejarte solo ni un momento, ¿verdad Diamante?

- Lo tenía todo bajo control – respondió divertido, como si aquello fuese un juego.