Sailor Moon: Antes Del Ultimo Púlsar

LOS DESEOS TIENEN PRECIO

- ¡Demonios Fireball! ¿Como pudiste perderlo?
- ¡Estaba desesperada por revivirte!... ¿Recuerdas? Solo queria ayudar...
- ¿Ayudar? ¡Pues mira como has ayudado!
Los gritos de ambos hacian eco en las entrañas del caldero madre. Kikr se tronaba los dedos nervioso ante la escena, mientras Zyper parecia indiferente aunque en el fondo, se alegraba por ello.
- Regresaras a tu planeta y aguardaras alli hasta que esto se solucione.
- ¿a mi planeta? - pregunto ofendida - ¿olvidas que ha quedado en ruinas?
- Entonces al mio. Estaras oculta alli. Dudo que regresen. Y Kikr podria hacerte compañia.
- ¿Y tu? - un dejo de amor se dejo sentir en su voz.
- Ire a la tierra a buscar a los monarcas del Milenio de Plata. Debemos estar unidos.
- Dejame ir contigo...
- ¡No! - grito tajante Sores - Ya has ayudado demasiado. Ahora las cosas seran a mi modo.... Kirk, regresaras con la reyna a Sorenson y se ocultaran en la camara de panico.
- Como ordene señor...
- Ire a explorar el resto. A mi regreso, tu y yo nos iremos a la tierra... - dijo señalando a Zyper que obedientemente le reberencio. Fireball lo miro llena de lagrimas. Nunca habian peleado, y se sentia fatal. Algo no iba bien, algo estaba de mas. Lo siguio llamandolo por los tuneles de aquel lugar haciendo que su voz se esparciera...
- Tuviste algo que ver?
- No se a que te refieres. - Zyper bufo molesto. - como podria yo interferir entre ellos?
- Le has llenado al rey la cabeza de cosas feas respecto a la reyna. No es así?
- Kirk... yo no soy el consejero del rey... no es mi oficio sugerirle que hacer o no.
- Porque la odias? Que te ha hecho? Es la reyna! ... ella...
- Ya se que es la reyna! - grito saliendo de si mismo - pero no es la reyna que nuestro pueblo merecia.
- Es la que el rey ha escogido.
- Y de que ha servido? Solo ha traido problemas...
- Revivio al rey...
- No sabe ni como lo ha hecho. El Ko - Jutsu solo ha cumplido el deseo y ya... no fue gracias a ella...
- Te desconozco - Kikr lo miraba y vio en él los ojos inyectados en sangre, la boca seca, el cabello alborotado, ojeras negras y marcadas. Se estaba comvirtiendo en mostruo? - Dime que has hecho para separarlos?... ¡¡Dime!!
Pero Zyper no respondio. Le miro intentando controlar la furia que sentia crecer dentro de si.

Los Three Ligths lo habian hecho otra vez. La cancion que Serena cantaba llegaba por medio de la radio o tv encendida a cualquier rincon del mundo. A lo largo de este tiempo se habian podido equipar y habian acondicionado una habitacion de la casa para hacerla como estudio de gravacion desde donde se sintonizaban con cualquier canal disponible.
La oscuridad se habia hecho permanente. No sabian ya cuando era de dia o de noche. Vivian a base de luz electrica y los viveres que administraban en dosis pequeñas. Todo eso le parecia a Serena una especie de pelicula apocaliptica. Incluso, en mas de una ocasion se habia despertado sintiendo que todo era un sueño, pero volvia a la realidad al verse envuelta en los brazos de Seiya, y el recuerdo de haber hecho el amor unas horas antes, era lo unico que sentia real.
Pero habia algo mas.
Algo que la hacia sentirse confundida y no sabia explicar.
Sentia el deseo de ver a Darién. De hablarlo. De saber de él. Y tambien de las chicas, ¿Porque no?... pero él, todos sus pensamientos terminaban en Darién. Era como si el haberse separado no fuese lo correcto.
- Bombom?
- Si? - intento parecer tranquila. La azotea de la casa se habia convertido en su rincon para meditar. Desde alli podia ver el orizonte y el caos a lo lejos. Las alarmas, los gritos, la catastrofe.... deseaba salir y ayudar. Regresar a sus años de Sailor y transformarse. Pero Taiki habia sugerido que sr mantuviese oculta. Sus poderes de soberana de la Luna serian utiles en alguna batalla.
- Otra vez pensativa? - el rostro de Seiya asumio esa angustia que ella sobrellevaba.
- Pensaba en las chicas...
- Y en Darién....
Seiya lo intuia.
- Es inevitable. Los poderes de la luna aun estan vinculados a èl.
- Lo sé. Y no puedo repropchartelo.
- Seiya...
- Bombom... - empezo diciendo mientras se sentaba al borde del techo y dejaba colgar sus pies al basio - te he amado desde siempre. Eres la unica a la que deseo amar y con la que quiero compartir la vida y lo que hay despues. Sé que es lo que quiero en mi vida. Renuncie una vez a ti por voluntad propia. No hare eso de nuevo... pero... tampoco voy a obligarte.
- No me estas obligando...
- Quiero que estes conmigo, segura de lo que sientes por mi. No soportare pensar en la idea de compartirte en pensamientos... - la voz era seria, autoritaria, aunque sin dejar ese toque dulce y comprensible tipico de él - decidas lo que decidas... conmigo o con Darién... siempre voy a amarte.