Sailor Moon: Antes Del Ultimo Púlsar

UNA CANCION DE AMOR

Perdona si no puedo ser sincera.
Solo en mis sueños te lo confieso.
Mil pensamientos giran en mi mente.
Corto circuito me causaran.

Ahora mismo quisiera verte
Y asi llorar esa luz de luna
La luz de luna no me deja hablarte
Quiero saber que puedo hacer.

Un caleidoscopio es mi corazón
Luz de luna guia mi amor.

(CORO)
En el jardin de la constelacion
Retorno a uno y le pregunto
Por el destino de mi amor
Bello romance creo en ti.

Daria todo por volver a verte
Ahi en mis sueños si puedo tenerte
En mi pasado, presente y futuro
Solo a ti me dedicare.

Y hare explotar el volvan que hay en mi interior
El mismo dia que te conoci.

Suelo buscarte entre un millon de estrellas
Y de inmediato siempre te encuentro
En el amor yo todavia creo
Es el poder que da el amor.

Se que es un milagro lo que viene a mi
Cuando nos reenconteemos aqui.

(CORO)

Se que el milagro se dara.
Es el milagro del amor.

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Serena bajo del escenario aun nerviosa y con las manos temblando. Cantar nunca habia sido uno de sus dones, pero...¿Tenia opcion?
La bella cancion que Seiya habia compuesto en cuestion de horas se habia convertido en un himno en México y Latinoamerica. Su fama les habia abierto las puertas de inmediato y pronto habian podido accionar ante la catastrofe.

La habia compuesto con un mensaje esperanzador de amor y habian puesto a Serena a cantarla para que con sus poderes de soberana de la Luna pudiese tranquilizar a los humanos y evitar las guerras que ya habian comenzado entre los paises.
Habia funsionado. Apenas escuchaban la melodia, todo volvia en calma, y un impulso de fraternidad se exparcia, la alegria podia notarse pese a la oscuridad del cielo que continuaba extendiendose.

- Lo he hecho bien? - pregunto tronandose los dedos.
- Perfecto - sentencio Yaten. Pero Serena necesitaba la aprovacion de alguien mas, del verdadero creador de ello. Seiya la miro de pies a cabeza, la habian enfundado en un vestido de seda blanco rebordado en perlas que la hacia lucir como un angel. Esa era la intencion. Lo que deseban que ella proyectara.
- Has sido un angel... digno de alguien como usted... - paso a su lado quitandose el microfono de manos libres, obligandose a alejarse de aquella tentacion.
Para una mayor seguridad, se habian trasladado a una casa en renta a las afueras de la ciudad. A nivel mundial se habian suspendido los vuelos por lo que salir de Mexico no era opcion. Los conciertos se expandian por television y radio siendo los unicos medios de comunicacion funsionales.
De esa forma, habian podido llevar una ficticia tranquilidad a otros lados.

Seiya cerro la puerta de su habitacion apenas llegar a casa. De un tiempo a la fecha habia le costaba poder dormir y tener su mente en blanco. Los sueños de aquel lugar que no odentifocaba pero que a la vez, sentia algo suyo, lo atormentaban dia a dia.
Habia intentado hablar con Taiki al respecto, pero se habia callado caso de inmediato.

Los toques a la puerta lo sobresaltaron.
- Quiero estar solo! - otra vez tocaron - No quiero ver a nadie! - un silencio y otros toques - Que me dejen en paz! - grito abriendo la puerta furioso para encarar al entrometido.
Pero a quien encontro fue a Serena viendole un poco apenada y temerosa. Continuaba vestida tal cual se habian presentando en concierto, lo cual le ayudo a mantener la postura y no olvidar la gran diferencia que existia entre ellos.

- Reyna Serena. ¿Se le ofrece algo?
- Quiero que hablemos - dijo intentando sonar lo mas segura pocible. Por una extraña razon, su seguridad se habia esfumado apenas verlo de cerca. <Que rayos me pasa?> habia pensado al inatante.
- No creo que tengamos algo que decirnos, Reyna Serena. Pero si necesita algo, le sugiero se acerque a Yaten o Taiki. Ellos son los mas apropiados para ayudarle. - Serena no supo si fue el tono despectivo con quel el habia hablado, o el hecho que le recordara que era la reyna de un imperio en ruinas (otra vez) lo que le hizo hervir la sangre. Empujando la puerta con mas fuerza, logro evitar que él la cerrase en su nariz.
- No voy a irme de aqui hasta hablar contigo. E intenta hecharme fuera si te atreves - estaba que hechaba lumbre por los ojos, eso sorprendio mucho a Seiya, quien lo penso un momento y luego cerro la puerta. Se apoyo de espaldas a la mosma y cruzandose de brazos se resigno.
- Digame que ocurre. Le escucho.
- Seiya... - enpezo diciendo con el puño apretado intentando controlar cada nervio - Porque llegamos a esto? En que momento perdimos aquella bonita amistad que teniamos?
- Amistad?
- Eramos amigos... y ahora... me tratas como si yo fuese... no lo se... tu enemiga... porque?
De verdad Seiya estaba escuchando eso? Ella, Serena, la Serena a la que le habia declarado sus sentimientos, a la que habia hecho reir y habia confortado en el pasado, a la que habia llamado en el ultimo concierto solo porque no podia vivir sin verla.... le estaba hablando de una simple amistad?
- Si ha venido a hablarme de ese tipo de sentimentalismos? Pierde su tiempo. Estamos en una cituacion en donde no podemos pensar en otra cosa que no sea el ayudar a los demas y encontrar el maldito Ko - Jutsu para que esto termine de una vez!
- Lo se! Se cual es mi deber. Pero ya perdi por segunda vez a mi gente, a mis amigas que estan lejos ahora, a Darién, y no me permitire perder a nadie mas... - grito.
- Darién... el rey Darién... - gruño con rencor - no deberia preocuparse por èl. Seguramente la esta extrañando tanto como usted lo hace ahora. Son el uno para el otro!... estand estinados a vivir una historia de amor con un final de felices para siempre y...
La cachetada fue certera y fuerte. Y Seiya termino girando el rostro a un lado y con un ardor en el rostro que lo sacudio. No era algo que ubiese esperado.
- No te permitire hablar asi de mi matrimonio. - le grito con unas lagrimas escurriendosele - Darién y yo nos hemos separado... y no quiero que te burles de ello.
Una nueva sacudida. Y ahora era por la noticia.
- Separarse?
- No lo sabias? Crei que Yaten te lo habia dicho... - suspiro para no perder la postura altiva.
- No lo sabia...de ser asi no habria proninciado algo con tan poco tacto como lo que dije.
- Ya no importa.
El silensio invadio todo. Serena se dirigio lentamente a la ventana y observo afuera. Las estrellas ya no brillaban en el cielo, solo una obscuridad mas profunda era lo que separaba el dia de la noche, y eso era lo que habia tras el cristal.
Seiya se sintio tan estupido por el comentario. Y al mismo tiempo lo entendio todo. Yaten tendria que explicar algunas cosas que le habia dicho constantemente y que ahora entendia, eran mentira.
- Hace mucho... - retomo ella con voz baja - Que Darién y yo ya no eramos los mismos. Algo paso, se enfrio... tomamos la decision se separarnos una noche antes de que vinieramos a México. Nos despedimos en el aeropuerto.
- Debe estar dolida por ello...
- Me duele el tiempo, creo que he desperdiciado mucho de mi vida en una relacion de la cual ahora no se si estuve segura de ella. Darién fue mi primer amor...
Seiya bajo la mirada, tenia que soportar?
- Pero no siento que haya sido él, el mas grande... el verdadero... - se giro hacia Seiya, quien ahora la miraba atento a cada palabra - me siento triste y a la vez muy alegre... Crees que sea normal? Es una sensacion rara... como si no fuese natural...
- Los sentimientos son extraños... muy dificiles de entender.
- Seiya... - lo miraba como absorta en un sueño. Y el se dejo envolver... la mano extendida de ella invitandolo a acercarse fue algo que no pudo rechazar. Sus dedos se entrelazaron apenas rozarse y un toque electrico les recorrio el cuerpo. - Seiya... - volvio a murmurar y se acurruco en el pecho de él - no quiero perderte a ti tambien...
- Nunca va a perderme... siempre voy a estar ahi para usted. Siemprw tendra en mi a un servidor, reyna.
- Ese es el problema. No quiero tener subditos. Solo... desearia ser la Serena de hace años atras. Olvidarme de que tengo que ser responsable de todo...
- Ha sido una reyna maravillosa - le dijo tomandole el rostro entre las manos y mirandola con ternura - No me imagino al Milenio de Plata con otra reyna que no seas tu...
- No quiero que me mires como una reyna... si no como Serena Tsukino. Bombom... recuerdas?
- Recuerdo... - <Al diablo las palabras... ahora o nunca>

Muchas habrian tomado por brusco, la fuerza que Seiya habia empleado en atraerla mas cerca de sì mientras la acercaba a èl rodeandole la cintura, pero lo cierto es que Serena ya estaba preparada para ello. Y ambos acortaron al mismo tiempo la distancia que les separaba.
El beso fue largo, y pasando por diversas etapas, como si en base a el quisieran expresarae todo. La dulsura reprimida, la pasion ardiendo, el amor impocible... todo conjugado en algo magico que los llevo a creer que aquel cuarto era todo el mundo que necesitaban.

Mientras, afuera la noche avanzaba, y la cancion que Seiya habia escrito y que ella cantaba, se extendia en cada rincon como un halo de niebla que avanza sin aviso y se cuela en cada rincon...
Hasta llegar a la mente confusa de un Darién, que no sabia que es lo que estaba haciendo exactamente en aquella cama fria junto a la joven que representaba a Mercurio en su esplendor.

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13va. ENTREGA DE ESTE FIC.
GRACIAS POR LEER.

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