Mis Dulces y Tiernos Dongsaengs - ASTRO Y TÚ

Visita a la enfermería

Sentía los brazos de SanHa al rededor mío, era como ser abrazada por un gigante.

-Creo que ya he recibido mucho amor por hoy. – Dije al ver que no me soltaba.

-Ah, lo siento. –Dijo alejándose mientras sonreía y se rascaba la nuca. –¡Ah! Por cierto...-soltó de repente como habiéndose acordado de algo importante. –Mi nombre es Yoon SanHa. –Es cierto, ni siquiera le había preguntado su nombre.

-Mucho gusto SanHa-shii. –Sonreí. –Yo soy...

- ___ ___ -Pronunció mi nombre como si nos conociéramos de toda la vida.

-¿Nos conocíamos de antes? –Pregunté sorprendida. Aunque si lo conociera de seguro lo recordaría.

-No, no. –Negó moviendo sus manos. –Pero EunWoo hyung estuvo hablando de ti hoy antes de la muestra.

-¿Mmm? ¿Así que estuvo hablando de mí? –Pregunté mirando de reojo al de pelo negro que parecía nervioso. –Y dime SanHa-shii –me acerque cómplice –¿Qué hablaron sobre mí?

-Bueno... - hizo una pausa. –Es-se-cre-to. –Escuché a Jin Jin reírse y casi puedo jurar que escuché a EunWoo suspirar aliviado. ¿Qué se traía este chico? Primero me entero que el tema de casi no hablar es solo conmigo y ahora resulta que habla de mí a mis espaldas.

-Bueno, si no me van a contar mejor me voy. – dije haciéndome la ofendida dándome media vuelta.

-¡No te vayas noona! –Me llamó SanHa –No te puedo contar pero si te quedas te tocaré otra canción. –Trató, de alguna manera, sobornarme.

-Tentadora oferta SanHa-shii, pero a decir verdad realmente debo irme. Tengo que terminar un trabajo para mañana.

-¿El de la profesora Angustias? –me preguntó MJ quien había estado callado desde hace un rato.

-Angustia es lo que me da a mí el saber que aún me queda más de la mitad que hacer.

-¿Quieres que te ayude? –Se ofreció mi mejor amigo.

-No es necesario MJ, pero gracias. –No es como si no necesitara ayuda realmente pero sabía que si él me "ayudaba" no haríamos nada por pasar de broma en broma como siempre. – Nos vemos chicos. –Saludé a todos y me dirigí camino a mi habitación.

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Al contrario que ayer, el día había amanecido soleado.

Me había pasado casi toda la noche terminando ese "bendito trabajo". Me pesaban tanto los parpados como los pies, pero no había trabajado toda la noche por nada. Así que aquí me encontraba yo luchando contra el sueño por llegar a clase, aunque se estaba haciendo más difícil de lo normal.

De repente un pequeño mareo me hiso detener, cerré los ojos tomándome la cabeza. Luego de unos segundos trate de dar otro paso y retomar mi camino pero ya no supe más nada de nada.

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Abrí los ojos... ¿Dónde estoy?

Parpadeé rápidamente tratando de despejarme. Obviamente me encontraba en la enfermería, pero como había llegado hasta aquí?

Giré la cabeza encontrándome con un par de ojos felinos color café que me miraban sorprendidos y atentos.

Me senté rápidamente sorprendida.

-¡¿Qué pasó?! –Pregunté alarmada.

-¡Ah! –Creo que se sorprendió un poco de mi reacción.