Guillermo es un chico tímido, que adora el color rosa y el vestir falda con medias. ~
Samuel un chico sociable, amante de la perfección y de cuidar su cuerpo. ~
¿Qué pasará cuándo estos dos chicos se conozcan? ¿Cómo los tratará el destino?
-Daddy...
Cuándo mi madre me llamó a cenar bajé al salón dónde me encontré a mi padre y madre sentados en el comedor hablando.
Al notar mi presencia ambos giraron su vista hacia mi.
-Siéntate Guille, ya te sirvo tu cena.- dijo mi madre. Asenti y tome asiento en la silla delante de mi padre. El cual al verme sólo siguió comiendo.
Me sentía incómodo, el echó de que de un día para otro la relación con tu padre desaparezca. De pasar de pláticas y risas a dejar de hablarse e ignorarse.
-... ¿Qué tal te ha ido en el colegio Guillermo?- habló mi padre con su tono de voz gruesa. El cuál al escuchar que me hablaba a mi me hizo sorprenderme.
-P-Pues, bastante bien...- hablé notoriamente nervioso.
-Me alegró.- y lo vi ¿Sonreirme? A caso mi padre después de mucho tiempo me ha vuelto a sonreír?
-Toma mi cielo.- llegó mi madre con un vaso de leche. -Nosotros ya nos iremos a dormir, buenas noches cariño.- se acercó y beso mi cabeza. -No te duermas tan tarde.- al decir esto mi madre miró a mi padre cómo esperando que el dijera algo.
-Buenas noches hijo, descansa..- escuchar esas palabras por parte de mi padre me hizo volver al pasado. Hace meses que mi padre no me dirigía la palabra y de hacerlo sólo era un "Hola" de mala gana.
Dicho esto mi madre le sonrió y a mi me guiño un ojo.
-Nos vemos mañana mi amor.- y dejándome con una enorme felicidad mis padres salieron del salón para dirigirse a su habitación.
Terminé de cenar y deje mi vaso en el lavadero y fui a dormirme. Mañana sería un nuevo día, un nuevo día para volver a ver a Samuel.
...
6:50 am.
Me levanté un poco de mi cama fijando mi vista en mi reloj que se encontraba en una mesita de lado de mi cama. Por lo que vi era temprano, pero de todas maneras no quería llegar tarde al colegio, así que me levanté con toda la flojera del mundo para tomar una refrescante ducha.
Salí de esta y me dirigí a mi armario para buscar el atuendo del día de hoy.
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Al ya estar listo miré nuevamente mi reloj.
7:30 am.
Por suerte mi clase de hoy comenzaba a las ocho de la mañana todavía tenía un poco de tiempo para desayunar tranquilamente, pero no podía darme el lujo de llegar tarde así que salí de mi habitación y bajé las escaleras rápido pero cuidadosamente.
Tomé de la nevera leche de fresa y la serví en un vaso para posteriormente tomarla y dejarla en la cocina.
Salí de mi hogar y caminé por las calles de esta observando lo hermoso que era el día de hoy.