Ya no percibo tu voz y aunque la intente regresar con melodías de forzosa composición, no consigo sentir lo mismo.
Todavía escuchó con atención la letra de cada canción dedicada. Ya no escucho tu voz cantando, ya no oigo tus risas, ni un suspiro. Sólo gélidas brisas, congelando mis lágrimas.
Extraño tu voz mencionando mi nombre, como lograbas hacer de un "te amo", una melodía sin notas, acompañado de silencios descuidados entre besos y seguidos de sonrisas.
Cada llamado tuyo era un minueto finamente acomodado al momento y convertido en arpegio de tus intenciones.
Agudizo todo lo que puedo mi audición, sin resultado alguno.
Ya no hallo tu concierto, ni tu voz, ni los instrumentos, el telón cubre el escenario; llevándose consigo tu acto bajo un final incierto.
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Lírica del recuerdo
RomanceRelatos con esencia de sentimentalismo puro, narrados como epístolas de un romance inmortalizado. La lírica muere cuando muere el soñador, y qué mayor inspiración que la vivencia descrita y dirigida sin un destino y de enigmático autor. Solo se mue...