13/02/2017

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Que deseo tan egoísta fue quererte, implorando a gritos que te amo,
que desespero por tenerte.

¿Por qué la conciencia necesita de un ser para lograr  escucharla?

¿Qué alientos me quedan si no más que los del olvido?
Extraño aquel tiempo en que todo estaba escrito.

Fue más literal de lo que crees, cada palabra que te dije, y aún sabiendo que ante lo que te digo tomas postura como sorda, te lo escribo entonces para que lo leas.
Imposible sería que fueras ciega, porque aunque no sólo de físico se enamora, sí se atrae con este y sus expresiones; el cariño de quien se ama.

Lírica del recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora