Aún conservo esa foto tuya que tomaron mis ojos mientras sonreías.
Sé que es insano el orgullo, pero es inevitable el aprecio sin descripción que surge al mirar esa fotografía.
No sé si es a causa de que lucias temerosa por la vergüenza ajena de un sincero enamoramiento o era el remordimiento de no poder haber dado más de mí, por reconstruir un presente igual de bello.
Todo instante fue de improvisto, una motivación por jugar a lo que más convenía a mi destino. Al menos esa misma falacia forjo una realidad que me mantuvo fuerte cuando fue necesario serlo, pero no me daba cuenta que esa hipócrita fantasía se desmoronaba tras cada infantil apariencia.
Viendo aquella fotografía me doy cuenta que es a razón suya que caigo en un poso sin fondo que significo nuestro pasado. Sin embargo, son esos momentos de alegría, los que me permiten regresar. Con heridas claro, pero cada vez menos, considerando que todo lo que di, fue más que suficiente para lo que al final terminaría en nada.
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Lírica del recuerdo
RomanceRelatos con esencia de sentimentalismo puro, narrados como epístolas de un romance inmortalizado. La lírica muere cuando muere el soñador, y qué mayor inspiración que la vivencia descrita y dirigida sin un destino y de enigmático autor. Solo se mue...