Bésame la distancia cariño, que es la peor herida que tenemos. Y quizás algún día nos curemos los kilómetros y la felicidad sea perderme en tus ojos, y no en mi habitación de madrugada, donde te juro que siempre es invierno sin ti. No sé si tu sentirás lo mismo. Seria bonito que gritásemos lo mismo cuando nos quedamos callados. El mundo gira demasiado rápido y temo que alguno de los dos se quede atrás, y nunca tenga fuerzas suficientes para encontrar al otro. Tenemos que intentarlo. Creo que a estas alturas de la vida, ya hemos muerto demasiado.
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Lírica del recuerdo
RomanceRelatos con esencia de sentimentalismo puro, narrados como epístolas de un romance inmortalizado. La lírica muere cuando muere el soñador, y qué mayor inspiración que la vivencia descrita y dirigida sin un destino y de enigmático autor. Solo se mue...