12/01/2017

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Te vi tan sonriente, eras perfecto ejemplo de hermosura y deseo inalcanzables.

Y es que valiente cobardía no enamorase de ti. Divinos labios carmesí, afortunado aquel que goce en osadía de ver tan bellos ojos tuyos, directamente y enamorados.

...enredar en mis manos....
Tus cabellos crespos de finas puntas, y curvas que asemejan a tu cintura.

Con tierna caricia, quisiera elogiarte, pero mira que no te merezco todavía, y ya quisiera ser tuyo por siempre.

Quiero hacerte mía con besos, caricias, momentos y sueños.
Y conociéndote mejor, hasta una vida contigo. (¿por que no?)

Lírica del recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora