Iris → Tronnor

XXVI

13 de diciembre

Connor 10:03p.m:

Te extraño, amor. ¿Podremos hacer vídeo llamada hoy?

Troye 10:08p.m:

Igual yo bebe. Claro que sí. Solo espera a que mis padres se duerman.

La noche era fría, típica de diciembre. La navidad estaba pisando sus talones y los adornos en las calles lo dejaban visto.

Pronto sus padres se irían a dormir y él aprovecharía a caminar un poco por el parque frente a su casa. Nadie andaría por allí a esas horas de la noche por lo que sonaba perfecto para poder el vídeo llamado con Connor.

Lo extrañaba, muchísimo. Habían pasado alrededor de 20 días y el solo pensamiento de que aún faltaba mucho más que eso para regresar lo agobiaba.

Intento hacer el menor ruido posible mientras salía de su casa, tomando el abrigo entre sus manos.

Estaba frío, muy frío. Pero soportable con tal de hablar con Connor.

Se sentó en un banco perdido tras un gran árbol, con buena iluminación, impidiendo ver su propia casa. Tomo el teléfono entre sus manos mientras marco para llamar.

Solo dos pitidos y su pantalla se ilumino totalmente con el rostro de Connor.

"Amor" murmuro, dejando visiblemente sus grandes y cautivadores ojos verdes que tanto extrañaba.

"Hola" un nudo comenzó a crecer en su garganta. Lo echaba tanto de menos.

"Te extraño tanto, Troye"

"Y yo a ti, amor" estaba forzándose, realmente lo hacía. No quería llorar frente a él. No quería preocuparlo, pero el hecho de volver a ver sus ojos le demostraban que no había otro lugar al que pudiese llamarse hogar.

Ambos fingieron estar bien, hablaron de muchas cosas, se contaron cosas sobre sus familias y se despidieron muy cariñosamente. Pero esa misma noche, cuando ambos se acurrucaron junto a su almohada, sintieron una soledad detestable, la cama fría y la ausencia de un cuerpo cálido acoplado.

25 de diciembre

La navidad era una noche de felicidad generalmente y aunque fingieron que en su hogar sea así también, los tres recordaron esa alma que ya no estaba entre ellos, junto con un doloroso nudo en sus gargantas y los ojos cristalizados.

Se recostó luego de abrir sus regalos que constaron en libros y suéteres cálidos. Saludo a sus padres fingiendo que todo seguía bien.

Su celular solo había notificado un mensaje de Kali, el cual respondió de vuelta rápidamente.

Espero por un mensaje de Connor hasta las dos de la mañana, pero no llego.

Su cabeza comenzaba un debate entre si se había olvidado de él o si algo le había sucedía.

Decidió dejarle un mensaje antes de caer dormido.

Troye 02:04a.m:

Feliz navidad bebe. Espero y estés disfrutando. Desearía estar contigo hoy. Te amo, sinceramente.

No despertó hasta las 12a.m al día siguiente, gracias a la voz de su madre al otro lado de la puerta.

El olor a pavo recién horneado despertó su apetito, mientras que se cambió para bajar a almorzar.