XV

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"¡Troye!" Connor corría en su dirección por el pasillo principal de la universidad. Su rostro estaba bajo dos tonos de su color normal y sus ojos no reflejaban más que un deje de preocupación.

Se habían despedido hacia solo media hora antes de abandonar la habitación del menor, mientras que Connor iría por Kali.

"Kali..."

"Connor, ¿Qué sucede con Kali?"

"No ha querido abrir la puerta esta mañana, solo me pidió que me fuera"

"¿Kali? ¿Mi prima?"

"Si Troye, ¿Quién más?"

"Maldita sea" murmuro en apenas un susurro, lo suficiente para que sea escuchado por Connor.

Comenzó a caminar a un paso demasiado preocupado y Connor no podía hacer más que ir tras él, pisando sus talones y haciendo preguntas que Troye parecía no querer responder.

"¿Su compañera estaba junto a ella?" pregunto ignorando la sartenada de preguntas que Connor le hizo en el transcurso hasta la habitación Kali.

"No lo sé, creo que no"

Troye no tardo ni medio segundo en comenzar a tocar moderadamente la puerta apenas se hizo presente en su campo de visión.

"¡Kali!" gritó, pero nadie contestaba desde el otro lado "¡sé que estás ahí Kali, abre!"

"¡Vete!" la voz de su prima se oyó demasiado rota y fastidiosa. Kali no era del tipo de personas en que se pone mal por pavadas, si ella se encontraba así, era porque realmente algo malo había sucedido.

"No me iré, abre la puerta" su tono de voz ya no era tan alto ni prepotente, Kali estaba demasiado cerca de la puerta que podía oírlo normalmente.

No recibió ningún tipo de respuesta, ni siquiera un estúpido insulto. Kali parecía estar en completo silencio tras la habitación y eso le preocupaba.

No quería invadirla ni nada por el estilo, mucho menos presionarla. Ella jamás le exigió una explicación a todos sus problemas, por ende él no tenía derecho de reclamarle.

"¿Qué harás?" el menor salió de regreso hacia la universidad con Connor tras él, pero como sucedió anteriormente, tampoco contesto a su pregunta y aunque lo intentara, no podía estar sin alterarse al no entender absolutamente nada en el menor, aunque no era algo nuevo.

(...)

Pasaron 10 horas y ni siquiera suplicándole a la compañera de habitación, pudieron pasar. Kali la había convencido de alguna manera para que no pudiesen verla.

Se estaba alterando en demasía, su habitación lo asfixiaba y lo último que quería en ese instante era tener un ataque de pánico.

Connor hablo con los demás compañeros que tenían en común con su prima, pero tampoco obtuvo alguna respuesta que ayudara.

Eran pasada las dos de la mañana y no dejaba de pensar en lo que podría suceder con Kali. Estuvo en varias ocasiones durante el día a punto de hablarles a sus tíos, pero no se atrevió. Quizás estaba exagerando y no debía preocupar a la familia.

No sabía más en donde buscar la respuesta, había revisado hasta la lista de notas en la facultad de filosofía y su prima había aprobado cada final, asique allí el problema tampoco se hallaba.

Connor se había dormido hacia solo un rato, sobre su pecho. Ambos se recostaron cuando las agujas dieron la media noche y aunque le prometió dejar de pensar en el tema, no pudo evitarlo. Allí estaba, sintiendo las pausadas pulsaciones del castaño en su pecho y solo por ello podía tranquilizarse, pero no tanto como quería.

Iris → TronnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora