Epílogo

247 40 38
                                    

Dedicado a cada persona que leyó esta historia, a cada oportunidad que me dieron.

(Lean escuchando la canción que deje en multimedia)

***

Querido profesor:

Sé que han pasado ya dos años desde el momento en que debí enviar este mail, pero creo que hasta hoy en día no he sabido que escribir realmente.

El relato debía ser sobre algo de nosotros mismos, algo que nos identifique, ¿no?

Bueno, creo que pasaron muchas cosas por mi cabeza durante los últimos años por lo que podría escribir, pero no hay nada que permanezca, no de la manera en que él lo hace.

Usted quería conocer un poco de mi historia a través de esta última tarea. Temo que hay demasiadas cosas que descifrar para entender que es lo que sucedió conmigo.

No hablare de eso, no creo que sea lo suficientemente importante como para sentirme identificado.

Solo sé que todo puede ser una mierda hasta que tus ojos se abren y ves allí la persona que tanto anhelaste sin siquiera conocerla.

¿Conoce acerca del miedo? Bueno, eso me ha manejado gran parte de mi vida.

Es un demonio que nosotros mismos alimentamos, dándole el poder de manejarnos a su antojo.

A veces dejamos segarnos por ese propio demonio, dejamos de ver las cosas como realmente son. Nos encerramos en una realidad ficticia sin notar como nos derrumbamos.

Hoy, dos años y medios después de tocar fondo de la peor manera, puedo decir que todo ha pasado y que estoy dándome la oportunidad de ser feliz.

Pase una larga etapa donde mi mayor deseo solo se basaba en no ser visto por nadie, simplemente deseaba ser invisible.

Quería vivir sin tener que lidiar con alguien viéndome o solo hablándome.

Solo quería ser yo y mi estúpido infierno. Lo logre, me mantuve allí un largo tiempo. Estaba rodeado por mi prima gran parte del tiempo, pero parecía ser invisible en varios aspectos ante ella. No la culpo, yo logre eso.

No hacía nada más que caer cada día un poco más.

Todo empeoro, ¿sabe usted?

Empeoro en el momento que me sentí observado, en el mismo instante que los ataques de pánico volvieron hacia a mí.

No era la mirada de alguien más.

Era esa mirada.

Sé que creer en el destino y sus enlaces es algo metódico. Pues yo lo sentí.

Sabía que esos ojos verdes podrían sufrir por mí. Y no quería, no podía hacer eso.

Pero fue un golpe de debilidad, quizá ese enlace del destino no me permitió alejarlo en el momento justo.

Quizá en mi inconsciente solo quería que se quedara.

Porque él me vio cuando nadie más lo hizo, porque para él no fui invisible.

Porque no quiero que nadie más que él pueda verme.

Porque me enamore de él y decidí darme la oportunidad de vivir como una persona lo merece.

Porque se quedó cuando nadie más lo habría hecho. Porque lidio con mis demonios y mi pasado.

Porque nadie hubiese aceptado el desafío de enamorarse de alguien roto como yo y él sí lo hizo.

Y todo cambio cuando me permití amarlo.

Porque poco a poco ese profundo pozo que me consumía fue alejándome, fui ascendiendo hacia la luz donde todo fue diferente. Todo fue mejor.

Y hoy puedo decir que soy feliz y aún recuerdo su mirada ante aquella gran galería de arte donde todos mis cuadros fueron expuestos, donde sus ojos fueron participes en cada uno de ellos. Donde sus pequeños detalles estuvieron a la vista de tantas personas, donde me enamore un poco más de él si es que eso es posible.

Porque quizá soy algo frio o reservado, pero él podría siempre leer mi mirada y entender la manera en que me siento.

Porque nadie más que él podría hacerlo.

Y quizá esto esté extendiéndose un poco, pero es lo que me identifica, porque me siento con el derecho de decir que sin él, quizá hoy no estaría aquí.

Porque le devolvió vida al infierno en que estaba viviendo.

Porque hoy, dos años y medio después de haberlo visto por primera vez, estoy por poner una sortija de promesa en su dedo anular.

Porque es la persona que siempre necesite y hoy la tengo aquí conmigo.

Así que, espero que usted entienda la manera en que mi vida ha cambiado y la manera en que una persona puede terminar cambiando hasta el más mínimo segundo de tu vida.

Espero volver a verlo profesor, lamento mi tardanza.

Atentamente, Troye Sivan.




Iris → TronnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora