IXX (parte I)

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Connor siempre estaba ahí, cada día al finalizar las clases, cada que él lo llamaba, en cada oportunidad que parecía todo derrumbarse. Aún era algo increíble saber que esa persona, la que está destinada a robarte el corazón, apareció y de la mejor manera, en el mejor momento, justo para corresponderle y darle vuelta la cabeza.

La vida de una persona se basa en elecciones. Elegir su futuro, lo que quiere para el resto de su vida, elegir cada cosa rutinaria, el color de ropa a usar, la posición para dormir, algún amigo, etc. Elegimos en cada momento, las opciones pueden ser infinitas algunas veces, en otras solo queda una.

Estar con alguien, sentir algo por ese alguien, brindarle confianza, abrirle tu vida. Eso, quizás no es tan fácil de elegir, siempre existe la opción de dejar todo y salir corriendo. ¿Pero quería hacerlo?

¿Tomaría esa opción para con Connor? ¿Acaso no merecía entregarse completamente?

Lo amaba, lo sabía con firmeza y a pesar de sentir ese miedo impotente en su pecho, quería elegir la opción que le haga bien. Quizás no sea la correcta y en un futuro se arrepentiría, ¿pero que más? Connor se convirtió en alguien indispensable en el último tiempo y él quería demostrárselo de una manera correcta.

A veces hacemos malas elecciones, ¿pero que más da si es lo que te hace feliz?

Simplemente, a veces no hay que pensar demasiado en lo que pasará, a veces dejarse llevar en el momento puede hacerte sentir de la mejor manera.

Después tendría tiempo de arrepentirse, aunque no creía que ello vaya a suceder sabiendo lo que sentía por Connor y viceversa.

Era digno de un viernes por la noche que los pasillos de la residencia se encontraran en absoluto silencio, las demás personas aprovechaban a salir y ese tipo de cosas, otros simplemente dormían o estudiaban.

Estaba decidido, caminaría hacia la habitación de su novio y le diría de una vez por todas que lo quería en todos los sentidos que abarca la palabra.

Sentía unos pasos impacientes retumbando tras él pero no tenía tiempo de girar a ver de quien se trataba, sabía que una mínima distracción lo haría retroceder e inconscientemente sus pies dejaron de moverse al oír que alguien lo llamaba.

"Troye, ¿eres tú?"

"S-si" retrocedió unos pasos hasta divisar de quien se trataba

"¿Eres Troye?"

"Si... ¿Lenny?"

"Si. Ese soy yo. ¡Qué bueno encontrarte! Necesito hablar contigo"

"¿Qué sucede?"

"Kali... ¿Dónde está? Llevo un buen rato tocando en su habitación y nadie abre"

"Ella no esta"

"¿Dónde puedo encontrarla? Necesito hablar con ella" Troye observaba el muchacho frente a él, analizando cada mínima cosa que demostrara su mirada. Intentaba descifrar si sentía realmente algo por su prima, ¿haría lo correcto en decirle donde encontrarla? ¿Todo se solucionaría si decía eso tan importante?

"¿Sobre qué? No quiero ser grosero Lenny, pero si quieres otra estúpida aventura o lo que sea, yo no puedo decirte donde esta"

"¿Qué?" el chico se mostraba bastante confundido, pero no fue necesario que Troye explicara a que se refería "oh, ¡NO! ¡Nada de eso! Necesito decirle que aun la amo, que quiero intentarlo, no lo sé, estoy desesperado... no quiero volver a perderla..." Y no, no había ni un solo rastro de duda al decirlo. Parecía sincero y ¿Por qué no dejarlos ser y ya?

"Está en una fiesta a dos cuadras de aquí"

"¿Enserio?" no obtuvo respuesta porque sus pies ya se estaban moviendo desesperada y torpemente hacia aquella dirección.

Iris → TronnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora