Sexohólico

Capítulo 16: Mariana... ¡Diablos!

De todas maneras, me voy antes de que Francis y los demás miembros de la familia vuelvan de Jerez de la Frontera. No quiero que Francis me descubra estando a solas con su hermano porque es probable que se ponga en suspicacias y a hacer preguntas que tendría que contestar con mentiras y que él, conociéndome como me conoce, las descubriría en un santiamén.

Llego a mi casa y subo a mi habitación, enciendo la televisión y me tiro en la cama. Me sentía mejor de como me había ido. Todavía faltaban unos días para mi cumpleaños y mi experiencia sexual iba viento en popa. A este paso, en unos pocos meses puedo abrir una academia. Rodrigo... ¡quién me iba a decir que ese tipazo me iba a «hacer el favor»! Y en ese momento me acuerdo de mis quejas iniciales cuando dije que mi madre no podía ponerse en mi lugar porque ella estaría contenta y satisfecha ya que tiene a mi padre que le debe «hacer el favor» cada vez que fuera necesario... Si mi madre supiera de mi estado actual debería morirse de envidia, porque su bomboncito tiene un harem... bueno, no sé si el término se aplica también a un equipo de hombres, pero, ¡venga! Que da igual. Leo, Felipe, el chico del baño y ahora Rodri... «"No está mal... no está nada mal", pienso. "Hasta la estúpida zorra maldita esa de la Mariana (que un rayo la va a partir, si de algo sirven las maldiciones gitanas) se debería morir de envidia..."» Pero en ese momento el mundo volvió a oscurecerse... «"Mariana... ¡Diablos!", pienso.» El solo hecho de imaginarme a Leo poniéndose romántico con ella o haciéndole el amor, me provoca náuseas. «"Tengo que averiguar quién es, dónde vive, qué hace y todo lo necesario para eliminarla... tengo que planear el crimen perfecto... Invitarla a uno de los zoológicos y que por un descuido se caiga dentro de la pecera de las viudas negras... ¿Pecera? Bueno, como se llame esa cosa de vidrio que parece una pecera seca y donde tienen a esas arañas ponzoñosas... Pero no... es probable que esa bruja más bien pique a las arañas y las mate a todas... ella debe ser más venenosa que esos bichos... ¿Qué tal meterla donde están las pitones reticuladas o las boas constrictoras? ¿O las cobras reales, o las mambas negras? Con suerte la estrujan hasta dejarla como un hilo y luego la succionan lentamente como un bocado apetitoso... o las otras la muerden con sus colmillos como agujas hipodérmicas inyectándole esos líquidos neurotóxicos o como se llamen y hacen que se le paralice el corazón... No; tampoco. Esa harpía debe ser tan asquerosa que no la podrían comer... ni corazón que se le paralice debe tener tampoco... No, un zoológico no es una buena opción; además, con eso de que son parques temáticos, ya no debe ser tan fácil arrojarla en un hábitat apropiado. ¡Ah! ¡Ya sé! La noqueo con un sedante fuerte y la amarro a las vías del AVE... cuando el maquinista la vea no tendrá tiempo de detenerse y la maldita esa quedará lista para hacer compost... Pero... ¿quién se habrá creído que es? ¿Quién le dijo que podía ennoviarse con mi Leo? ¿Acaso creerá que puede hacerse la «Julieta» sin temor a que aparezca yo, un Montesco de pura cepa, a defender mi Romeo? Romeo... Leo... ¡qué coincidencia! Hasta riman. ¡Por supuesto! ¿Cómo no lo pensé antes? La enveneno yo mismo... tal como Shakespeare dijo... y la dejo en un panteón del Cementerio Inglés con una nota escrita con sangre y caracteres góticos en su mano y que diga: 'My love... without thee I have no life... Adieu!' No, no, no... mejor: 'My lost love... etc.' Eso es un mejor indicio de un suicido amoroso... Ya lo veo en los titulares del 'Sur' y en las noticias de la 'Uno'... y hasta en 'Corazón, corazón'. Aunque alguien pudiera sospechar un homicidio, lo descartarán enseguida para no echar a perder el trágico romanticismo de un suicido tan glamoroso que haría subir los ratings de la 'Uno' y el tiraje del 'Sur'. De seguro que hasta le pagarían a la guardia civil para conservar la exclusiva. ¡Qué desfachatez! ¡Esa bruja decrépita es tres años mayor que mi príncipe! ¡Pedófila! ¡Asalta cunas! ¡Degenerada! ¡Habrase visto cosa igual! Y pensar que hasta quiere que Leo se mude a vivir con ella... ¡o casarse! ¿Pero no se da cuenta de que con esa edad, en lugar de tener hijos tendrá nietos de una vez? ¡Claro! Lo único que quiere no es hacer feliz a Leo, es joderme la vida a mí... ¡Eso es lo que quiere...! Me odia y sabe lo que siento por Leo... por eso decidió quitármelo... ¡Mal rayo la parta! ¿Qué le hice para que me odie así? Si yo... yo soy sólo un inocente jovencito que busca el amor puro y casto... no como ella que es una ninfómana descontrolada e insaciable y que seguramente se acostará con todo el censo masculino de España, incluidas las Canarias, las Baleares, Ceuta, Melilla y cualquier otro territorio de ultramar... ¡Maldita! Con todos esos hombres... ¿por qué quiere quitarme al mío... al único chico que me gusta... el único que tengo... es como el maldito tío aquel de la historia de David y Natán el profeta, la del desgraciado que le quitó el corderito a su vecino pobre teniendo él muchos rebaños... ¡Nooooo! Si todas las mujeres son iguales... ¡Víboras! Eso es lo que son..."» Pero me detengo en este melodramático discurso mental al caer en la cuenta de que si Francis estuviera presente rompería en aplausos clamando a voz en cuello para que me nominen al Óscar de la Academia... o mínimo, a un Goya... o con suerte al Príncipe de Asturias... aunque pensándolo... ¿le habrán cambiado el nombre? ¿No será hoy el 'Princesa de Asturias'? Como fuere... creo que me estoy dejando llevar. A pesar de todo, y visto ahora con más frialdad y ecuanimidad, creo que lo mejor será conversar con Leo y aclarar las cosas... que me diga que él mismo se encargará de amarrar a la tal Mariana esa y ponerla en las vías del AVE a unos cuantos kilómetros antes de la "María Zambrano'; los suficientes como para que todavía venga a trescientos kilómetros por hora.