Mady exhaló un suspiro exasperado, frente a la pantalla de su portátil. ¿Quería conocer en persona tan pronto a SinTonterías, también conocida como Eva? ¿Qué clase de señal emitiría? No llevaban suficiente tiempo escribiéndose como para hablar de cosas personales y además estaban un poco estancadas con la correspondencia. Aun así, lo que sabía era bastante interesante. A las dos les justaban los libros y la lectura. Eva parecía sentir curiosidad por la gestión de su restaurante, porque según señalaba era muy diferente a su trabajo como ingeniera en telecomunicaciones, fuera lo que fuera eso. Su foto estaba bien. No era ninguna modelo, pero sabía arreglarse y no tenía ningún rasgo físico que diera miedo. ¿Por qué no intentarlo?
Eva:
¿Te apetece tomar un café mañana por la mañana? ¿Conoces la librería Half Price Books en la carretera noroeste? Dentro hay una cafetería fantástica. ¿Te parece quedar a las 10:30?
Me gustará mucho conocerte mejor.
Madison.Mady revisó el mensaje por encima para asegurarse de que no había cagadas terribles de ortografía o gramática y le dio a Enviar. Un café el domingo por la mañana era una invitación amistosa en un entorno sin riesgo. Cerró el portátil, porque no quería estar pendiente del correo como si fuera una olla con agua puesta a hervir.
Tras una cena ligera de crema fría de aguacate con pan de ajo y queso, miró por fin los mensajes. Eva le había contestado hacía una hora, con un mensaje corto pero positivo. Allí estaría.
Así pues, ya estaba todo decidido, se dijo Mady. Lo que tocaba pensar era qué ponerse. Por instinto, descolgó el teléfono y llamó a Jade a casa. Como no contestó, la llamó al móvil. Mientras sonaba y sonaba, recordó de golpe que Jade tenía pensado salir otra vez con Malibu aquella noche. Decepcionada, colgó antes de que saltara el buzón de voz. Había querido decirle a Jade que no era ninguna cobarde después de todo y que se había arriesgado con una candidata de Internet, aunque no era que a Jade le importase demasiado. Ella ya había salido de caza sola.
Sintió una punzada desagradable, difícil de definir, pero enseguida dejó a un lado su desazón. Podía elegir sola la ropa que llevar; no necesitaba a Jade para todo.
Resignada a escoger prenda sin el consejo de su mejor amiga, empezó a pensar en modelos posibles. Esa noche, mientras se preparaba para acostarse, dejó preparados unos tejanos, unos zapatos de ante azules y una chaqueta de manga corta con capucha de color azul claro. Deportivo, pero a la moda, perfecto para un café. Así que se regaló un poco de lectura antes de irse a dormir.Quinn capturó la embelesada mirada de su amante con sus ojos ardientes, mientras luchaba contra el impulso de corresponder a sus palabras, resistiéndose a seguir por aquel sendero demasiado fácil y, al tiempo, inseguro. Notaba la incertidumbre creciente en el corazón de la mujer que, en silencio, aguardaba una respuesta a su vera, y, por fin, reunió las palabras para llenar el vacío.
—Querida, me encanta estar contigo. Cuando estamos juntas, me
siento genial.Sin apartar la mirada de Anna, supo que esta captaba la sutileza de su respuesta evasiva. Afloraron las lágrimas y Quinn sintió la intensidad de los sentimientos que crecían entre las dos. Sus siguientes palabras sonaron entrecortadas entre sollozos, pero necesitaba compartirlo todo con su nueva amante.
—Tengo que confesarte algo.
Mady dejó de leer, aún molesta por no haber podido hablar con Jade. Era irracional esperar que estuviera de guardia para sus inquietudes sobre moda, y Mady estaba acostumbrada a dejarle mensajes. Las dos eran mujeres ocupadas y respetaba el espacio de Jade, pero nunca se había sentido así, como si tuviera algo que demostrarle. Cerró el libro y se tumbó de lado. Los comentarios de Jade en el Starbucks el fin de semana anterior todavía le dolían y Mady notaba la necesidad creciente de hacerse valer.
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VerdaderoAmor.com
RomanceTodo el mundo sabe que el amor verdadero es una fantasía... ¿cierto? Las amigas de Madison Evans creen que ella está destinada a envejecer sola, porque, aunque es una empresaria de éxito, divertida y preciosa, solo conoce mujeres en las novelas romá...