Cuando te conocí

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En multimedia el hermano de Maia, Luke.

18 de abril de 2009

¡Por fin es mi cumpleaños! Hoy cumplo 12 años, y estoy feliz, que digo feliz, ¡SUPER FELIZ! Vale, que cumplir años es genial, lo sé, pero es que no es sólo eso, hoy tengo un regalo muy especial, mi hermano viene a casa a visitarme y pasará las vacaciones con nosotros.

¿Qué como es mi hermano? Pues genial, lo adoro con todo mi corazón...Lo malo es que en cuanto cumplió los 18 se fue de casa. Si, muy pronto, pero es que la situación en casa para el era insufrible, y no por culpa de mi madre ni mía, sino de mi padre. A mi hermano nunca le gustó eso de estudiar, siempre tuvo claro en su mente que quería ser famoso, le daba igual de que forma, por eso cuando se le presentó la oportunidad de hacerse modelo no lo dudó, y con ello vinieron las consecuencias. Continuas disputas con mi padre, malas palabras, hasta que mi hermano decidió cortar todo de raíz e irse, vivir de su imagen era lo que haría de ahí en adelante. Y así fue, una buena marca de ropa le ofreció trabajo en Los Ángeles. Así que dejó atrás Inglaterra y se fue a hacer algo para lo que era evidente que valía.


Sólo ha pasado 1 año de esto que os acabo de contar, y veo que le va fenomenal. A veces hablamos por skype y me dice que sale en algunas revistas importantes. Yo me siento orgullosa de él, pero lo echo de menos. Él es mi único hermano, y aunque me saque 7 años de diferencia nuestra relación es estupenda.

Por eso estoy tan feliz, porque llevo 6 meses sin verlo, y hoy, por fin hoy, viene a verme, como regalo de cumpleaños.



Termino de arreglar mi larga cabellera oscura y coloco mi diadema de flores que tanto me gusta, a juego con el vestido que me regaló mi mamá.

Bajo las escaleras de casa mientras escucho el gran ruido que ya se está empezando a formar en el salón. El tiempo en Londres es horrible, y más en esta época del año, ya que llueve demasiado, por lo que tendremos que celebrar el cumpleaños en el interior de nuestra casa (con la ilusión que me hacía celebrarlo en el jardín).

-Maaaaiaaaaaa, ¡¡felicidades!!!- me giro y me encuentro con mi amiga Penny. Penny es preciosa, siempre lo pensé. Con sus ojos claros y su larga melena rubia. Tiene 12 años y su físico ya es envidiable, seguramente que de mayor sea preciosa y tenga a todos bajo sus pies.

-Gracias Penny- digo mientras la abrazo

-No puedo creer que tus padres invitaran a la tonta de Kate- dice Penny con voz de desagrado.

-Se llevan bien con los Pears, era evidente que ella iba venir, le gusta fastidiarme, hasta en mi cumpleaños

-Fijo que se intentará acercar al guapo de tu hermano

-Ya..., siempre lo hace para hacerse la "guay".

-¿DOOOOONDE ESTA LA PRINCESA DE LA CASAAAA?- ¡dios mío!, es Luke, reconocería esa voz a kilómetros de distancia. Dejo a Penny en la cocina y corro hacia la entrada, tirándome a los brazos de mi hermano.

-Viniste- digo mientras apoyo mi cabeza en su hombro

-Nunca me olvido de ti pequeña, nunca- dice mientras acaricia mi cabello.

Bajo al suelo y sonrío. Un carraspeo llama mi atención y observo como un chico, de la misma edad de mi hermano, se asoma tras el.

-¿Y tú quién eres?- pregunto confusa

-Emmm yo soy Ryan, un amigo de tu hermano- dice dándome la mano- ah, y felicidades Maia- saca una caja de chocolates detrás de su espalda y mi sonrisa se hace enorme. Son mis chocolates favoritos, sólo los pude probar una vez, cuando fuimos a Suiza de vacaciones, y desde entonces fantaseo con ellos.

-Gracias Ryan- digo con una gran sonrisa. Mis ojos se quedan fijos en los suyos y me sonrojo. Ryan es guapo, muy guapo, aunque tiene algunos tatuajes adornando la piel que me asustan un poco..., aunque el..., el sigue siendo guapo.



Desde que Ryan llegó no puedo dejar de mirarlo. Su presencia tiene algo que me atrae y me llama la atención, quizás sea su actitud, esa que parece de uno de los villanos de las películas que tanto nos gustan ver a Penny y a mi, pero en cuánto sonríe ya no es un villano, parece un ángel, un príncipe sacado de película.

Normalmente miro a la gente, y mucho, y nunca me da vergüenza que me pillen, pero con Ryan no es así. En cuánto descubre que lo estoy observando retiro la vista y me muero de vergüenza.

Este sentimiento nunca lo llegué a experimentar, esta necesidad de querer que me mire, de querer ganarme su atención. Ni si quiera con Will Res me pasaba, y eso que Will supuestamente había sido mi primer amor.

Pero veo que me equivocaba, ya que mi primer amor, mi primer y único amor, será Ryan.

Maia's CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora