Cuando por fin fueron buenas noticias

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 19 de septiembre de 2015

Han pasado dos meses desde que Penny y yo empezamos una nueva vida alejadas de todas nuestras personas del pasado.

Ha sido una nueva vida de verdad, hemos hecho borrón y cuenta nueva. Hemos cambiado de números de teléfono y eso del correo ya no existe, no lo hemos vuelto a abrir, y no lo haremos nunca más. Hemos creados otros, para contactar con las personas que viven ahora nuestro presente, nada de gente del pasado, nada.

Pensaréis que es un poco injusto para mi madre, y así lo creí al principio, hasta que leyendo el Cosmopolitan vi una noticia que me impactó. Con sólo unos meses de la muerte de mi padre, mi madre ya estaba con otro hombre, uno de los más ricos según la revista Forbes. Así que decidí que no merecía ningún tipo de respeto ni atención por mi parte, ya que ella parece que no supo hacer lo mismo con papá.

En cuánto al lugar que escogimos para nuestra nueva vida pues resulta que es Los Ángeles, no queríamos venir, pero Derek insistió, ya que el tiene un piso aquí, y con la escasez de dinero con la que contábamos pues no vino bien.

Conseguimos trabajo como camareras, y en nuestros ratos libres vamos a ensayar, ya que dentro de poco audicionaremos para actuar en musical.

En cuanto a mis amigos pues bueno, Sam por fin contactó conmigo y al final quedamos en una amistad, y más después de contarle todo lo que había sucedido, el lo entendió, y aunque intentó volver a tener algo conmigo le dije que no, le aprecio, pero no quiero una relación con él, el no se merece que le hagan daño.

Después está Derek, que no para de hacernos visitas, el dice que es por asegurarse de que estamos bien, pero yo creo que es porque no aguanta sin ver a Penny.



Recojo los platos de la mesa 9 y le paso un paño. Los llevo hasta la cocina y ya voy a los vestuarios para quitarme el uniforme, fin de la semana laboral.

-Hoy estoy agotada- suelto un largo bostezo y Penny me mira con diversión.

-Entonces..., ¿no vas a tener ganas de salir?- la miro de reojo y veo que juguetea con sus dedos, levanto las cejas y la miro con curiosidad.

-Vale, suéltalo- Penny me sonríe y se acomoda el pelo.

-Derek me dijo de salir hoy, ir a un pub y así- se mira los pies mientras juguetea con ellos- pero me da vergüenza ir sola.

-Aja, así que quieres que vaya de sujetavelas

-¿Qué? NO NO, claro que no, lo digo porque desde que llegamos aquí nunca hemos salido de fiesta y me preocupa un poco, Maia, somos jóvenes, y vivimos como unas señoras de 50, tu sobre todo

-Eso es mentira, eres una exagerada Penny

-¿Mentira?, si cuando tienes tiempo libre te pones a tejer como mi abuela- la miro con los ojos desorbitados.

-Está bien rubia, saldremos, pero que Derek lleve a alguien, para no estar muy sola. Y sobre lo de tejer que sepas que es super práctico, ya me pedirás un gorro para el invierno.




Aunque Penny no para de insistirme en que me arregle más, la ignoro y termino de ponerme la blusa. Voy con una blusa blanca y unos pantalones vaqueros, iba a llevar tacones pero los descarto al momento. Cojo mis converse y me las pongo.

Voy al baño a hacer el pis y pum, me ha bajado la regla, cojo un tampón y me lo pongo. Es entonces cuándo me acuerdo.

-¡Peeeeeenny!

Maia's CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora