Cuando decidiste morderme

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22 de junio del 2015

No se en que momento la felicidad de mi madre ha logrado sucumbir mis terribles emociones para subir en este avión. Son tantas las ganas de verla sonreír que acepto el viaje por ella, aunque en el fondo lo que más deseé es quedarme en casa, con 2 kilos de helado y viendo todas aquellas películas que me saquen las lágrimas a borbotones.

Vuelvo a mirar a mamá y la veo sonreír un poco. Se que tiene ganas de pasar las vacaciones con nosotros. La última vez que disfrutó de unas vacaciones en las que estábamos mi hermano y yo fue cuando tenía 10 años, la diferencia de aquel momento con este es que en aquella época papá vivía...

Suelto un suspiro y vuelvo a mirar por la ventana del avión. Me da pena dejar atrás a Penny, pero tan sólo serán 3 semanas. Solo espero que en estas 3 semanas Ryan no se aparezca por el lugar, pero para que engañarme, ambos trabajan para la misma agencia, y suelen ofertarles los mismos trabajos, de ahí que pasen tanto tiempo juntos, a veces pienso que la agencia los considera un lote.

Por fin pisamos suelo español y noto un calor terrible, sin duda me pondré morena, algo casi imposible en mi ciudad natal.

Noto que mi madre busca con la vista a mi hermano y cuando lo localiza sonríe ampliamente.

-Hola preciosas- dice mientras nos ayuda con las maletas- el hotel os encantará, tenemos unas vistas fantásticas.
-Genial hijo, la verdad es que me venían bien unas vacaciones, esa casa...tiene demasiados recuerdos- un ápice de tristeza se refleja en el rostro de mi madre. Se que esta conteniendo sus lágrimas para parecer fuerte frente a nosotros, pero somos demasiados listos para obviarlo.
Mi hermano me mira y me encojo de hombros mientras suspiro con resignación.


Luke no estaba equivocado, el hotel W de Barcelona tiene unas vistas preciosas, y realmente nos encanta. Ver la fascinación en el rostro de mi madre no tiene precio, pero sinceramente me quedo con la pequeña sonrisa que se le asoma de vez en cuando. 

La habitación que nuestro hermano reservó para nosotras dos es increíble. Es del tamaño de un piso. Cuenta con un enorme baño, que en vez de bañera tiene Jacuzzi, porque seamos realistas, las bañeras no son de ese tamaño. Después la habitación tiene dos habitaciones, es decir, hay dos puertas que llevan a dos dormitorios distintos. Un amplio salón y una maravillosa terraza, a la que tienen acceso los dos dormitorios.

Acabo de colocar mi ropa y llamo a la puerta de mamá.

-Pasa- abro la puerta y la veo colocando su ropa.
-¿Te apetece que al acabar vayamos a la playa?
-Me encantaría cielo, pero voy a ir con tu hermano a mirar unos cuantos lugares, quiere pasar tiempo conmigo..., pero puedes venir con nosotros y vamos después.

Me lo pienso y decido que no. En estos años yo siempre he disfrutado de la compañía de mi madre, al igual que de su Confianza. Creo que mi hermano necesita pasar tiempo a solas con ella para recuperar todos aquellos momentos perdidos en los últimos años.

Coloco mi bikini de color negro y acabo de meter la toalla y las cremas en mi bolsa de playa. Tengo que aprovechar y coger un poco de moreno.

Llego al pequeño Trozo de playa que el hotel tiene privatizada solo para huéspedes y coloco mis cosas. Me pongo los auriculares y empiezo a escuchar música a todo volumen.

Estoy tan concentrada en mi canción que me asusto cómo una loca cuando algún imbécil o imbecila me tira arena encima.

-¿Pero a ti que te pasa?- me levanto de mi toalla y me quito mis gafas de sol con furia mientras retiro la arena de mi cuerpo.
-Lo siento Maia, no quería asustarte- su voz, joder, su preciosa voz. Levanto la vista y mis dudas son confirmadas cuando me encuentro con Ryan y su estúpida y perfecta sonrisa, aquella que tanto me encanta.
-No pasa nada...- termino de quitar la arena de mi cuerpo y me vuelvo a tumbar.
Ryan coloca su toalla al lado de la mía y lo miro extrañada mientras levanto una ceja.
-¿Qué? - Pregunta Ryan tras observar mi mirada.
-¿Y a que se va a deber tu perfecta compañía?
-No sé, te vi sola y pensé que necesitarías compañía - dice recostandose sobre su brazo. Lo miro y siento el enfado surgir en mi.
-No necesito tu puta pena- me levanto y recojo mis cosas bruscamente y comienzo el camino hacia el hotel.
-Maia, Maia espera- me agarra del brazo y tira de él. Mi cuerpo impacta contra el suyo y siento un hormigueo por todo mi cuerpo- una jovencita como tu no debería de decir malas palabras.

Lo miro con enfado.

-Ahí está el problema Ryan, que ya no soy ninguna jovencita, creo que mi madre no castigará a su hija de 18 años por decir malas palabras.

Sus hermosos ojos verdes se han tornado más oscuros. Me mira con una mirada que no logro descifrar en el. Su mano derecha aprisiona mi brazo, mientras que la izquierda empieza a viajar a mi cintura, haciendo así que mi cuerpo logre estar aun más pegado al suyo.

No se en que momento lo hago, pero mi mano viaja a su pecho y comienza a acariciarlo. Es como si tuviese la necesidad de tocarlo, como si fuera algo que naciera de mi.

La respiración de Ryan se acelera ante mis caricias. Su rostro se pega aun más al mio, veo como observa mis labios y se relame. Inconscientemente hago lo mismo. Es entonces cuando Ryan coge mi labio inferior entre sus dientes y gimo cómo respuesta. Es evidente que va a profundizar su beso, pero una espantosa voz nos detiene.

-Ryan, cielooo- me aparto bruscamente y me inclino para ver como la morena pechugona, alias la puta de la fiesta, alias la putona de la foto de insta de Ryan, se acerca a paso acelerado por la playa.

Luce un estrecho y ceñido vestido blanco, y viene con unos altos tacones, que provocan que se hunda aun más en la arena.

La susodicha llega hasta Ryan y pasa sus brazos por sus hombros y entonces le besa. Mi mirada se aparta rápidamente y cojo mis cosas para continuar mi camino.

-Bianca- escucho decir a Ryan. Así que así se llama.
-¿Qué pasa bebé? Solo quería darte un beso. De esos que tanto te gustan- puaaajjjj, decido abandonar el lugar antes de potar. Pero Ryan me vuelve a detener.

Se acerca lentamente a mi, se posiciona en mi oreja y susurra:

"Esto no se queda aquí Maia".

Maia's CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora