Cuando decidiste aparecer

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30 de junio de 2015


Estoy de vuelta en Londres, pisando de nuevo el suelo inglés del jardín que bordea mi casa. Después de la terrible ruptura con Sam, y del enterarme que Ryan ha decidido formalizar una relación, el sentimiento de vacío ha sido demasiado grande y he vuelto a casa.

Mi madre me encontró de rodillas frente a la puerta, mientras lloraba desconsoladamente. Al contarle todo quiso venir conmigo de vuelta, pero no se lo permití. Se que volver a esta casa le traería demasiados recuerdos, y ella esta bien allí, es mejor evitar el sufrimiento lo máximo posible.

Le dije que así aprovecharía para pasar tiempo con Penny y acabó cediendo.

Arrastro mis pies y mi maleta mientras siento que las lágrimas se vuelven a acumular en mis ojos. "Tanto luchabas para no acabar sola y al final perdiste a los dos". 

Cojo mis llaves y abro la puerta. Ni si quiera me molesto en subir la maleta, la dejo tirada en la entrada y voy directa al salón. Me siento en el sofá y observo un punto fijo, la verdad es que no se que hacer, me siento muy sola, y Penny ni si quiera está en Inglaterra para hacerme compañía, hecho que no sabe mi madre, ya que  si sabía esto se negaría a dejarme volver sola.

Parece que Penny siente que estoy pensando en ella porque mi teléfono empieza a sonar y su cara asoma en la pantalla.

-Hola...- digo con la voz rota.

-Lo siento mucho Mai..., no sabía que el leería el correo, es todo mi culpa- la escucho resoplar al otro lado de la línea.

-No es tu culpa Penny, el fue el que entró en mi correo sin permiso de nadie..., además, tarde o temprano se acabaría enterando...- realmente es lo que pienso, no lo hago para que no se sienta mal, sino porque realmente creo que ella no es la culpable de nada, solo dos somos los responsables, yo por ocultarlo y el por averiguarlo de una forma poco correcta.

-Me gustaría estar ahí, contigo, pero tardaré por lo menos 2 semanas en regresar, ¿aguantarás sin esta pesada tanto tiempo?- sus palabras me hacen reír 

-Lo intentaré...

-Cuídate Mai, y no dudes en llamarme

********

Después de la llamada con Penny recibí otras dos, una de mamá preguntándome por mi estado, y otra de mi hermano diciéndome que sabía lo de mi ruptura con Sam y que se encargaría de matarlo. Mamá sabe toda la verdad, en cambio Luke piensa que Sam sólo fue un imbécil que se cansó de su hermana, no sabe los verdaderos motivos.

Se tiró como media hora diciéndome lo enfadado que estaba conmigo por no haberle contado nada, y que se tuvo que enterar por mamá. Luego no paraba de decirme que vendría a Londres conmigo, pero después de unas 50 explicaciones por mi parte, acabó desistiendo de sus planes.

Después de todo esto me puse cómoda y decidí hacer algo que relajaría todo aquello que me atormenta, bailar.


1 de Julio de 2015


El ruido de unos golpes acompañados del timbre hacen que me despierte. Miro a mi alrededor aturdida y me doy cuenta de que estoy en casa, no más Barcelona, no más Sam, no más Ryan.

Me levanto de la cama y bajo las escaleras a paso rápido, ya que parece que el o la sujeto/a del exterior se muestra impaciente.

Abro la puerta y me quedo pálida al ver su rostro. Sus ojos verdes me observan con detenimiento, buscando los indicios de mi tristeza.

-¿Puedo pasar?- me aparto de la puerta y el lo toma como una señal.

Veo que lleva una pequeña bolsa de viaje en su mano, la deposita en el suelo y se gira para volverme a mirar. Se acerca a mi y me abraza, al principio me quedo quieta sin saber que hacer, pero después me dejo llevar y rodeo su cintura con mis brazos.

-Ryan...- digo contra su pecho

-Shhhh- Ryan me aparta y me mira a los ojos. Después coloca un dedo en mi barbilla para alzarla un poco más. Acerca sus labios y hace un pequeño movimiento sobre los míos, lo correspondo con el mismo gesto y tuerzo mi cabeza para darle un mayor acceso.

Su lengua entra poco a poco en mi boca y la mía hace lo mismo en la suya. Nuestras bocas se devoran con veracidad y nuestras lenguas juegas entre ellas.

Ryan me pega aún más a su cuerpo, haciendo que note lo excitado que está. Me sobresalto y me aparto.

-No está bien...- miro al suelo incapaz de mirar a esos ojos verdes que me enloquecen.

-¿Por qué Maia?- intenta acercarse a mi pero vuelvo a detenerlo.

-Acabo de perder al hombre más maravilloso del mundo por esto- nos señalo a ambos y sigo hablando- y no pienso seguir cagándola, además, tu tienes pareja.

-¿Lo amabas?- me pregunta

-No lo sé, sólo se que desde que lo perdí me siento una mierda, y siento un terrible vacío aquí- señalo mi corazón- no se si lo amaba, o si sólo lo quería como un gran amigo, lo que si se es que lo perdí por culpa de esto.

-Esto- dice señalándonos a ambos- es algo maravilloso que en cualquier momento ocurriría, fui un tonto Maia un jodido tonto, todo este tiempo...

-Ya vale Ryan...por favor

-No, no vale, ojalá hubiese tenido la valentía que necesitaba mucho antes de que todo esto ocurriese, de que conocieses a ese chico que parece haberte roto el corazón, porque joder Maia, odio verte así, rota por una persona que no soy yo

-¿Quieres decir que sólo me quieres ver sufrir por ti?- digo mientras alzo una ceja y me cruzo de brazos.

-¿Qué? No, claro que no, me refiero a que verte sufrir así por el significa que es porque realmente era alguien importante para ti, y yo...., yo no sé si lo soy.

Lo miro a los ojos y niego con la cabeza.

-No quiero seguir hablando de esto.

-Maia- toma mi mano pero yo la suelto

-Necesito estar sola


Maia's CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora