LOU | Larry Stylinson

Capítulo 38

Después de un tiempo.

Era hora de que el profesor nuevo de Harry llegara. Era hora de que él empiece a estudiar más y todas esas cosas que, sinceramente, al rizado no le gustaban. Pero la vida es así; decía su madre. Así que debía estudiar y ese mismo día, Jueves, porque en realidad el profesor de Harry vendría el Viernes pero no. Harry no quiso.

Si iba a empezar a estudiar no tenía el máximo tiempo para cuidar a Louis y éste tuvo la recaída así que el ojiverde insistió de que la clase se pasara para el Jueves; y así fue.

Louis le dijo mil veces que no pero bueno, uno es terco cuando está enamorado. ¿No?

¿Louis? Bueno él... él estaba mejorando bastante. La recaída, en este caso a él, le fue bastante bien o eso creo. Estaba comiendo un poco más, y el color de su piel ya no era tan... tan pálida. Podía caminar mejor porque en este caso por el dolor que generaba a veces, le costaba caminar. Los vómitos cada vez eran menos y bueno, él estaba mejor dentro de todo. Y eso a Harry le hacía inmensamente feliz.

Estaba muy seguro que Louis iba a estar mejor.

Aquél Jueves Louis se encontraba en su casa e iba a irse pronto ya que, el profesor de Harry iba a llegar en cualquier momento.

—Ruego que sea un... viejo, calvo, y de cincuenta años —dijo Louis a Harry, el cual los dos se encontraban en la habitación del último recostados en la cama—. La vida siempre está en mi contra y creo que eso no va a pasar.

Harry rió bajito.

—Ssshhh —le dijo éste.

Louis  giró a mirarlo con las cejas alzadas y con una sonrisa divertida.

—No me calles —le dijo Louis, y se inclinó a Harry más cerca de su rostro—. ¿Oíste?

El rizado se acercó al rostro de Louis, y le dijo:

—Sh.

Louis lo miró por un segundo a los ojos, y luego se le acercó para besarlo.

—No... —dijo entre beso—. No me vuelvas a callar.

Harry se rió ligeramente y Louis besó su sonrisa.

Luego se separaron y el castaño pasó un brazo por los hombros de Harry para a traerlo hacia él  y que, éste se apoyara en su pecho.

—¿Sabes? —dijo Louis—. Me... me llamó Tiffany ayer en la noche.

Era increíble como Harry podía cambiar su expresión con tan sólo escuchar su nombre.

Así que se separó de Louis y se apoyó sobre su codo para mirarlo.

El ojiazul se rió, y le dijo:

—Eres un celoso.

El rizado le hizo una sonrisa fingida y sarcástica para luego colocarse muy serio.

—Sí —le dijo Harry.

—Pequeño —dijo Louis enderezándose—, ella llamó sólo por el hecho de saber si iba a volver a estudiar y le dije que, hasta que no mejore mi salud; no podré volver.

Harry asintió pero lo miró con suspicacia.

Eso hizo reír aún más al ojiazul y se lanzó a él para abrazarlo y decirle:

—¡Oh, vamos no estés celoso! 

El rizado no pudo evitar sonreír, y pasar sus manos por la cintura de Louis.

Pero Louis comenzó a hacerle cosquillas a Harry y éste empezó a carcajear queriendo alejar a Louis pero no podía. Y éste último reía también.