Misma Celda (Sirius Black)

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NeishmarieFontnez

Cada vez la celda se volvía más fría. Más desolada. Más inhumana.

Los dementores se mantenían al margen. ¿Felicidad en este sitio? Por favor. Podría escapar si así lo quisiera, pero ¿por qué lo haría? No tengo por quién luchar y eso es lo importante.

Escuché pasos acelerados acercarse. Fruncí el ceño, ¿quién era ahora?

Me levanté y limpié mi pantalón. Caminé hasta el borde de la celda y divisé a dos aurores acercarse con un recluso. Llevaba el cabello largo, de color negro, tapando su rostro. Intentaba zafarse del agarre que lo obligaba a moverse, pero era inútil.

El rostro de los aurores delataba que vendrían a dejarlo aquí, como a todo criminal de alto rango. Me escondí en las sombras de la celda cuando la abrieron.

Tiraron al recluso como si fuera un saco de papas, cerraron la celda y se largaron. Suspiré, era el mismo proceso cada jodido arresto.

El recluso se levantó y corrió a la puerta de barrotes. Por más que pataleteó, gritó y maldijo nada sirvió.

-Es inútil -dije mirándolo con una sonrisa burlona.

Giró la cabeza rápidamente y sus ojos se posaron en los míos. Me examinó con la mirada y frunció el ceño.

- ¿Tú eres...?

-Alguien que podría salir cuando se le viniera en gana -respondí. Era mejor que supiera que no podía meterse conmigo.

El recluso sonrió arrogante.

- No sabía que tendría compañía. Soy Sirius Black, y pienso largarme de aquí para cometer el delito por el que se me acusa -dijo entredientes.

-No es un gusto conocerte, Black. Yo soy Neishmarie Hidalgo. Así que... ¿realmente no cometiste ningún delito? De todas las personas que pasaron por aquí eres la primera que dice eso.

Sirius se acercó y me observó el rostro detenidamente. Tenía la leve sospecha de que lo conocía.

- ¿Eres... La misma Gryffindor que me ayudó aquella vez con la broma del final de quinto curso?

¿Cómo recordaba algo como eso? Hizo que una oleada de recuerdos me calleran como un balde de agua fría. Claro... Él era ese Sirius Black.

- ¡Cierto! ¡Ahora recuerdo! Eres el chico que intentó coquetearme a media noche y terminó con un hueso roto.

Lamentablemente, los dementores se acercaron. No quería sacar la varita que llevaba escondida en mi bota, así que tomé a Sirius del brazo y lo jalé hasta la esquina derecha de la celda. El frío comenzó a invadirme, haciendo que la poca felicidad que había vuelto se volviera a ir.

Sirius estaba aturdido. Era de esperarce, los dementores son una pesadilla.

-La mejor forma de alejarlos es pensando en cosas negativas, y vaya que tengo mucha experiencia en eso. Te enseñaré -le dije mirándolo.

*Doce años después*

Pasaron los años y por primera vez en mucho tiempo tenía ganas de salir de Askaban.

Sirius y yo... Bueno, no éramos novios, pero tampoco amigos. ¿Me comprenden?

-Necesito salir de aquí... -susurró Sirius entre sueños-. Hogwarts... Está en Hogwarts...

-Así que Colagusano está en Hogwarts, ¿no? Bien... Creo que tengo una idea -murmuré mirándolo, acariciando dulcemente su cabello.

A la mañana siguiente, Sirius despertó dando un brinco. Reí de su cara y lo ayudé a levantarse.

- ¿Listo? -pregunté.

- ¿Listo? -preguntó con el ceño fruncido-. ¿Listo para qué?

-Para matar a Colagusano, claro. ¿Para qué más?

-Por las barbas de Merlín, Neish, ¿cómo lo sabes? -se acercó a mí, con una expresión de incredulidad.

-Sirius, hablas entre sueños. Además, me contaste todo lo que pasó hace doce años, ¿cómo no darme cuenta? Te conozco mejor de lo que crees -aseguré.

-Supongo... Que yo podría irme de aquí... Pero ¿y tú?

-Cariño, no eres el único animago en esta celda -le guiñé un ojo.

- ¿Me estás jodiendo? -Sirius sonrió radiante.

-Creo recordar lo que te dije claramente la primera vez que hablamos... Al menos dentro de Askaban.

-Bueno, si estamos en esas...

De un momento a otro ya no estaba Sirius en la celda, sino un perro de pelaje negro en su lugar. Me miró con ojos brillantes.

Entonces, yo también me transformé. Supuse que Sirius estaba aguantando las ganas de correr y atacarme, o quizá no, pues un gato de pelaje blanco, totalmente sucio, supongo, ocupaba mi lugar.

Me dirigí a la puerta de barrotes y salí sin problemas. Sirius igual, y en nuestra forma animaga nos dirigimos a Hogwarts.

One-Shots de Harry Potter (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora