Había algo en sus ojos, tan puros, tan vivos, que me inspiraban a admirarlos. Un destello de inocencia y maldad, tan fuerte e inspirador. Quería conocerla. Quería saber de dónde salía tanta fuerza, sin embargo, no era capaz de nada que no fuera sisear.
Eran tantas emociones revoloteando en mi interior, comiéndome poco a poco. Tenía que hablarle, contarle lo que pasaba por mi cabeza, mis ganas de conocerla. Pero Yamilet era una trampa viviente, la perdición de cualquier tonto que tratara de comprender la telaraña que tenía por mente; la droga de los débiles que se autocomplacían con la simple imagen perturbada de su retorcida imaginación; el fruto prohibido que inspiraba a pecar, a pecar sin tocar y sin probar.
Yamilet me buscaba. Nuestra relación no era una de indiferencia, sino un coqueteo que no llegaba a ser oficial. Yo la buscaba. Mis palabras nunca eran claras, la lengua de las serpientes se asomaba por mi garganta sin que me diera cuenta, pero a ella no le molestaba. Terminaba descifrando lo que trataba de decirle, cómo no, si era tan brillante como cualquier estrella.
A Ron y a Hermione no les gustaba que quisiera estar con ella. Según su punto de vista, una relación sin comunicación no era una relación. Pero nos comunicábamos, pobremente por mi parte, pero lo hacíamos. Yamilet me había dicho sin tapujos que me quería. Yo había intentado decirle lo mismo, y aunque esta vez no entendió, siguió adelante con nuestra amistad.
Tuve que obligarme a hablarle con claridad. Permitir que mi timidez destruyera la posibilidad de ser algo más me mataba. Y lo hice, logré hablarle. Contarle lo que sentía. Y ella sentía lo mismo.
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One-Shots de Harry Potter (Terminada)
Fanfiction¿Quieres un One-Shot con algún personaje del mundo mágico? ¡Llegaste al lugar correcto! Dime tu nombre y con quién quieres el One-Shot, el resto déjamelo a mí.
