♡ Me enamoré de Severus Snape♡

Segunda Prueba

Los vi, iban al despacho de Snape, me sentí mal, aún lo tomaba del brazo, claro sabía que ella es mucho más atractiva, es de su edad y claro tiene muchas más virtudes que una chica de 14 años.

Comi y enseguida me dirigí a la biblioteca, faltaba un día para la prueba y Levark no lo había desifrado, subí las escaleras, me encontré con Jerdon, despreciaba su presencia, me saludo y dije que tenía que irme.

Seguí subiendo y me cruce con Elizabeth, mi primer gesto fue poner los ojos en blanco, a lo que ella me sonrió.
Estaba molesta por lo que había visto, pero ahora solo quería poder ayudar a mi amigo Levark.
Entre y estaba más solo que de costumbre, siempre estaba solo a menos que hubiera un examen o algún proyecto demasiado importante.
Tome un libro sobre "Dementores" quería saber más, ya sabía lo tradicional que causaban los Dementores, tras leer el libro me di cuenta de que era lo que sabía, solo que con otras frases.
Lo único que encontré fue los beneficios que aporta comer chocolate, después de haber estado cerca de uno.
Los Dementores son criaturas extrañas, demaciado altas y se llevan lo que más te hace feliz, como los recuerdos además de crear un ambiente frío y oscuro.
La única forma que conocía de como detener a los Dementores era el encantamiento patronus, un encantamiento demasiado complicado, de hecho ni yo lo podía hacer, Levark es un Ravenclaw, ellos se caracterizan por ser brillantes tal vez podría hacerlo.

Tome otro libro y no decía nada relevante, lo leí y realmente eran pérdidas de tiempo, había unos cuantos tips para lograr el encantamiento patronus, todo consistía en estar concentrado y pensar en tus mejores momentos, no sabía si Levark sabía hacer el encantamiento patronus.
Decidí ir a buscarlo, fui a el gran comedor, donde no estaba, iría a buscarlo afuera,iba  muy ensimismada en mis pensamientos,  caminando en los fríos y eternos pasillos de Hogwarts.
-¡Levark! ~Lo vi estaba sentado con unos chicos
-Shamit ~Me contestó.
-¿Ya sabes que harás? ~Cruce mis brazos.
-Pues creó que aún no. ~Acarició su brazo
-¿Alguna vez has intentado o has hecho el encantamiento patronus?
-Lo he intentado un par de veces, pero nunca ha salido tal como debe salir.
-¿Y qué esperas para practicarlo? ~Estaba enojada, intentaba ayudarlo por Mirr, pero el no ponía mucho de su parte.
-¿Me ayudas?
-Vamos. ~Caminamos y comencé regañarlo por no tomar el interés suficiente.
Llegamos a un aula totalmente vacía.
-Dohals, concéntrate, toma tu varita, piensa en lo que te haga más feliz.
-¡Expecto Patronum!  ~ Movió su varita.
Salieron unas chispas verdes sin éxito alguno.
-¡Vamos Levark!
Lo hizo tres veces más, pero no lo lograba.
-Yo lo intentaré. ~Saqué mi varita.
-Expecto Patronum. ~El recuerdo que elegí para este, fue la primera vez que pise Hogwarts, era algo que me hacía feliz, la primera vez que crucé esa puerta de madera gigantesca.
Tampoco fue lo suficiente para lograr mi encantamiento.
Seguimos practicando, no salía Levark simplemente no estaba haciendo todo de su parte.
-¡¡Demonios Levark!! Eres un Ravenclaw, vamos haz algo bien.
~Estaba furiosa.
-EXPECTO PATRONUM.
El hechizo había salido, su patronus de Levark era algo así como una especie de gato, nos sentimos aliviados.
Nos dirigimos al gran comedor, estaba muy hambrienta.
Me encontré con Isai, me senté a su lado y me serví un poco de pollo.
Hablamos sobre lo que más odiabamos, el tenía un poco de odio hacia los muggles porque por culpa de uno murió su abuela, Isai era un chico genial, yo le hablé de lo mucho que odiaba a Flitch.
-Shamit. ~Era la voz de Mirr, la podía reconocer en cualquier instancia.
-¡Mirr! ~Le ofreci asiento y lo tomó.  -Te he estado buscando Sha. ~Me dijo Mirr mientras se servía té.
-Estaba ayudando a tu noviecito, ya que no podía hacer el encantamiento patronus. ~La mire molesta.
-Jajaja, te quiero ¿lo sabes? ~Dijo Mirr acariciando mi cabello.
Cenamos, Mirr iría un rato más con Levark, yo estaba agotada y solo quería irme a dormir, me dirigí a los dormitorios, fui a la sala común, me recosté en un sillón, el calor de la chimenea era un calor muy rico.
Cerré mis ojos.

Escuché un sonido, me desperté, seguía en el sofá, me levanté muy rápido, suponía que la segunda prueba ya había iniciado.
Me vestí y fui corriendo, la música provenía del campo de Quidditch, salí, hacía mucho frío, subí a los respectivos asientos de Slytherin.
Busqué con la mirada a todos, vi a Mirr que ya estaba alborotada.
Fui hacia donde estaban y Dumbledore comenzó a hablar.
-¡Buen día a todos!, que comience la prueba. ¿Campeones están listos?
Vi a los tres, tenían sus escobas y un translador.
Sonó el cañón que indicaba que ya había comenzado todo.
Tomaron el translador y desaparecieron.
Pasaron los minutos y ninguno aparecía, comenzábamos a ponernos nerviosos.
No sabíamos exactamente a que se enfrentarían y claro si estaban preparados.
Pasaron alrededor de 20 minutos y ninguno aparecía, comenzábamos a tenzarnos.
Miré a Snape, parecía cansado, a decir verdad era muy atractivo.
Un sonido me sacó de mis pensamientos.
-¡¡¡Llegó!!! ¡Y en primer lugar! ~Mirr estaba como loca gritando.
-Vamos, Miranda que esperas. ~Bajamos corriendo, Levark se veía bastante agotado, estaba sucio y tenía una especie de cajita en su brazo.
Nos acercamos a el, como todos los demás Mirr abrazo a Levark y se dieron un beso.
Dumbledore lo felicito, llegó el siguiente participante, que fue Galary y por último casi enseguida llegó Pathwe.

Dumbledore dio un amable discurso y dijo que todos debíamos dirigirnos al gran comedor, por el delicioso banquete que nos tenían preparado...
Llegamos y seguíamos festejando a Levark, aunque no todos los comentarios eran positivos, muchos tenían envidia a Levark y la mayor parte de esos comentarios venían de nuestra casa Slytherin.
Mirr se alejo con Dohals.
Me quedé con Anire y Jeyla, nos sentamos y disfrutamos ese banquete, adoraba estar en Hogwarts, porque en éstos días arreglaban más cada espacio de hogwarts y en especial el gran comedor.

Vi la mesa de maestros, Snape estaba solo como debía de ser. Yo no entendía que eran todas esas emociones raras que Severus Snape causaba en mi...

Subí al dormitorio, no había nada que hacer en estás semanas debido al torneo, habían decidido cancelar las clases hasta que el torneo acabará. Hoy no hacía tanto frío como los demás días, fui a la sala común y no había muchos chicos.
Decidí salir, caminaba siempre que lo hacía en mi surgían millones de pensamientos, algunos siempre me hacían sentir mejor y otros era mejor evadir los.
Salí de Hogwarts, no sabía exactamente a donde ir, así que me decidí por el lago negro.
Me senté a orillas de este, en el me reflejaba, lancé una roca, y luego arranque una pequeña flor.
Me quedé admirando lo bello que era el lago, hasta que una silueta, que yo conocía perfectamente se reflejo en él...