[Habitación de Ki y Aris][Despues de llegar del cine]
Lo intentaré ok? 😂xx
Ambos chicos se tiraron sobre la cama mirando fijamente al techo, cada uno sumido en sus propias tormentas, en sus sueños un poco turbios con el chico de al lado como lo era en el caso de Ki, no podía parar de imaginarse a Aris bajó él rogándole por más, mientras que Aris solo podía pensar en lo bien que le sentó besarlo.
Ambos chicos estaban pensando en cosas distintas que sin saber los llevaría a cumplir sueños...
— ¿Habías besado antes? — le preguntó Ki al chico esperando que este dejara de ver el techo y lo mirara a los ojos.
— Hmm no... — respondió dudoso Aris, realmente nunca había besado a alguien, ni siquiera a una chica. Y en verdad estaba reservando su primer beso para la persona indicada pero ahora no cree quien fue el afortunado.
— Espera... ¿fue tú primer beso? — Ki se escandalizó mientras en su estómago revoloteaban un millón de mariposas.
Aris asintió levemente mientras cerraba los ojos intentando no sonrojarse pero podía sentir la mirada de Ki quemándole la piel.
— Me siento... ugh afortunado e importante— balbuceó Minho sin saber que decir.
—Lo eres — suspiró Aris con cansancio
— ¿Te gustan los coches? — Aris rodó los ojos por lo absurdo que había sonado Ki, ¿acaso intentaba esquivar el tema?
—Si— replicó Aris relajándose poco a poco al ver el rumbo que tomaba la conversación, así comenzaron a hablar sobre autos, marcas modelos y más pero el pequeño secreto para que le gustasen los autos a Aris era imaginarse a él y a Ki follando en uno.
Aris comenzaba a calentarse con cada pensamiento que rondaba en su cabeza, poco poco su miembro fue despertando con ganas de jugar, se creó un bulto bajo sus pantalones y comenzaba a apretarle.
Aris ya no pudo resistirse más asi que de un solo movimiento se colocó encima de Ki, agarrando a este por sorpresa.
— ¿Quieres jugar papi?— insinuó Aris con vos bajita y actuando como un niño pequeño.
— No creo que sea lo correct... — Aris hizo un puchero y movió lentamente sus caderas provocándole sensaciones inexplicables para Ki Hong Lee, el macho pecho peludo que ni las perras más buenas lo calentaban.
— Uh — gimió Ki sintiendo el deseo recorriendo su cuerpo, corrientes eléctricas llegando hasta su zona baja dejando crecer un bulto entre sus piernas.
—¿Si papi?— Aris comenzó a moverse un poco más y más, adelante y atrás haciendo gemir bajo a Minho — ¿Te gusta papi? — preguntó siguiendo los movimientos cada vez más rápidos mientras subía poco a poco la camisa de Ki, siguió con sus movimientos hasta llegar a los pezones del mayor, comenzó a lamerlos lentamente para después succionarlos un poco.
Ki parecía a punto de perder el control se veía frustrado y nervioso.
Aris comenzó a dejar pequeños y húmedos besos por todo el torso de Ki provocando su propia perdición.
Ki se dio cuenta que necesitaba a Aris más de lo que hubiera querido algún día, necesitaba atención urgentemente como buena puta que era. Asi que sin mas tomó el control.
Ki giro a Aris así dejándolo abajo, comenzó a moverse desesperadamente como antes lo hacia Aris, buscando la mayor fricción posible, sus pantalones al igual que los de Aris estaban a punto de explotar asi que decidió ayudarle un poco con eso.
Comenzó a quitarle la playera a Aris recorrió con sus manos todo el torso de este pellizcando los pezones de Aris, bajo un poco más hasta encontrarse con la bragueta, intentó bajarla con los dientes pero estaba demasiado ansioso, bajó desesperadamente los pantalones junto con los bóxers dejando libre la ereccion de su pequeño.
Colocó sus dos manos al rededor del pene, y comenzó a moverlo de arriba a bajo sintiendo placer en todo su cuerpo de tan solo ver el rostro de Aris, con una mano pellizcaba suavemente la punta mientras que con la otra hacia leves caricias.
Aris gemía y jadeaba, su cuerpo era una mezcla de sensaciones nuevas y temerosas, poco a poco sentía las corrientes eléctricas recorriendo su cuerpo, y esa sensación de necesitar más cada vez lo volvía loco, se sentía sediento pero a la vez sentía como si invadieran su privacidad.
Aris era un tormento de sensaciones y emociones, nunca pensó llegar a esto. No con esa persona.
Y mientras Aris gemía y pensaba Ki ya había metido el pene a su boca comenzando a succionar, sacándolo y metiéndolo una y otra vez hasta la mitad de su boca, siguió así hasta que decidió sacarlo por completo.
Su lengua paseaba por cada parte del miembro de Aris como si se tratase de una simple y exquisita paleta.
Aris aferrándose a las sabanas como le era posible y Ki aferrándose al miembro de este ambos disfrutando de diferentes formas pero placenteras.
Ki recorrió todo lo posible y volvió a meterse el pene en la boca una y otra vez.
—Oh papi más más más duro ugh — gritó entre gemidos Aris arqueando sus caderas —pa-pi uh si si si—
—Shh— le calló Ki con un beso.
Aris vio una oportunidad y la aprovechó, colocó a Ki abajo de el y comenzó a quitarle la ropa. Cuando ya estaba completamente desnudo comenzó a masturbar el pene de Ki sorprendiéndose de lo grande que era.
Siguieron así, dándose mamadas y masturbándose uno al otro hasta que ambos estaban a punto de llegar al climax.
Ki se posiciona en la entrada del menor echándole un poco de saliva para que no le doliese tanto.
Poco a poco fue penetrando dentro de Aris, cuando este ya se había acostumbrado a sentirlo dentro comenzó a moverse como podía, su frente estaba mojada de sudor sus cabellos estaban pegados a él, su respiración agitada y sus labios entrecerrados.
— Pa-pi— comenzó a balbucear Aris mientras se movía en círculos — ¿Así?
—Si chiquito — le respondió — Pero papi necesita más rápido— usurpó Ki y como era de esperarse Aris le obedeció.
Ki Hong tomó el control follando duro a Aris en diferentes posiciones tantas que terminaron casi muertos.
Y al poco tiempo ambos quedaron dormidos como dos putas felices.
Dia uno: fuera virginidad.
Lo intente :((
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YouTube |DYLMAS|
FanfictionEl mayor pasatiempo de Dylan O'Brien es hacer videos entretenidos para sus suscriptores Thomas Sangster es un fanboy en todas sus palabras, idolatra a muchos Youtubers entre ellos Dylan O'Brien. El destino se encargará de que estos se conozcan, pero...