Capitulo 35

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De antemano perdón por las faltas de ortografía que algún día corregiré :v








La velada transcurría entre risas y algún que otro tacto de sus manos sobre la mesa por culpa de Aline. Habían pedido varios platos con buena presentación, que probablemente se veían más que exquisitos pero Thomas por otro lado se sentía con el estómago revuelto, se sentía con ganas de vomitar, la sensación de estar engañando a Dylan le aprisionaba en el pecho y le hacia sentirse tan mal del estómago, pero a la vez, necesitaba arreglar los asuntos pendientes que tenia con Aline.

— Come Tom, la comida esta deliciosa — pronunció Aline suavemente mientras posaba su mano sobre la de Thomas que se encontraba a lado de la copa de agua. Thomas sintió aun mas ganas de vomitar cuando sintió la calidez de la mano de Aline, no era que ella le disgustara del todo, tal vez algún día la podría considerar como una amiga. Pero en esos instantes Thomas solo quería salir corriendo, y todo por su amiga Paola que había metido la pata al mandarle un mensaje a Aline.

Pero Thomas sabia que había metido más la pata cuando le había dado su contraseña a Paola. Inaceptable, ahora le había mentido a las personas que más le interesaban por una simple travesura.

La velada transcurrió pesadamente, Thomas poco había comido y eso por que Aline le había insistió que probara bocadillo, se sentía del asco con Aline, ella era un chica guapa pero sinceramente prefería salir con Dylan. Siempre lo hubiera preferido mil veces. Cuando estaban a puto de retirarse, Thomas alzó la vista y vio entrar a Dylan junto con Ki al restaurante, el rubio por un instante pensó que iban solo ellos dos, pero después vio entrar a una chica de cabello negro y ojos azules detrás de ellos. Instantáneamente y sin pensarlo dos veces Thomas sumió su cabeza hacia abajo con intención de que Dylan no lo pudiera ver entre toda la gente, pero para su mala suerte los tres chicos se estaban dirigiendo hacia su dirección.

Thomas volvió a levantar la vista con temor y se encontró con lo que menos quería en ese instante. Los ojos de Dylan lo miraban fría y penetrantemente, estaban oscurecidos por las sensaciones que experimentaba en ese instante, duda no cabía, pero sus puños a los costados dejaban mas que una expresión a sospecha, su mano temblaba levemente y su dedo indice se encontraba enterrándole la uña al meñique.

Thomas tragó con bastante dificultad. ¿Que iba a decirle? ¿Que su mamá lo había tenido a una edad muy corta y por eso era tan joven? Los pensamientos de Thomas se mezclaron con sus emociones, miedo y temor sobresalientes en cada pensamiento. Un nudo en su garganta se formó obstruyendo el paso de la saliva.

Respiró y se obligó a si mismo a hablar.

— Voy al baño, ahora vuelvo. — pronunció con dificultado mientras intentaba disimular el temblor de sus piernas debajo de la mesa. Se puso de pie y con pasos largos de dirigió al baño de hombres.

— "Bien Thomas, piensa que le vas a decir a Dylan, cual sera tu excusa perfecta para decirle que has salido con Aline en una cita?" — susurró el rubio para sus adentros, tratando de converse de que decirle la verdad seria lo mejor para su relación, pero sin embargo siempre le daba más pavor que decir mentiras, estaba casi seguro de que cuando Dylan le preguntara iba a sentir la necesidad de protegerse de las posibles consecuencias de esa cita, pero no sabia cómo.

— ¿ Y que tal te parece "la verdad" ? — Dijo una voz cargada de enfado y resentimiento, Thomas giró sobre sus talones y vió a un Dylan apoyado en la puerta del baño con los brazos cruzados y con una expresión seria.

— Dylan... — dijo el rubio sorprendido por que no había escuchado la puerta abrirse y al mismo tiempo se quería dar la cabeza contra la pared, ahora Dylan lo había escuchado todo y sabia que estaba teniendo una cita con Aline.

— Sigo esperando una respuesta — musitó endureciendo su gesto una vez más, Thomas nunca había visto tan serio al castaño, y sinceramente estaba que se meaba del miedo.

— Oh si, escucha... Una amiga, le ha mandado mensaje a Aline diciéndole que la invitaba a cenar el día de hoy, en forma de cita realmente formal y yo no he visto los mensajes hasta que era demasiado tarde y se me ha hecho una descortesía cancelar de ultimo momento. — habló rápidamente sintiendo un alivio en aumento cuando cada una de esas palabras eran pronunciadas pero a la vez su temor aumentaba. ¿Ahora que pasaría?

Dylan pareció sopesar palabra por palabra, estaba realmente callado y había sido muy cortante cuando le había pedido una explicación, cosa que no ayudaba para los nervios y el remordimiento de Thomas. Las palmas de sus manos sudaban con cada segundo que pasaba, y se estaba sintiendo débil como si estuviera a punto de desmayarse.

— Y por que me has dicho que ibas a ir con tu mamá? — preguntó Dylan finalmente cortando el incómodo silencio que estaba entre ellos.

— Yo... no lo sé. — musitó casi en un sollozo ronco — Yo realmente lo siento, si hubiera sabido lo que Paola haría teniendo mi contraseña nunca se la habría confiado. Perdón por mentirte Dylan.

Dylan asintió no del todo convencido y se fue acercando paso a paso hasta Thomas al punto de dejar solo unos finos centímetros de distancia entre sus bocas.

— ¿Qué significa ella para ti? — le cuestionó el castaño con voz ronca con la respiración pegada a su piel, su respiración cálida contra la de Thomas, se sentía tan irreal la tensión sexual que se encontraba entre ellos que Thomas sentía la necesidad de besarlo apasionadamente.

— Nada. Ella no lo es nada a comparación de ti. — susurró Thomas entreabriendo su boca anhelando el contacto de sus labios con los del castaño.

— Prométemelo — susurró Dyl rosando los labios de Thomas, puso su mano detrás de su cabeza entre su suave cabello y se aferro a él con cuidado de no lastimarle.

— Te lo juro — dijo y acto seguido Dylan lo beso fuertemente arrinconándolo contra los lavabos. Sus labios jugueteaban y danzaban unos sobre otros mientras sus cuerpos estaban en contacto apretándose entre si y compartiendo el calor que emanaba de ellos.

Con torpeza Thomas se sentó sobre el lavabo, mientras apoyaba sus manos sobre los hombros de Dylan para atraerlo mas hacia si, y Dylan lo tomaba de la cintura sin dejar un centímetro de distancia entre ellos, en sus estómagos revoloteaban miles de sentimientos sin saber como distinguir.

— Carajo, me traes loco Thomas Sangster — musitó Dylan cuando hubo separado sus labios de los del rubio y jadeando pronunció las siguientes palabras —Salgamos de aquí.











Sorpresa!! Ahre♥️

Díganme si les esta gustando la historia (aunque no actualice mucho sorry)

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