La brisa de una noche lluviosa al acecho se hacia presente en el ambiente, una suave llovizna caia delicadamente del cielo mojando con diminutas gotas el cabello de los chicos mientras recorrian a pasos lentos la longitud del parque con manos entrelazadas. Thomas se encontraba observando detenidamente el este del parque con la vista fija a las pequeñas flores rojas que se dejaban avistar bajo la tenue luz de la lámpara, pero con sus pensamientos en diferentes tipos se temas al mismo tiempo, se encontraba realmente sumido en los susurros de sus pensamientos.
Dylan, quien estaba aprovechando que Thomas estaba distraído lo observaba con detenimiento, la marca de su mandíbula, la nariz, los labios delgados y suaves, estaba muy seguro de que se podia declarar terriblemente embobado ante la belleza de Thomas, suspiro profundamente y con un atisbo de admiración en sus ojos, optó por levantar sus manos entrelazadas y depositar un casto beso en la mano del rubio, acción que le saco de sus varios pensamientos y le hizo mirar al castaño.
Los ojos de Thomas brillaban intensamente, con ternura dibujada en ellos diría Dylan, le dedicó una media sonrisa y se dedicó a volver a sus profundos pensamientos. La tension en el ambiente crecía con cada paso que daban por el parque, algo estaba cambiando entre ellos sin saber certeramente que seria, Thomas se mantenía más alejado y sumido en su propio mundo, y Dylan no se sentía capaz de entender lo que había hecho mal, su cabeza repasaba una y otra vez los hechos acontecidos y siempre volvía a la misma conclusión, nada. Todo le parecía estar en su lugar.
Dylan se rascó la comisura de la boca con la mano libre y torció el jesto con frustración, algo se le estaba escapando y él lo sabia, aquí había algo que no cuadraba mucho.
El celular de Thomas comenzó a sonar indicando una llamada, el rubio se dedico a sacarlo y a contestar.
Dylan incómodo, se puso a golpear el pavimento con un pie sin saber que hacer. No le gustaba escuchar conversaciones ajenas, sin embargo no podia huir de esta ¿ No ? Podría quedarse allí parado disimulando no escuchar... Ahora que estaba interesado realmente en una persona el picaban los celos en la punta del estómago. Y guiado por un pequeño hilo de celos decidió sacar el celular y fingir responder mensajes.
" Si, claro que sigue en pie cariño, solo dime la hora ..."
« Cariño » Dylan estaba realmente picado en celos e intriga pero se obligó a centrarse en el celular, por el rabillo del ojo pudo ver que Thomas se volvía para verlo y después volvió a hablarle al teléfono.
" 9:00? Mmm me parece bien si, entonces estaré allí. No cariño, no lo olvidaré."
Y allí estaba otra vez esa palabra "Cariño" acaso hablaba con una chica? Con un chico? Estaba saliendo con alguien más?
Cuando escucho que Thomas había colgado, dirigió su mirada hacia el rubio, este tenia un pequeño rubor en las mejillas y se le veía un poco nervioso. Lo miró a los ojos y Thomas le devolvió la mirada, cafe con cafe mezclándose en un, diciéndose y preguntándose tan cosas con tan solo unas miradas que ni ellos entendían lo que querían uno del otro.
— Dylan, te agradezco esta cita, ha sido muy lindo... — comenzó a decirle Thomas con dejo de nerviosismo en su voz, su pie repiqueteaba una y otra vez. — Solo que... me he de tener que ir, he quedado con mamá de llevarla a cenar.
Dylan asintió comprensivo e instantáneamente los nervios que le picaban en el estómago dejaron de sentirse, aquella que le había llamado era su madre. Nada mas que la suegra de Dylan.
— Lo entiendo. Solo espero que me des la oportunidad de cortejarte, estaba pensando en comprar un apartamento por acá para poder quedarme unos cuantos días más antes de regresarme a New York.
Soltó de sopetón, no es que quisiera presionar, pero la verdad era que se sentía incompleto si no veía a Thomas.
Thomas asintió.
— Puedes Dylan, te doy mi permiso. Pero ahora no puedo quedarme más. Gracias por todo. — le besó en la mejilla y salió corriendo hacia la puerta del parque.
Dylan se tiró en la primer banca que encontró, pensando en que aprovechando de estar en Londres, podia llamar a unos cuantos amigos y grabar al menos 4 videos para su canal. Sintiendo que últimamente lo había estado descuidando un poco.
-
Thomas llegó a su casa, con un dolor en le pecho que le recordaba la mentira que le acaba de decirle a Dylan. Era cierto, amaba a Dylan. Pero se estaba comenzando a preguntar si era solo los resultados se ser su fan por mas de 3 años, o realmente amor.
Tomó su celular y vio que tenia un mensaje.
« 9:00, ya quiero verte »
Thomas ignoró el mensaje y tiro el celular en la cama, se paso una mano por la cara y se reprendió a él mismo por haber dicho que iba a salir con su mamá.
Carcomido por la culpa decidió relajarse un poco y se metió a la ducha para la cena. Era en un restaurante bastante prestigioso en Londres, y tenia que vestirse formalmente.
Negó varias veces con la cabeza para sus adentros, ¿Por que había aceptado salir? Reprimió las ganas de cancelar la cena, seria una descortesía bastante grave cancelar 1 hora antes de la acordada para consumar la cita. Se dedico a sacarse la ropa y a abrirle al grifo de la ducha, sumiéndose una vez mas en sus pensamientos. ¿En que estaba pensando cuando le había hablado? ¿Por que aceptó la cena? ¿Por que había mentido? ¿Acaso no amaba a Dylan como creía?
Las preguntas pasaron una y otra vez por su mente, tantas preguntas y pocas certeras respuestas . Impulso. Miedo. Confusión.
Cuando terminó de ducharse se dedico a vestirse rápidamente, el moño del smoking le estaba sacando de quicio, intentaba acomodárselo pero por alguna razón siempre le salía chueco. Desesperado, soltó un gruñido justo cuando vió a su madre asomarse por la puerta. Lo vio y sonrió con ternura. Su madre entró a la habitación y le ayudó con el moño. Thomas jamás había sido muy bueno en eso, siempre terminaba recurriendo a su madre.
— Asi que... quien es el chico chica afortunado? — le cuestionó su madre alzando la cejas pícaramente como si quisiera sacarle un secreto a su propio hijo.
— Paola mamá — su madre asintió y le palmeó el hombro.
— Suerte — le sonrió y salió de la habitación.
-
Thomas llegó al restaurante, era extremadamente lujoso. Su estructura era realmente grande y hermosa con enormes ventanas viendo a la ciudad. Thomas se acercó al señor de las reservaciones. Era de estatura mediana, y tez morena con un oar de ojos cafés.
— Disculpe, tengo una reservación para dos. — dijo amablemente al señor y este le miró.
— ¿Su nombre? — le cuestionó
— Thomas Sangster — el señor de tez morena buscó en su lista y efectivamente allí se encontraba.
— Sr. Sangster sígame por favor. — le indicó y Thomas hizo lo que le había dicho. Siguió al señor entre mesas, familias cenando, parejas enamoradas besándose, y una que otra persona se encontraba trabajando.
— Esta es su mesa — llegaron a una mesa con un mantel blanco, y sobre este mismo un mantel dorado, mas de diferentes tipos de copas se encontraban en la mesa, y un hermoso candelabro con flores le daba una hermosa vista a la mesa.
— Gracias — le dijo al hombre que se retiro rápidamente. Vió a Aline, sentada ante él con un muy escotado vestido vino que le llegaba un poco mas abajo de los tobillos. Thomas se inclinó para besarla en la mejilla a forma de saludo y posteriormente se sentó frente a ella.
— Disculpa la tardanza Cariño.
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YouTube |DYLMAS|
FanficEl mayor pasatiempo de Dylan O'Brien es hacer videos entretenidos para sus suscriptores Thomas Sangster es un fanboy en todas sus palabras, idolatra a muchos Youtubers entre ellos Dylan O'Brien. El destino se encargará de que estos se conozcan, pero...