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Capitulo 29

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"Los espejos rotos son simplemente reflejos de nuestro corazón en el dolor"

Y era así como se sentía en ese instante Thomas, vacío y roto por dentro, esa sensación de no ser nadie, de no saber que hacer con su vida , de sentirse completamente vacío y con un dolor gigantesco en su pecho, crecía con cada respiro que Thomas daba, sentía como el dolor se esparcía hasta sus huesos, y si bien, el dolor que sentía en cada músculo, en cada hueso, y en cada parte de su cuerpo era psicológico, Thomas no lo sentía así, sentía que vivir le dolía, y lo hacia.

Cada vez que recordaba a Dylan besándose con esa maldita extraña podia sentir como el dolor se expandía en él y el desprecio junto con el orgullo le transmitían una pequeña porción de ira a la vez que sentía dolor.

Miró por la ventana del avión, y se permitió ver por un instante las blancas nubes a su lado, tan lindas, y blancas sin excepción alguna, puso sus auriculares a todo volumen sin importarle si a futuro perdiera el poder escuchar o si una persona cerca no podría dormir por escuchar a fondo su música, simplemente quería ahogar sus penas, llorar sin tener temor de que alguien lo juzgara. Cerró sus ojos dejándose llevar por las suaves vocales de la música, sus bajos y sus altos en una danza triste y con poco ritmo, pero le gustaba, y le permitía envolverse del todo, y solamente se dejo llevar por el dolor silenciosamente, escuchando música triste, para una ocasión triste, en un triste día.

Hasta que se quedo dormido.

Cuando sintió una pequeña y sutil mano en su hombro poco a poco fue despertando del sueño, extrañado por aquella sensación. Sus ojos se abrieron y pudieron ver a una menuda chica rubia, que le sonreía cálidamente.

Thomas frunció un poco el ceño extrañando por la chica pero poco a poco fue imitando su sonrisa, aunque era una sonrisa realmente falsa y forzada.

La chica le preguntó si había alguien a su lado, y la verdad era que no, estaba vacío pero una parte de él no quería hablar con ella, se sentía apenado de que probablemente lo estuviera viendo con ojos rojos e hinchados por tanto llorar.

El negó suavemente con la cabeza, y la chica paso de tomar asiento a su lado.

— Hola, mi nombre es Aline — se presentó la chica de ojos verdes con un amistoso gesto, al que Thomas con mucho esfuerzo correspondió casi con el mismo animo, no quería ser grosero con la chica ella se veía buena persona y era realmente atractiva.

— Thomas Sangster — le respondió con cortesía, y si con otra sonrisa fingida.

— Escuche tus susurros cuando dormías, ¿Estas bien? — le preguntó la chica apoyando su mano en el muslo de Thomas, cosa que logro ponerlo un poco nervioso.

— Si — susurro quedamente Thomas con su voz cortada por aquel nudo en la garganta que se le acaba de formar.

— ¿Seguro? — insistió la chica mientras su mano comenzaba a subir y a bajar en un intento de consuelo. — Mira, se que soy una completa extraña pero, si necesitas algo, estoy segura que tal vez podría ayudar, a veces es mejor tener apoyo para afrontar las cosas que uno solo, ya sabes.

— Gracias pero yo... — comenzó a musitar Thomas, sin saber que decir a continuación.

— No importa Tom, no tienes que decírmelo si no quieres, se que no hay confianza, pero si necesitas una amiga, aquí esta mi número. Te aseguro que te podré ayudar chico guapo.

— Si... creo que la necesitaré — contestó vagamente agarrando el papel que la chica le tendía para después ver como tomaba asiento unas cuantas filas adelante.

Thomas llegó a su destinó, tomó su maleta y se dirigió hacia un taxi, que lo llevaría a casa, estaba cansado y deshecho.

Al llegar a casa su mamá lo esperaba con un inmenso abrazo, y por un momento se sintió confortado ente los brazos de su mamá, no se había dado cuenta de cuanto la extrañaba hasta ese momento.

Saludo a toda su familia y les dijo que estaba muy cansado así que se retiro a su cuarto. Tomo su celular, estaba dispuesto a dejar la cuenta de facebook en manos de otras personas que si fueran fans de Dylan O'Brien, el gran youtuber. Su antiguo ídolo. Realmente ya no quería saber nada de él. Fue y le dejó la cuenta a una de las admins que más quería, de hecho apreciaba. Él en el fondo sabia que ella haría buena administración de esta. Entro a twitter y bloqueo a Dylan, pero al salir de la app de twitter se dio cuenta de que tenia 25mensajes no leídos.

Pero para su mala suerte, esos mensajes no eran de ninguna persona de quien quisiera saber en ese instante. Eran de Dylan O'Brien.

« Hola Tommy »

« Perdóname »

« Ella es una amiga »

« No significa nada »

« Yo no quería besarla, ella se me hecho encima »

« Tienes que creerme bebé »

« Tommy»

« Por favor »

« Perdóname »

« Thomas!! »

« Por Dios!!! »

« fue un error »

« Tommy yo te quiero a ti »

« Ella no es nadie »

« Yo solo te amo a ti »

« Debes de creerme »

« Se que nos conocemos desde hace poco, pero créeme esos días fueron suficientes para enamorarme »

« ella solo es una amiga »

« Por favor Tommy, Perdóname »

« No era mi intención besarla, ella simplemente lo hizo »

« Y se que soy un tonto por no apartarme y seguirle el beso »

« Es que... sonará estúpido, pero tenia algunas dudas »

« Pero ya las aclare te lo juro »

« Y te juro que también se quien me interesa, y solo me interesas tu »

« Tommy Perdóname por favor, fue un error mío, lo acepto, pero te necesito en mi vida. »

Thomas los leyó y su puño se apretaba conforme los leía. Sus lagrimas caían por sus mejillas, se sentía tan mal...

Hasta que su ira se apoderó de él.

«* Dylan, si era tu amiga por que la besaste?No seré mas tu perrito. Crees que todos somos muñecos entrenadores solamente útiles para tus experimentos? No. No lo soy, maldito estúpido. Bien, ya cometiste tu error, ahora olvídate de mi, ya no existes para mi, me di cuenta de que idolatraba a un hijo de puta que solo se interesa por si mismo, no necesito nada de ti, por que ya no existes para mí, para mi ya te fuiste a la verga. Púdrete Dylan O'Brien. *»

Thomas apagó su celular después de escribir aquello, desatando sus lagrimas como un rio en caída libre, se tiró a la cama y tapó su cara con la almohada, y lloró y lloró.