Bleik & Blaid ❤ #PNovel

CAPITULO 61. "Orden de restricción"

Ayer en la noche antes que Bleik se fuera a su casa, mis padres lo invitaron a un día de campo...

Aunque sería más bien como un pequeño viaje a una casa que mis padres alquilaron cerca de un lago, en un pequeño pueblo como a unos 45 minutos de aquí. Es muy lindo, respiras aire limpio y puedes escuchar los pajarillos cantar a las afueras de la cabaña.

Él aceptó ir aunque sé que sólo lo hizo para que mis papás no pensaran que es grosero, no tanto porque quiera ir. Aunque me dijo que tenía ganas de salir porque ha estado muy cansado por el trabajo, por la empresa y porque el lunes entra a la escuela de música, así que quería darse un tiempo para descansar. ¿Y que mejor, que esta salida?

Son aproximadamente las seis y cuarto de la mañana, mi mamá está arreglándose el cabello, mi padre está subiendo las maletas al auto, Abby está lavándose los dientes y yo estoy almorzando un licuado con una banana.
Bleik aceptó irse en el auto con nosotros, así que supongo que ya no tarda en llegar.

•6:24 am

Bleik llegó y ayudó a mi padre a subir las cosas que faltaban, salí a saludarlo junto con mi mamá y Abby.
—¡Ya suban! - gritó mi padre cuando vio que Abby regresaba al interior de la casa - ¡Abby!  ¡mujer!
—¡Ya voy, papá! - grita Abby desde el otro lado de la puerta principal
—¡Mujer! - repite
—¡No me estés presionando, caray! - devuelve mi mamá y me rio al ver la situación
—Que hermosa familia - comenta Bleik con ironía
—Si quieres ya subimos - le digo señalando el auto a lo que levanta los hombros y arquea las cejas - Vente
Abro la puerta de atrás de la camioneta y decido subir primero, que él quede en la orilla, yo en medio y Abby al otro lado.
No pasan más de dos minutos y Abby abre la puerta del lado de Bleik
—Quitate - le dice, las mejillas de Bleik se ponen coloradas y yo abro los ojos sorprendida
—Perdón - dice Bleik bajando las piernas
—¡Ay no! Perdón, Marcus - se tapa la cara por la vergüenza - Pensé que eras Abby, quedate ahí - cierra la puerta y se va a el otro lado
—Perdón en serio, eh - comenta cuando se sienta a mi lado y no aguanto la risa - Scarlett, no te rías
—Es que tu cara - me reí recargándome en el torso de Bleik, podía notar que su mandíbula temblaba por la risa que estaba conteniendo - Ríete  Bleik, ah que fue muy gracioso
—¿Listos? - pregunta animada mi mamá subiendo al asiento delantero