CAPÍTULO 73, "Me Estás Matando"

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*Narrado por Blaid*

Mi madre llegó a la habitación del hospital con una cara que no podía ocultar el dolor,  la nostalgia o la desesperación.  Sabía que algo pasaba, sabía que era con Bleik pero no quería que me dijera una sola palabra porque simplemente no estaba preparada para escuchar algo malo sobre él.
—Hija,  ¿Cómo te sientes? - preguntó mi madre tomando mi mano con tranquilidad
Mamá...  - hice una mueca para evitar llorar y ella desvió la vista lentamente  hacia abajo- Quiero verlo
—Scarlett,  por favor hija - sentí  como me daba un apretón
¿Dónde está Bleik,  madre? - pronuncié con dificultad mientras ella pasaba saliva
Scarlett ... No... - una lágrima salió por el rabillo de su ojo,  y de inmediato supe lo que pasaba - No lograron sacarlo del auto,  hija

Sentí como una bola de algo,  algo que no sabía con exactitud que era,  recorría todo mi cuerpo para al final quedarse en mi garganta y ocasionar que mi respiración se volviera irregular, que el corazón se me oprimiera y que sintiera una tristeza inmensa dentro de mí,  que no sabía de donde venía.
Las lágrimas se hicieron paso por los rabillos de mis ojos en una milésima de segundo,  apreté la mano de mi madre, tanto,  que pensé  le había hecho daño,  mi madre salió de la habitación dejándome llorando como una niña de unos 3 años que le habían quitado a su muñeca favorita.  Luego de unos 10 segundos, entró mi madre pero esta vez acompañada de mi hermana Abby.
—Hermana - dijo Abby aventándose a mi camilla para abrazarme
—¡Abby,  no! Dime que no es cierto,  mamá mintió,  ¡por favor, llévame con él!
Le decía mientras las lágrimas en vez de parar,  salían como si me hubieran encendido una fuente en el interior del ojo. Abby sólo me abrazaba con tanta fuerza que no me permitía moverme bruscamente.
—¡Mamá,  llévame con Bleik por favor! - le gritaba llorando mientras ella se tomaba la cabeza con desesperación y se limpiaba las lágrimas que lograban salir.
Papá entró junto con quien supuse, era el doctor que me había estado atendiendo hasta ahora. Realmente no sé cuanto tiempo ha pasado desde el accidente, pero sólo quiero que alguien me diga que todo ha sido una broma de muy mal gusto y que Bleik, que el chico de ojos color esmeralda y de cabello despeinado, que mi novio...  Está bien, que está vivo y que si salgo de la habitación,  en el cuarto del lado lo voy a encontrar tocando su guitarra o leyendo un buen libro, o quizás paseándose en una silla de ruedas, pero que de cualquier modo lo voy a encontrar ahí.

Mi padre y el doctor junto a mi madre se me quedaron viendo expectantes sin saber bien que hacer,  o si debían hacer algo.  Pero la verdad es que no había algo que pudieran hacer, sentía como si el mar me arrojará con tremenda fuerza a las rocas junto con un montón de agua y me volviera a llevar adentro para luego poder golpearme con más fuerza todavía, o como si fuera en paracaídas y no se abriera a tiempo que causara que mi cara se estampara con fuerza en el suelo de concreto, o...  como me sentí en el accidente. 

Mi madre preguntó
—¿Scarlett necesitas algo?
Luego siguió mi padre
—Hija,  ¿qué podemos hacer por ti? 
Me lo decían de una forma como si de verdad se pudiera hacer algo,  al final me senté en la camilla y abracé a mi madre por la cintura,  luego sentí como mi padre me acariciaba tiernamente la espalda mientras Abby intentaba ser fuerte por mí sentándose a mi lado sin decir o hacer algo. 

El doctor le pidió a mi padre que saliera y lo hizo de inmediato, luego de unos minutos regresó  y dijo que podía irme a casa.

[...]

Llegamos a la iglesia  y me senté justo frente el féretro donde yacían los restos de Bleik.  Era verdaderamente difícil ver su fotografía al lado de la caja, tenía una sonrisa muy grande que dejaba ver sus dientes blancos y alineados,  y sus ojos casi cerraban a causa de la gran sonrisa.
Mi madre se sentó a mi lado, enseguida Abby y luego mi padre. 
Llegó Thomas junto a Thara,  llegó un señor que no debía pasar de los 50 años que decía ser tío de Bleik,  también algunos amigos que he visto un par de veces en el Instituto, para mi sorpresa llegó Elizabeth con uno de los chicos que iban con ella aquél día que fuimos a patinar, pero no era Daniel,  llegó Margaret y muchas personas más que había tenido  la oportunidad de conocerlos por lo menos de vista.
Mi madre habló con la mamá de Bleik por teléfono y le dijo que no iban a interrumpir sus vacaciones para esto y que no le dijéramos ni una palabra a Sophia, que iban a volver cuando Sophi volviera a la escuela y que se la llevaría a vivir con ella.  Mamá le dijo tantas cosas feas que me sorprendió verla tan enojada. 

La misa empezó y el sacerdote decía cosas tan lindas que hizo que más de una vez se me salieran unas cuantas lágrimas.

Tenía un girasol en mis manos que había comprado afuera de la iglesia,  quería ponerla encima de su féretro para que tan sólo una pequeña parte de mí se fuera con él, porque él sabía que amo los girasoles, y porque no podía meterme ahí e irme con él de una vez por todas.

La misa terminó al cabo de unos 30 minutos y tocaba ir al panteón para ahora si, dejarlo ahí.

Se había reunido más gente en el transcurso de la misa.  El tío de Bleik que, ahora sé que fue quien los acogió aquel día cuando la señora los corrió,  dio unas palabras de despedida.

—Primero quiero agradecer a todos y cada uno de ustedes por acompañarnos en estos momentos que de por si son complicados.  - tomó aire - Marcus Bleik,  un chico tan joven que me da coraje el hecho de pensar en todo lo que tenía por delante, en todo lo que le faltó vivir... Tuvo una vida bastante complicada como muchos de ustedes lo saben.  Y aún así nunca vi a mi sobrino tirado en el piso,  si bien vivió muy poco,  puedo decir que lo vivió de verdad...  Él disfrutaba cada momento como pudiera,  siempre tenía chistes para todo,  de hecho no dudo que ahora mismo esté riéndose de mis palabras, algo como "Ey tío, no seas romántico, vas vomitar un arco iris encima mío" - varias personas rieron un poco pero yo sólo pude expresar una media sonrisa- Quiero hablar de una persona en especial, de alguien que cuando Marcus me hablaba no podía dejar de nombrar,  Scarlett Blaid...  Su novia - me miró - Scarlett, espero que nunca hayas dudado del amor que te tenía mi sobrino, él te amaba,  no es joda...  Él era feliz estando contigo,  intentaba estar bien para y por ti,  nunca sería capaz de lastimarte,  y si alguien lo hacía te aseguro que él mismo iba y lo arreglaba,  él estaba dispuesto a estar un día completo sin verte con tal de que al día siguiente le dijeras que lo amabas,  sé que eras la persona perfecta para él y déjame decirte algo... Estaba enamorado de ti desde hace años,  pensaba que jamás te fijarías en él,  y créeme que te fue fiel desde antes de conocerte.-agradecí con un gesto y las lágrimas se hicieron paso de nuevo- No sé si quieras dar alguna palabras

Lo pensé, y decidí decir algo simple. 
—Buenas tardes,  primero quiero disculparme por si empiezo a llorar y los dejo a la mitad. - me acerqué a su féretro y sonreí - Bleik...  Cuando encontramos a la persona correcta y luego se va,  debemos aceptar que vamos a perder una parte importante porque esa persona ya formaba parte de nosotros y que así como nos hizo sentir seguros y amados,  nos va a hacer vulnerables a todo tipo de dolor cuando ya no esté más con nosotros.  Bleik era un chico totalmente despreocupado pero sabía sus límites y eso es probablemente lo que me enamoró, yo jamás pensé tener una historia de amor como la de los libros y no la he tenido, no la tuve...  Tuve un historia todavía mejor que esas pero con un final no muy feliz,  mi amor...  Espero que nunca me olvides y que no me dejes sola,  me hiciste creer en el amor y me hiciste borrar todo tipo de preguntas que tenía,  ahora sólo tengo una...  ¿dejarás de amarme? Porque yo no.
Es una metáfora decir que se muere de corazón roto pero Bleik,  cariño,  me estás matando con tu partida.  -  el llanto no pudo ocultarse más,  besé mi girasol y lo puse encima del féretro. - Te amo,  cariño.

Me  senté y comenzaron a bajar el féretro, Abby me abrazó y me despegue de ella cuando ya había sólo un montón de arena.

[...]

Cuando estaba subiendo a mi auto,  Thomas me entregó un sobre y me pidió de favor que la leyera.  Me puse el cinturón y abrí el sobre.


N/a: Hola de nuevo ❤ espero estén muy bien,  bonito inicio de semana. 
Perdón por no actualizar la semana pasada, estaba preparando los capítulo finales y ya están, así que espero les gusten mucho.  Gracias por todo 😭❤
Atte: Ivette Campuzano

Bleik & Blaid ❤   #PNovelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora