CAPÍTULO 47. "Ella es mía y es hermosa"

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[...]


*Narrado por Bleik*

Deslizé mis manos suavemente por su cintura y noté que subió un poco sus caderas, enredó sus dedos en mi cabello y se pegó lentamente hacia mí regresando su cuerpo a mis piernas.

—Vamos adentro - susurré en su oído

No hubo respuesta por su parte, sólo asintió. Sabía que estaba tensa y quizás nerviosa, porque yo también me sentía de esa manera.
El auto de mi padre no estaba, y deduje que había salido con mi hermana, los viernes siempre van con mi tío y duermen en su casa... Pero ya no estaba consciente de que día era.

Abrí la puerta del copiloto y la cargué en mis brazos para caminar a la casa, al llegar a la entrada la coloqué en el piso con cuidado y tiré del picaporte. La tomé de la mano y cerré la puerta tras de mí, para llevarla por las escaleras hacia mi habitación. Una vez dentro, la besé demostrándole lo que sentía en ese momento: la quería como a nadie en este maldito mundo, la necesitaba y quería demostrarle que ella era única para mí, lo bien que me sentía estando con ella así que la cargué haciendo que enredara sus piernas alrededor de mi cintura y caminé despacio a mi cama disfrutando la sensación de sus labios contra mi cuello. Dios. Cuanto quería a esta mujer.

La deposité sobre el colchón con cuidado e inmediatamente dirigí mis labios a su cuello. Su piel olía ligeramente a vainilla, un sabor dulce que llenó al momento todo mi cuerpo.

Me empeñé en hacer que sus nervios se esfumaran pero sentía que mis piernas temblaban y no podía hacer mucho.
Estoy nervioso y no sé porqué, ¡Marcus Bleik nunca se pone nervioso! Esta mujer me hace tanto bien... La tengo ahora, conmigo, es mía y ella es muy hermosa.

Pasé mis manos por debajo de su blusa y separo un poco la espalda de la cama, dándome permiso para deshacerme de ella. Me quité en seguida la camisa y pude ver que no sabía a donde mirar.

Me puse encima de ella y me acerqué a su oído
—¿Estás segura? No tengo prima contigo, Blaid
—Completamente - contestó tomando mi cabeza y plantando un beso en mis labios

Nos habíamos deshecho de los pantalones y unos segundos después vi que pasó las manos por detrás de su espalda... Se quitó el sostén pero me pegó hacia ella antes de que pudiese ver nada.

Noté que sus manos llegaron a mi trasero y me incomode un poco porque así que digan: que trasero tengo, pues no. Metió sus manos por debajo del bóxer

—Quítatelo - sonrió y obedecí al instante
Me encanta la forma inocente en que dijo esas palabras.

Se puso colorada en cuanto me lo quité y la verdad es que nunca habíamos llegado a más allá de unos besos calientes.
Aproveché el tiempo que había ganado y la observé. Demonios... Ella es demasiado hermosa, no puedo creer que alguien como ella me quiera y esté dispuesta a esto.
Besé nuevamente su cuello y esta vez sentí sus manos jugando con mi cabello y dirigiéndome a sus labios, las sensaciones que llegaban a mi eran únicas y no creo poder encontrar algo mejor que esto. Nunca. Ella es lo mejor de mí, somos el uno para el otro.

Comencé a bajar mis besos por su cuello, después en el valle se sus pechos y me detuve en su ombligo, la miré a los ojos para confirmar que no se arrepintiera y recibí una sonrisa por su parte,  con eso tuve más que suficiente para comenzar a bajar sus calzoncillos. Acaricié sus piernas con mis manos mientras regresaba a sus labios y me acerqué a su oído.

—Espera un segundo - y deposité un beso en su oreja.

Noté que le dio vergüenza en cuando me paré de la cama, pues estaba totalmente desnudo, tomó la almohada y se la puso entre las piernas y con ayuda de sus brazos se tapó el pecho.
Abrí el cajón del buró y saqué un preservativo. -espero que sirvan- pensé, pues son de los que nos dieron en la universidad.

Regresé a la cama y me coloqué con cuidado encima de ella
—Quita esto - reí y arrojé la almohada al piso
¿Seguro que no hay nadie?
—No te preocupes ahora, Blaid

No me respondió. Acerqué mi cabeza al hueco que está entre su cuello y su hombro y... Pasó.

Me hice espacio entre sus piernas, no quería hacerla sentir incomoda por ningún motivo, así que prestaba mucha atención a mis movimientos.
Sabía que estaba disfrutando, yo si lo hacía.
Nos dejamos llevar completamente por el momento. Me encantaba tener a Blaid conmigo, estar tan cerca de ella y demostrarle que ella es la única en mi vida, que me hace feliz sólo con verla y que no podía estar mejor que ahora.

[...]

Se recostó en mi pecho, la envolví con mi brazo y le di un beso en la frente.

—Te amo, Blaid - apenas pude pronunciar esas palabras
Yo te amo a ti, Bleik - alzó la vista y le di un pequeño beso en los labios

Era la primera vez que nos decíamos eso, y fue algo increíble escucharla decir que me amaba.


Y también, era la primera vez que lo hacía y me daba miedo no haberlo hecho bien, ella estuvo totalmente increíble pero sé que tampoco lo había hecho antes.

Estaba muy feliz de haberlo hecho con alguien que amo, y tengo la seguridad de que ella lo hizo con alguien que la ama. Y sé que me ama, ella lo dijo.

Tenía una sensación de algo que ya ni me acordaba que existía. Ni siquiera puedo describirlo, pero sé que hace mucho tiempo o quizás nunca me había sentido de esta manera.

Y cariño, tú no tienes que cambiar nada para el mundo. Porque tú eres lo mejor que hay en él.
Te amo Blaid.

Siempre, Bleik.

N/a: ¡Aaaay! que el capitulo estuvo un poco fuerte pero intenté no poner muchos detalles, también que me tarde mucho en subirlo pero ojala que les guste mucho como a mi ;3 de verdad me gustó mucho como quedó y más porque jamás había escrito alguna escena así xd.
*Gran colaboración con Galilea Moreno.* ¡Gracias!

L@s amo, atte: Ivette Campuzano L.

Bleik & Blaid ❤   #PNovelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora