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A mediados de noviembre una visita  sorprendió a todos. Joseph Hall dejaba sus maletas a cargo de uno de los asistentes del Leonardo da Vinci.
Llevaba varios regalos dentro de sus maletas, entre ellos una cadena dorada dispuesta a ponerla sobre el cuello fino de una dama italiana.
Los Visenti lo atendieron como a un rey cuando arribo en su casa. Dos días después estaba visitando el Sanity andando a sus anchas como uno de sus herederos.
Joseph había crecido en una familia acomodada en londres, su hermana Alison sufría de un trastorno mental desde que era una niña, hacia dos años que había tomado la decisión de internarla. Su caso en extremo era exigente, pero Joseph la amaba tanto que no permanecía más de dos semanas lejos de ella, aunque por los negocios familiares estuviera a millas de distancia de ella.
Cuando Joseph despertó a la juventud, se dio cuenta de que no había nacido para vivirla, siempre ocupado, siempre un adulto. A los dieciséis salió de su casa queriendo escapar de todos a los diecinueve regreso a hacerse cargo de su hermana menor después de que en un momento de pánico asesinara a sus padres a la luz de la luna.
Luego de aquella noche oscura Alison jamás volvió a hablar, encontraron al día siguiente dos cuerpos en la cama marcados por un trozo de vidrio en la parte lateral del corazón, la mujer habría sobrevivido para acercarse a su hija, perpleja sostenía su mano mientras agonizaba lentamente bajo su propia creación.

REALWhere stories live. Discover now