REAL

...

Vacilaba ella entre las paredes blancas que albergaban su luz; su luz apagada por lo negro de un desolado y perdido recuerdo.
Hacia meses que andaba deambulando por las calles, queriéndose encontrar de nuevo con su historia del ayer. Lloraba, las noches estaban destinadas a desear estar entre sus brazos; reía, mientras Joseph la llenaba de flores y detalles más allá de todos los esfuerzos.

Joseph la amaba, como nunca había amado. El día en el que la vio por primera vez algo se desprendió en el. La mirada que cruzó hacia su corazón le había llenado, necesitaba más de ella.
Con los días las invitaciones habían llegado, flores y chocolates adornaban su recamara perfumada, su alfombra olía a flor, su alma ya no emitía sentido o percepción alguna.
Cada aliento perdido, cada beso dado a ella le sabía a arena. Jugaba a ser Dios en medio del fuego que los consumía. Jugaba a emprender un vuelo, sin tener alas.