El Yugo De Los Infieles. Autora: Evelina V. De Flores

Capitulo 8

Si me lo hubieran dicho antes no lo hubiera creido.
Que mi amada hijita, causa de mi mas grande felicidad, habria de ser tambien el motivo de mi primer disgusto con Arturo y con mi suegra.
Tenia apenas dos semanas de nacida mi niña. La mama de Arturo haba ido a atender los quehaceres de la casa hasta que yo me restableciera. Mi esposo, que estaba loco de felicidad, al regresar del trabajo casi no se separaba de la cuna contemplando extasiado la carita sonrosada de nuestra hijita.

--¡Que hermosa, que pequeñita y que delicada es! --me decia con orgullo paternal--. Yo creo que asi son los angeles del cielo.
--Si --le dije en tono solemne. Es un angel que Dios nos ha enviado para nuestra felicidad ; pero tenemos que cuidarla para que su almita siempre sea pura y buena.
--¡Ah! -- exclamo--. Esto me recuerda... --y salio tan rapidamente que no pude escuchar el final de la frase.

Se fue a la cocina en donde ya su madre tenia servida la cena. Entre tanto que cenaban los oia hablar. Al principio distinguia solo un murmullo, pero poco a poco y a medida que se acaloraban en la discusion sus voces fueron subiendo a tal grado que pude escuchar con toda claridad lo que decian:
Pero, mama --decia mi esposo--. Estoy seguro que ese nombre no le va a gustar a Noemi.
--¿Y que importa? --dijo mi suegra--. No vamos a ponerle el nombre que ella quiera, pues te aseguro que sera un nombre que no esta en el santoral de la iglesia, algo asi como el de ella.
--Noemi es un nombre muy bonito --argumento Arturo como defendiendome.
--Si --replico ella--, pero no es nombre de santa ni de martir. Ha de ser nombre de novela. --Luego añadio con voz melosa--.
Ademas es mi unica nieta, como tu eres mi unico hijo, y quiero dedicarsela como te dedique a ti cuando naciste, a nuestra patrona. No me niegues esta alegria en mi vejez hijo mio.

--Bueno madre --dijo Arturo vencido por  el amor filial--, sera como tu quieras. Le pondremos a la niña Guadalupe.

Yo ya estaba llorando. Una pesada angustia me salia del corazon y me apretaba la garganta de la que no se escapaba ni un sollozo. Solo de mis ojos brotaba un torrente de lagrimas a traves de las cuales veia con profunda y dolorosa compasion la carita de mu hijita que dormia profundamente.

Ellos seguian hablando. Decia mi suegra: --Hay que tener todo listo para el bautizo el proximo sabado. Hoy es lunes, asi es que hay tiempo. Ricardo es tu mejor amigo y petrita es una buena católica. Seran muy buenos padrinos de la niña. Yo algo les habia hablado ya y ellos estan encantados de llevar a la pila bautismal a tu hijita. Asi es que avisales. 

-- Pero Noemi todavia no puede salir --objetó debilmente mi marido.
Mi suegra contesto vivamente: --No importa! La llevaremos sus padrinos y nosotros.
-- ¿Sin el consentimiento de Noemi? --pregunto mi esposo con voz en la que se notaba su disgusto--. Recuerda madre, que la niña es tambien su hija.

Yo agradeci con el alma las palabras de Arturo que hicieron nacer en mi corazon la esperanza de que no bautizarian a mi hijita en la iglesia catolica, pero lo que dijo mi suegra despues me dejo helada de espanto. Su voz sono aspera, autoritaria.
--Recuerda Arturo, que yo como buena catolica, nunca te di mi consentimiento para que te casaras con una protestante, con una hereje. Pero tu te encaprichaste y entonces fuimos a ver al padre Ramon, quien despues de estar argumentando inutilmente contigo, solo consintio en casarte cuando le hicieras el juramento de que tu jamas escucharias ni permitirias que ella te hablara de sus herejias y que tus hijos serian bautizados y enseñados en la santa madre iglesia catolica romana. Asi que ni una palabra mas.

Con inmensa ansiedad espere la respuesta de Arturo pero nada contesto. Entonces senti muy hondo dentro de mi la realidad de mi pecado. Hasta ahora yo sola habia sufrido las consecuencias, yo merecia todo lo que me estaba sucediendo; pero mi pobre e inocente criatura ¿porque habia de ser bautizada en una iglesia que yo sabia que era idolatra? ¡Ah! Con profunda tristeza senti que yo habia negado mi fe cuando me uni en matrimonio ante un altar con ídolos y con un incredulo.

Un arrepentimiento ardiente torturo todo mi ser, y en aquella hora humildemente confese mi pecado a Dios y le rogue me perdonara y me concediera guardar mi pequeña hija para el. ¿Como si todo estaba contra mi? Yo no lo sabia. Pero si sabia que Dios me habia oido y que el me daria los medios y la fuerza para cumplir mi proposito.

Al terminar de orar oi los pasos de Arturo que se dirigian al dormitorio. No queria yo discutir y para que no viera mis ojos hinchados de llorar me volvi para la pared y permaneci quieta.
Se acerco al lecho y me llamo quedo. No conteste. Penso que dormia y salio de puntillas

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Poorr fiiin!

Perdon por tardar, con esto de la mudanza anduve algo ocupada pero ya volvi.

Bendiciones☺