Ante el inmenso mar.
Tumbada en la arena de la playa, trato de gozar plenamente de la magia de la noche tropical. Es en vano. En medio de la felicidad de los pasados dias una pena me oprime el corazon y una interrogación me quema el cerebro: ¿No se puede ser plenamente feliz?
Logre el anhelo de mi corazon. Me case con Arturo. Fui al altar vestida de blanco y con el albo tul sostenido por la corona de azahares. Arturo fue mio y yo de el. Debía ser plenamente dichosa; pero la expresión dolorida del rostro de mis padres cuando en la puerta del hogar que dejaba para siempre me dieron su bendición, no se borra de mi mente.Al ver en mi rostro la sombra del dolor Arturo me dijo:
-No es dia de pena, mi vida. Es dia de felicidad. Ya veras como todo se arregla. Cuandi regresemos de nuestro viaje de bodas visitaremos a tus padres y ellos, que te quieren tanto, te perdonaran. Sonreí animada por esta esperanza que ya veia hecha realidad, pues en verdad mis padres me amaban tanto que todo lo olvidarian: mi obstinacion, ni indiferencia a sus consejos, mi frialdad ante sus ruegos.Ni aun cuando agotados todos los recursos me dijeron que no asistirian a la ceremonia nupcial, pues no podian aprobar con su presencia un acto que sus conciencias repudiaban, cedi. Cerre mis oidos a sus ruegos y mi corazon a sus lagrimas, y fui a un altar extraño a pronunciar unos votos que debían ser sagrados y a pedir la bendición de Dios de rodillas ante imagenes que para mi eran idolos.
Mis padres me perdonarian, de ello estaba segura, pues siendo yo hija unica me amaban demasiado para no hacerlo. ¿ Y Dios?... Mi madre me habia dicho siempre que el amor de Dios para con nosotros es infinitamente mas grande que el amor de nuestros padres. Por lo tanto Dios me perdonaria tambien, pues el, que es amor, sabia por que habia yo cedido a los ruegos de Arturo y habia admitido ue nuestro matrimonio sd celebrase en un templo catolico.
Si, sin duda me perdonaria, pues el sabia lo mucho que yo amaba a Arturo. Con eso me tranquilizaba a mi misma por unos momentos tan solo, pero mi conciencia me condenaba y muy dentro de mi no tenia paz.
La luna, al ascender lentamente por el azul ya oscuro del cielo, se iba tornando de oro en plata, y la palidez de su disco argentado me recordo la palidez del rostro de Joel, el unico amigo que habia asistido a mi matrimonio.Cuando despues de lo que Arturo me dijo que era la misa de velacion, de la que no entendi ni una palabra, me levante del reclinatorio y del brazo del que era ya mi esposo avance hacia la gran puerta del templo, vi a Joel, mi amigo, el que habia sido mi compañero de clase y de juego desde los dias de la infancia en la escuela dominical. Su rostro estaba pálido, tan palido que parecía un cadaver. Sus labios se entreabrieron oara dirigirme una sonrisa que mas parecia una mueca de dolor, y sus ojos fijos en mi me dijeron algo, algo que no supe interpretar, pero que me produjo una sensacion de culpa. Despues las felicitaciones, los abrazos, el banquete, el baile. ¡El baile!... ¡Que decepcion! No fue lo que yo habia esperado.
Todos hablaban o reían, todos iban y venian en un ambiente caluroso y sofocado. Imposible oir la musica. Mi primer intento en el arte Terpiscope fue un cambio de pisotones entre Arturo y yo, pues como yo nunca habia bailado e encontraba torpe, pero me sentia feliz oprimida suavemente por los brazos de Arturo, hasta que una vez, al juntar el su mejilla con la mia note en su aliento olor a alcohol.
El vio mi gesto de disgusto y me dijo melosamente: -Es de alegria ¿Sabes? Los amigos estan celebrando mi felicidad y me han convidado a brindar con ellos. Hubiera sido una descortesía de mi parte haberme reusado. Pero tranquilizate, mi mujercita, esto no pasa a mas, pues se dominarme.
No pude contestar porque no supe que decir, pero algo en mi protestó. Me acorde de mi padre, quien jamas habia tomado una copa de licor.Al terminar el baile me sentia horriblemente cansada. -Pobrecilla - dijo Arturo y me besó ruidosamente en los labios. Despues rió alegremente y añadió- , la falta de costumbre, pero ya te iras acostumbrando.
Instintivamente lleve mis manos a mis labios tratando de quitar de ellos el olor a vino, mientras no pude menos que pensar en las fiestas en mi hogar y en mi iglesia, y en la sana alegria que en ellas reinaba. Alegria que era como un tonico para el alma y para el cuerpo ¡Oh que cansada me sentia!
Al abordar el tren que nos habia de conducir al historico puerto de Veracruz, la madre de Arturo, al despedirse de mi, despues de besarme en la frente con un beso frio e inexpresivo, saco de un estuche de terciopelo negro un rosario de cuentas rojas con crucifijo doraco y me dijo: - Toma, pontelo para que la santa imagen del Señor crucificado te cuide en el viaje. Arturo - añadio dirigiendose a su hijo- Enseñale a rezar el santo rosario porque ahora ya es de las nuestras, ya es catolica.
Entre tanto que hablaba seguia con la mano tendida ofreciendome el rosario. Mi mano se nego a recibirlo. Arturo lo tomo y dijo: - Yo lo llevare, madre, al fin yo soy quien tiene que enseñarle a rezar.
- Esta bien hijo, no te quites la medallita de la virgen de guadalupe, recuerda que esta bendita.El tren partio. Arturo tomo mis manos y las acaricio.
- ¡Pobrecita de mi madre!- dijo- Ella lo hace de buena fe. Es su creencia.
Yo nada conteste. Recline mi cansada frente en el hombro de Arturo, y mientras el tren corria vertiginosamente por las ferreas paralelas cerre los ojos para detener las lagrimas que de muy dentro me brotaban y pense, pense mucho y me hice calladamente esta ansiosa pregunta: ¿Que he hecho Dios mio?
- ¿Que hace mi linda mujersita?
La voz de Arturo, que hacia rato se habia levantado, interrumpio mis pensamientos. Traia pan , queso, carnes frias y refrescos. Se sento a mi lado.
- Vamos a ver- insistio- :¿Que hacia mi hermosa? ¿En que pensaba durante mi ausencia?
- Contemplaba la luna mientras el mar me arruillaba
- Pues voy a encelarme de la luna y del mar. ¿Sabes? Solo a mi me tienes que contemplar, y yo solo te he de arrullar.Son las tres de la mañana. Arturo duerme. Acabo de escribir en tus blancas paginas mis impresiones y mis sentimientos. Hacia un mes que no te tomaba en mis manos, diario mio. Pero ahora tenia que contarte que algo pasa en mi. Que el pajaro loco de mis ilusiones ha ido apasiguando su alborotado gorjeo y aquietando el vuelo de sus traviesas alas. ¿que me pasa diario mio?
Pienso que deberia ser feliz - Arturo es muy bueno y cariñoso conmigo pero yo siento que no soy feliz. ¿Sabes? a veces tengo ganas de llorar con un llanto dulce de niña mimada que no sabe lo que quiere. Yo tampoco lo se, queria a Arturo y ya lo tengo, ya es mi esposo. Pero algo me hace falta, algo quiero y por eso lloro.
ººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº
Un capitulo maaas y mucho mas largo
comenteeen y diganme si quieren que los haga mas largos o mas cortos o lo que sea :D
Dios les bendiga!

ESTÁS LEYENDO
El Yugo De Los Infieles. Autora: Evelina V. De Flores
Novela JuvenilEl yugo de los infieles es una novela emocionante, repleta de dramatismo. Se basa en el texto bíblico "no os unáis en yugo desigual con los incrédulos", y hará pensar seriamente a los jóvenes exponiendo los peligros de casarse con personas que no ti...